La venta e importación de vehículos en Cuba cambia sus reglas. Así lo explicó este lunes el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, como confirmación de lo anunciado en la Asamblea Nacional por el primer ministro Manuel Marrero.
En una publicación en sus redes, Rodríguez Dávila comentó que las nuevas decisiones “forman parte de un ejercicio integral de actualización de la política sobre la comercialización de vehículos en Cuba” y que con ellas se pretende “facilitar, en la medida de lo posible, un mayor acceso a nuevos medios de transporte para la sociedad en su conjunto”.
Las medidas buscan también recaudar fondos para “sostener y desarrollar el transporte público de pasajeros y las infraestructuras de transporte, incluyendo las estaciones de carga a partir de energía de fuentes renovables, para lo que se necesitan financiamientos en divisas convertibles”.
Las mismas, dijo, responden a las solicitudes de “muchas personas en los últimos años” y facilitarán el acceso —a quienes cuenten “con capacidad de hacerlo”— a “diferentes alternativas para satisfacer sus necesidades de movilidad a partir de recursos propios”.
Además, las autoridades esperan que estos cambios contribuyan a “modernizar los vehículos en el país, a alcanzar una mayor seguridad vial, a estimular la producción/ensamblaje nacional, y a un mayor uso de vehículos con energías limpias”.
Entre las novedades en la política el ministro dijo que “se mantiene la importación y comercialización de vehículos en divisas convertibles”, pero “ajustando los precios de venta, de modo que no variarán si el comprador es una persona jurídica o natural”.
“Para estas últimas los precios serán inferiores a los actuales”, en tanto “los aranceles, servicios de aduana e impuestos, serán en divisas convertibles”.
En ningún caso, el titular de Transporte detalló cuáles serán las nuevas cuantías.
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Transmisión de propiedad, ventas e impuestos
De igual forma, Rodríguez Dávila confirmó la autorización para transmitir la propiedad entre personas naturales y jurídicas, excepto las diplomáticas extranjeras, las que, dijo, tienen un régimen especial.
Por su parte, “las personas jurídicas estatales requieren una autorización del Consejo de Ministros para transmitir la propiedad a una no estatal”, detalló.
Otra novedad es la comercialización en moneda nacional de “los vehículos en buen estado técnico que queden disponibles en el mercado cubano, entre ellos los que concluyen su explotación en el turismo”, siempre “de acuerdo con diferentes prioridades en el contexto del Plan de la Economía”.
Además, “se ajusta y generaliza el impuesto especial por la venta de los vehículos, el que variará desde un 35 % del valor total de la venta en divisas convertibles, en el caso de los vehículos de gama alta, hasta no aplicarlo cuando se trate de vehículos eléctricos ensamblados en Cuba”.
Igualmente “se ajusta y generaliza el impuesto progresivo en divisas convertibles por la cantidad de vehículos a adquirir por una persona natural o jurídica, a partir del tercer vehículo que se adquiera de las categorías, motocicleta, auto y auto rural”.
“Por esta vía —precisó el funcionario—, una persona natural o jurídica, puede adquirir hasta 6 vehículos en cinco años”.
Importaciones
En cuanto a las importaciones, Rodríguez Dávila explicó que fue autorizada “la importación por una sola vez de vehículos a personas que se encuentren en misiones oficiales en el exterior, según las condiciones que establecerán sus organismos de relación”.
También señaló que “se mantiene la importación directa por parte de las personas naturales, de ciclomotores y motocicletas eléctricas bajo las condiciones actuales”.
Fueron autorizadas “la importación directa de ciclomotores y motocicletas de motores de combustión interna o híbridas de baja cilindrada, con o sin sidecar, tanto por la vía de pasajeros o por envío” y la “triciclos eléctricos con capacidad superior a dos plazas o con capacidad de carga”.
Finalmente, se autorizó “la comercialización por reposición en pesos cubanos (CUP) de los vehículos enteros que resulten baja técnica en la renta del turismo y puedan ser recuperados por los compradores interesados”.
De acuerdo con el ministro, “el saldo correspondiente a los impuestos y aranceles que se recaude como resultado de esta política, formará parte de un fondo que gestiona el Ministerio del Transporte destinado a la recuperación y desarrollo del transporte público y su infraestructura”.
Rodríguez Dávila no informó cuándo se publicaría de manera íntegra la nueva política, ni cuándo esta entraría en vigor, pero prometió informar “con más profundidad” en próximas publicaciones suyas sobre el tema.
El sector del transporte es uno de los más golpeados por la crisis económica que atraviesa actualmente la isla, lo que afecta tanto la transportación tanto de pasajeros como de carga.
Ante la crisis con el suministro de combustible y de otros insumos, el gobierno cubano se ha visto obligado a buscar alternativas para sostener el demandado transporte público, cuyas bases principales “han estado trabajando prácticamente sin piezas de repuesto los últimos tres años”, según reconoció el ministro el pasado año.
Y la importación de vehículos nuevos por las personas naturales, aún pendiente