Los sismos que sacudieron el oriente cubano este domingo podrían tener réplicas durante los próximos meses, según confirmó un reconocido experto de la isla.
El Doctor en Ciencias Bladimir Moreno Toirán, presidente del Consejo Científico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), explicó a Granma que estas réplicas “deben disminuir en la medida que pase el tiempo”.
No obstante, el especialista no descartó “la ocurrencia de un sismo de mayor magnitud”, por lo que, dijo, se mantiene una “vigilancia permanente” desde el punto de vista sismológico.
Moreno Toirán recordó que desde el 25 de mayo de 1992 no ocurría “un terremoto de gran magnitud y con afectaciones importantes” en Cuba.
“En aquel entonces fue de 6.9, localizado en Cabo Cruz, Granma; por lo que los de 6.0 y 6.7 —que ocurrieron este domingo—, marcan una pauta en la historia sismológica cubana”, consideró.
El experto precisó que los dos movimiento telúricos de ayer tuvieron epicentros muy cercanos al del sismo de 5.7 en la escala de Richter que afectó a Pilón en febrero de 1976, y “es menester acotar que uno de 6.7 tiene una longitud de ruptura en la falla tectónica de aproximadamente 35 kilómetros, lo que implica que se produzcan réplicas a lo largo de esta, tal y como ha acontecido”.
Hasta la tarde del propio domingo se habían producido unas 300 réplicas, de ellas 15 perceptibles. Esa cifra ascendió a 495 réplicas hasta las 9:00 de la noche, con 20 perceptibles en la provincia de Granma, y publicaciones posteriores refieren más de 800 hasta las 7:00 AM de este lunes.
Aunque de manera oficial no se han reportado fallecidos por los sismos, sí se conoce de personas lesionadas. También se registran daños en viviendas e instituciones estatales, así como deslizamientos de tierra y afectaciones en la infraestructura eléctrica, principalmente en Granma, si bien hay reportes de perceptibilidad en todas las provincias orientales y en el centro de Cuba.
Daños en construcciones, deslizamientos y más de 300 réplicas tras los sismos de este domingo
Otros sismos importantes
Si bien los expertos recuerdan que en toda Cuba pueden ocurrir —y de hecho, han ocurrido— movimientos telúricos, es la falla Oriente la que concentra la mayor cantidad de eventos y también la mayoría de los más fuertes registrados en la isla.
Entre estos se cuentan los de Santiago de Cuba en 1852 y 1932, con magnitudes de 7.3 y 6.7 grados respectivamente, los que causaron importantes daños en esa ciudad y se sintieron en la región oriental y más allá.
El doctor Enrique Diego Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional del Cenais, recordaba este domingo en Facebook otros sismos significativos en la parte oeste del suroriente cubano.
En particular, el especialista citó el temblor del 19 de febrero de 1976 de 5.6, cerca de Pilón, y el del 25 de mayo de 1992, de 6.9 de magnitud, con epicentro en las cercanías de Cabo Cruz y que se sintió hasta en ocho provincias cubanas.
Más cercano en el tiempo, apenas en enero de 2020, un fuerte terremoto de 7.1 en la escala de Richter tuvo su origen a 125 kilómetros al suroeste de Cabo Cruz y fue perceptible en todo el territorio nacional.
Sin embargo, a pesar de su fuerza, al localizarse profundo en el mar y bien alejado de tierra — incluso ligeramente más cercano a Jamaica— no dejó afectaciones de importancia, como sí hicieron los de este domingo u otros de menor fuerza pero mucho más cercanos a la isla.
De acuerdo con el Cenais, Cuba registró 14 sismos perceptibles en 2023 y este año se habían registrado 12 antes de los del domingo.
Estos eventos ocurren en momentos en que Cuba todavía se recupera del impacto de los huracanes Oscar —en el extremo oriental— y Rafael —en el occidente—, así como de intensas lluvias y desconexiones de su sistema eléctrico, en medio de una severa crisis económica.