El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, volvió a reclamar un alto al fuego en la Franja de Gaza, así como el cese del sufrimiento de la población palestina en un conflicto que se extiende ya por más de 10 meses.
“Nada justifica el castigo colectivo” de Israel contra los pobladores de Gaza, que atraviesa un sufrimiento “inimaginable”, denunció Guterres este lunes en una entrevista con la agencia AFP.
“Es inimaginable el nivel de sufrimiento en Gaza, el nivel de muertes y de destrucción no tiene paralelo con lo que he presenciado desde que soy secretario general hace siete años”, declaró en la sede de la ONU, en Nueva York.
Igualmente, el máximo representante de Naciones Unidas condenó los ataques de Hamás a Israel, así como la toma de rehenes, que “es una absoluta violación del derecho internacional humanitario”, precisó.
Sin embargo, pese a ello, “la verdad es que nada justifica el castigo colectivo del pueblo palestino, y es lo que nosotros estamos viendo de manera dramática en Gaza”, agregó.
El político portugués hizo alusión al escenario de muerte, destrucción, hambruna y enfermedades que asolan el territorio gazatí de apenas 360 kilómetros cuadrados y donde han muerto más de 41 200 palestinos desde octubre pasado, en su mayoría mujeres y niños.
Guterres reiteró la necesidad de un cese el fuego, y constató la “negativa constante” de Israel de “una solución de dos Estados por diferentes acciones que están tomándose en el terreno”.
En tal sentido, citó “la toma de tierras, las expulsiones, las nuevas colonias, todas construidas ilegalmente”, por Israel en la Cisjordania ocupada.
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Contaminación del agua en Gaza
Por su parte, el relator especial de la ONU sobre los Derechos Humanos al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo-Agudo, alertó que la contaminación del agua en la Franja de Gaza es una “bomba silenciosa con menos visibilidad que aquellas que destruyen edificios”.
“Israel ha bloqueado 70 % de los materiales de doble uso necesarios para construir y operar plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que ha provocado una progresiva contaminación fecal de las aguas subterráneas y unos 1,7 millones de casos de enfermedades infecciosas, principalmente diarrea, disentería y hepatitis A”, denunció el funcionario.
La población gazatí vive con una media de 4,7 litros de agua por persona al día, estando la media en 100 para necesidades diarias. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) fija en 15 los litros fundamentales para sobrevivir estando en situaciones de emergencia.
El tema de la catastrófica situación humanitaria en Gaza fue debatido este lunes por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La sesión se celebró pocos días después de que seis trabajadores de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) fueran asesinados en un ataque contra una escuela y otro miembro del personal fuera abatido por un francotirador en su vivienda en Cisjordania.
Esos sucesos elevaron a más de 220 los trabajadores de la ONU muertos durante la ofensiva israelí iniciada el 7 de octubre, considerada por la organización global como cifras sin precedentes para un solo conflicto en tan corto período de tiempo.
Tolerancia occidental hacia Israel
Entretanto, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul-Gheit, advirtió este lunes que la “tolerancia” occidental en relación con el actual conflicto en Gaza podría tener un impacto severo sobre la estabilidad de Medio Oriente.
Las declaraciones de Aboul-Gheit tuvieron lugar durante una reunión en El Cairo con Tor Wennesland, coordinador especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz de Medio Oriente.
Los funcionarios discutieron los acontecimientos en Gaza y Cisjordania, y se centraron en el impacto regional del conflicto y en la posible escalada en el frente libanés.
En paralelo, el líder de Hamás, Yahya Sinwar, afirmó que el movimiento palestino está preparado “para una larga guerra de desgaste” contra Israel en Gaza, con la ayuda además de sus aliados regionales, entre ellos los hutíes, de Yemen, y el movimiento chií Hezbollah, del Líbano.
“Nos hemos preparado para una larga guerra de desgaste”, dijo en una carta a los rebeldes hutíes, que este fin de semana lograron penetrar la cúpula israelí de defensa aérea con un misil hipersónico que hizo diana en la profundidad del Estado sionista.