El teatro Principal, de Ciego de Ávila, escenario de grandes artistas y eventos, es víctima de la crisis económica, la chapucería y de su inevitable longevidad, factores que podrían dar al traste con su propia existencia, ya cercana al centenario.
Sometido a una reparación capital a fines de los años 70, en 2012 fue intervenido con acciones de mantenimiento que, según el periódico Granma, “dejaron más problemas que soluciones”.
Una de las consecuencias de la reparación fue una superficie de arena y cemento endurecida sobre la soladura de la azotea, que atascó los tragantes.
Pese a que los escombros fueron retirados con el concurso de los propios trabajadores, el cúmulo de problemas por resolver demanda ingentes labores para detener el avance del deterioro constructivo.
“Todo está listo para entrar en el trámite de una licencia de construcción, rehabilitación, restauración, porque hay varios acápites que van dentro de la reparación capital del Teatro Principal, incluido el diseño de nuevos espacios y salas”, dijo a Granma Elián Díaz Arias, presidente del Consejo Provincial de las Artes Escénicas.
Un centenario sin celebraciones
Sin embargo, el “todo está listo” del funcionario no parece corresponderse con la realidad inmediata porque la reparación capital del Teatro no está contemplada en el plan de inversiones de 2025.
Marginada de las prioridades territoriales de inversión para este año, el Principal “correrá mayores riesgos, se encarecerá el costo de la restauración y no podrá celebrar su centenario en 2027”, se lamentó el diario.
“La propuesta para el mantenimiento constructivo en 2025 está, pero no para la reparación capital, que es lo que hoy demanda el Teatro”, dijo, por su parte, Yens Toledano Padrón, director de Patrimonio y Construcción de la Administración Provincial de Ciego de Ávila.
La magnitud de la degradación es tal que con la actual crisis económica que afecta a Cuba hará que sea “difícil y dilatada la reparación”.
120 millones de pesos, más la divisa
La lista de obligaciones se extiende al acondicionamiento de los camerinos, del escenario, las butacas, los baños, las tramoyas, las lunetas, el perfeccionamiento de la acústica, los audios y las luces interiores y exteriores, así como la climatización, enumeró el periódico.
De índole preliminar, un estudio elevó el costo de la reparación a unos 120 millones de pesos, un presupuesto que se multiplicaría, pues no contempla el valor de la tecnología que debe instalarse, el sistema de luces y la restauración especializada de modillones, mascarones y las esculturas de las figuras humanas, entre otras demandas.
El año 2025, solo para el mantenimiento constructivo, tendrá un monto de poco más de 17 millones de pesos.
Figuras en el escenario del Principal
De acuerdo con Yulieyka Echemendía Rives, directora de la Oficina de Monumentos, Sitios y Centros Históricos de la provincia avileña, cualquier reparación debe responder a la imagen original del edificio y sus valores patrimoniales.
“Cuando las primeras intervenciones enviamos regulaciones de construcción y aun así comenzaron a ciegas. Decidimos paralizar la obra porque ni los proyectos existían”, recordó Echemendía.
Para colmo de males, importaron una brigada de trabajadores por cuenta propia, de Camagüey, que estaba formada por personas sin experiencia en restauración y conservación.
“Hasta los pisos pusieron mal y hubo que levantarlos. Otro de los problemas es que Ciego de Ávila no tiene una Oficina del Conservador, entonces no hay una estructura fuerte que ordene, mande y controle los presupuestos. En las ciudades en las que existen esas oficinas, todo es diferente”, opinó la funcionaria cultural.
Cerrado hace ya cinco años, por El Principal han pasado grandes figuras y representantes del arte internacional: La Orquesta Sinfónica de Berlín, Jorge Negrete, Libertad Lamarque, Rita Montaner, Ernesto Lecuona, Rosita Fornés, Luis Carbonell, Fito Páez, Frank Fernández, Lizt Alfonso, Juana Bacallao, José María Vitier, Zenaida Castro Romeu, Rubens de Falco, Germán Pinelli y Verónica Lynn, entre otros.
Una joya del eclecticismo avileño
En su libro Centro Histórico de Ciego de Ávila, un siglo de arquitectura, el arquitecto Hernando Hernández Prado sostiene que el Teatro Principal es la edificación más relevante del eclecticismo en la ciudad.
Por iniciativa personal de Ángela Hernández, una dueña local de bienes raíces, su contrucción comenzó hace ya un siglo, en 1924. Luego de solo tres años, El Principal se inauguraba al público el 2 de marzo de 1927.
Del proyecto de la obra se encargó el arquitecto Francisco Rodríguez Ubals, y del decorado los artistas italianos Geovani D’ Marco y su hijo Giacono.
Hernández Prado califica al teatro de majestuoso y desgrana sus virtudes arquitectónicas: falso techo de yeso, adornado con motivos florales, balcones interiores enlucidos con pasamanos de bronce, escaleras y laterales enchapados de mármol blanco; elementos decorativos propios, como los modillones, cornisas y frisos.
Según el experto, todavía es el símbolo del periodo ecléctico de Ciego de Ávila y pese a su decadencia, muestra elementos constructivos de la época: fachada con pretil en la balaustrada y doble cornisa de gola recta que se apoya sobre modillones, el friso liso y el arquitrabe decorado con guirnaldas.
En la entrada principal se aprecia un frontón rectangular con el nombre de la instalación, sobre dos pares de columnas monumentales de capitel compuesto, fuste estriado y pedestales rectangulares.
Por su parte, los vanos de carpintería de la tercera platea tienen forma de arco de medio punto, con molduras marcadas a su alrededor.
Por cada puerta-ventana se accede a un pequeño balcón que se apoya sobre ménsulas (voladizos) decoradas.
La puerta principal presenta un atractivo trabajo de marqueteado de madera y ebanistería, con acentuada influencia ecléctica, describe el experto Hernández Prado.
De acuerdo con Granma, el inmueble alternó sus funciones con la de cine hasta finales de los años 70, cuando fue sometido a una reparación capital.
Entonces lo más visible fue la climatización del local y el cambio del mobiliario original de la platea por confortables lunetas de importación.
La Casa de Cultura ubicada en boulevard avileño también se incluye en una situación similar con un deterioro avanzado y que va aumentando el arco presupuestario que necesitará para poder repararse a medida que pasa el tiempo.
Es extraño que eso ocurra, será en esa provincia, no he leído ni escuchado sobre algo así