El Gobierno cubano creó un Sistema Nacional para el “cuidado integral de la vida”, un instrumento que pretende integrar los servicios estatales y no estatales y coordinar las diferentes políticas, programas y acciones sobre el tema de los cuidados en la isla.
La creación del nuevo sistema fue instituido en un nuevo decreto, publicado este martes en la Gaceta Oficial y firmado por el primer ministro Manuel Marrero. Entrará en vigor a los 60 días de su publicación.
La norma, de acuerdo a sus disposiciones generales, busca promover “un cambio cultural” relacionado con la forma en que “se organizan los cuidados en la sociedad cubana” en beneficio “de las personas que lo necesitan y de las que lo brindan”.
La misma ve la luz en momentos en que el país atraviesa una severa crisis económica que ha reducido drásticamente el poder adquisitivo de los cubanos y ha golpeado duramente a las familias y a las personas más vulnerables, social y económicamente; entre ellas a quienes requieren atención constante o deben dedicarse a cuidar a familiares o allegados.
También, se instituye cuando la isla vive una sostenida y considerable oleada migratoria, a la par de un significativo envejecimiento poblacional y decrecimiento demográfico, que tensa aún más su ya de por sí lastrado panorama socioeconómico.
Según el texto, los cuidados son “la función social de asistencia y apoyo que se materializa por medio de un trabajo, remunerado o no, destinada a maximizar la autonomía y el bienestar de las personas que, por razón de la edad, enfermedad o discapacidad, se encuentran en una situación de dependencia y requieren ayuda para la realización de los actos esenciales de la vida diaria”.
El Sistema
De acuerdo con la norma aprobada, el nuevo Sistema Nacional para el “cuidado integral de la vida” persigue “contribuir a que los cuidados se redistribuyan entre los diferentes actores sociales y económicos, y al interior de las familias, sin discriminación de ningún tipo”.
Además, pretende “reconocer la importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida y el desarrollo”, “favorecer la autonomía y bienestar de las personas que requieren cuidado”, así como de las personas cuidadoras, a la par de reconocer la labor de estas últimas.
Entre sus componentes se cuentan los servicios estatales y no estatales, las regulaciones, la formación y capacitación, la información y conocimiento público, y la comunicación.
Los servicios contemplados incluyen los brindados tanto por personas naturales como jurídicas en instituciones de acogida o en el propio hogar de las personas que necesitan cuidados, así como servicios a distancia y ayudas técnicas.
Para los cuidadores, por su parte, contemplan servicios de capacitación, certificación, de apoyo y respiro, y licencias con o sin retribución en el ámbito laboral, mientras que para las familias y la sociedad busca eliminar “estereotipos sexistas y discriminatorios”, y reconocer y redistribuir el trabajo de cuidados.
Finalmente, establece mecanismos a nivel nacional, provincial y local para la implementación, monitoreo, control y evaluación del propio sistema, y confirma al presupuesto del Estado como “la principal fuente de financiamiento para los servicios de cuidados”, al que se suman los “recursos propios de las personas o familias” y “otras fuentes” que defina el propio Gobierno.
Hablan las autoridades
Al presentar la nueva normativa a la prensa, Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), definió al Sistema como “un escalón desde lo legal para reducir desigualdades en torno al tema y el reconocimiento social de la labor de los cuidadores, que en muchas ocasiones constituyen formas de trabajo no remunerado”.
Según Amarelle Boué, dicho instrumento permitirá “dar respuesta a una serie de problemáticas que afrontan en gran medida las cubanas que se ven obligadas en algunos casos a renunciar a sus proyectos de vida para encargarse de estas tareas”, reseña la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Por su parte, Martha Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, aseguró a la prensa que el decreto “recoge la visión de país y la voluntad del Gobierno cubano de inculcar una cultura de cuidados responsable que tribute al desarrollo social y espiritual de la nación”.
Al respecto, resaltó la necesidad de “perfeccionar los servicios ya existentes e incrementarlos para elevar con esto la calidad de vida de la población”.
Para Feitó Cabrera esta perspectiva “parte principalmente del reconocimiento del trabajo no remunerado de las personas que dentro de un núcleo familiar se encarga de estas labores, así como el respeto a sus derechos en un compromiso social dual tanto para con quien requiere los cuidados como para los propios cuidadores”, señala el reporte.
Las autoridades explicaron que “se toman acciones de cara a la implementación de la norma”, la cual, dijeron, “se medirá en períodos quinquenales mediante indicadores concretos por parte de la Comisión Gubernamental para la Atención a las Dinámicas Demográficas, como organismo encargado de llevar a vías de hecho la legislación”.
Aquí en caimito que es cuba esos planes tan humanitarios nunca se han visto ..