La selección cubana de fútbol cayó 1-3 ante Trinidad y Tobago en el último partido de la fase de grupos de la presente Liga de Naciones de CONACACAF, sentenciando de esta forma su descenso al nivel B de la competición. La situación era hasta cierto punto impensable hace algunos meses, cuando la isla arrancó el torneo con un empate ante la poderosa Jamaica.
Teniendo eso en cuenta y la suerte que nos había tocado en el sorteo, no se puede sino calificar este desenlace como fracaso. El calendario nos era mucho más favorable que en la edición anterior, con solo un partido ante un rival de peso y tres contra selecciones de un nivel similar al cubano, por lo que el objetivo de la permanencia se avizoraba. Además, después del sorpresivo punto que se logró sacar ante Jamaica en el debut, soñar con los cuartos de final no era descabellado.
La realidad nos propinó el primer golpe justo 4 días después, cuando dejamos escapar ante Nicaragua 2 puntos que, a la postre, fueron determinantes. El partido frente a los pinoleros parecía controlado, pero todo comenzó a tambalearse tras saltar a la cancha varios de los jugadores de la selección Sub-20 y, como se veía venir, terminamos cediendo el empate en el descuento.
A pesar de las advertencias de la afición y prensa especializada sobre la falta de profundidad en las convocatorias, se continuó poniendo la juventud por encima del rendimiento y para esta segunda y decisiva ventana se repitió la dosis de las convocatorias anteriores.
Y vaya si costó. Si bien en el primer partido ante los trinitarios se practicó el mejor fútbol que se había visto bajo el mando del técnico Yunielys Castillo, este encuentro nos dejó un empate a 2 goles y 3 importantes bajas para el último examen de la lid.
La lesión de Alejandro Delgado y las tarjetas amarillas recibidas por Karel Espino y Rey Ángel Rodríguez obligaron a improvisar una alineación titular con lo justo para el segundo encuentro. Dairon Reyes, nuestro creador de juego, fue relegado a la mancuerna en el centro del campo, mientras Mario Peñalver salió en el once como parte de una línea de 5 defensores, entre los que no se encontraban Jorge Luis Corrales y Modesto Méndez, 2 zagueros con aptitudes y experiencia, ambos apartados de las convocatorias hace algunos meses. Resultado final: derrota y descenso.
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— Concacaf Nations League (@CNationsLeague) October 15, 2024
Desde la salida de Pablo Elier Sánchez del banquillo de la absoluta, nuestros llamados se han convertido en un mar de despropósitos. Jugadores que ni siquiera eran titulares en sus equipos provinciales han sustituido a futbolistas con calidad y experiencia en el fútbol profesional, algo que el actual estratega justificó con la necesidad de fogueo a los jugadores de la selección Sub-20, pero que ha prevalecido en el tiempo aun después del Premundial de esa categoría.
El proyecto iniciado hace poco más de un año fracasó. La Asociación de Fútbol de Cuba (AFC) debería reconocer que la apuesta por los jóvenes no funcionó, que la renovación forzada fue un error y la causa principal del descenso. Ante este escenario, se impone retomar el equipo que teníamos y no el que quisieron construir a la fuerza.
Desde los números, la estadística pura y dura, hay evidencias contundentes de por qué este proyecto no fructificó. Tras la llegada de Castillo al mando de la selección y el inicio de la renovación forzada, se han ganado solo 2 de los 11 partidos disputados, en los cuales se han marcado 6 goles y se han recibido 21.
Lo más triste no es el descenso, sino la forma en que han alejado a la selección de la gente. Queda en la memoria la algarabía que despertaban aquellos primeros llamados de los legionarios. En la calle y en las redes sociales no se hablaba de otra cosa. La ilusión era palpable. Había una poderosa identificación con aquel grupo de jugadores.
A día de hoy, la afición no se identifica con este nuevo proyecto que ha ido tropezando durante el último año. Esto sería un problema, incluso, si hubiera resultados. El fútbol es para la gente.
La selección absoluta volverá a la cancha en noviembre, cuando deberá afrontar un repechaje para ganarse el derecho de jugar la ronda preliminar de la Copa Oro 2025. Al parecer, nuestro rival en dicho repechaje será Belice, con quien se estarían disputando partidos de ida y vuelta para determinar quién se lleva este importante cupo. Esperemos los siguientes pasos de la AFC de cara a esos choques.
Usted ha sido bien claro en su artículo, queda ahora que las ACF haga lo correcto, todos los países de este planeta convocan a sus mejores jugadores de las diferentes ligas, con dos propósitos, uno, divertir , dar un buen espectáculo a su afición , que se sientan identificados con el equipo y dos, ganar, poner el nombre de la selección en alto, entonces se debe invertir en un técnico extranjero que nos lleve por ese camino, el pueblo de Cuba y sus jugadores merecen respeto y atención, muchas gracias, espero sus próximos escritos.