Para ser buen maestro hay que tener vocación. También para ser astronauta, carpintero, bailarín o ciclista. Para ser cuidador o cuidadora, igual. O por lo menos esa es la premisa en TaTamanía, la primera pyme de cuidadores en Cuba.
TaTamanía surge en el 2023 casi de casualidad. Nunca fue un sueño familiar la creación de una empresa para cuidar a personas mayores, pero un emprendedor sabe reconocer una buena oportunidad, y esta no fue la excepción. Yadira Álvarez es médico pediatra y su esposo Rolando Pérez es ingeniero informático; ella actualmente es la presidenta y él la secunda en esta mipyme. Ambos supieron interpretar la ley que los amparaba para convertirse en una empresa que ofrece servicios de cuidados a personas de la tercera edad y en situaciones de discapacidad.
“Una amistad mía que vive en el extranjero fue la primera en preguntarme si conocía a alguien que se dedicara a este tipo de tareas pero de forma profesional, y automáticamente nos puso a pensar. Estaban creadas las condiciones externas para que pasara, había una demanda en el mercado que no estaba siendo cubierta por ningún emprendimiento y nosotros teníamos la capacidad para asumir el reto”.
“Desde que comenzamos a esbozar la idea, se veía venir una oleada de la emigración —agregó— lo que conllevaría que gran parte de la población envejecida se quedara sola y con necesidad de recibir cuidados”.
Hasta ese momento no se había aprobado ninguna mipyme que brindara este servicio, y es que muchos pensaban que era una de las actividades económicas que estaban prohibidas.
“Comenzamos a operar el 16 de enero de 2023; desde ese momento no hemos parado. En septiembre de ese año me dieron la liberación de Salud Pública y asumí la presidencia de la empresa”.
Yadira reconoce que estos dos años han sido de entrenamiento y aprendizaje para perfilar el trabajo. Ni ella ni su esposo habían emprendido antes en el sector privado: “nos atrevimos de locos para hacer algo en este contexto actual; podemos decir que hemos aprendido mucho”.
Un año después de haber sido aprobada TaTamanía, surgieron cuatro empresas homólogas. Algunas tenían un camino recorrido como Trabajadores por Cuenta Propia (TCP), otras comenzaron de cero.
El cuidador ideal
Como dicen por ahí: cuando un carpintero tiene clavo y martillo, no hay madera; cuando aparece la madera no hay serrucho; y cuando se juntas todas, el carpintero se va de vacaciones. Emprender en Cuba no es fácil.
Pero, ¿qué se necesita para mantener un emprendimiento de cuidados a personas mayores?
Aparentemente es fácil si existen cuidadores y personas a las que cuidar. Pero en realidad mantener una empresa profesional que garantice un servicio óptimo no es tarea sencilla.
“Cuando alguien nos contacta, primero preguntamos las características de las personas que vamos a cuidar. En esa entrevista establecemos cuál sería el cuidador ideal de los que están en nuestra bolsa de empleo, porque tiene que haber una correlación entre el cuidado que necesite esa persona y el cuidador”, comenta Yadira.
“Para empezar a cuidar, comenzamos por un período de adaptación —aclara Rolando— porque respetamos mucho la autonomía y los derechos de la persona mayor. Hemos llegado a hogares donde ha sido la primera vez que a un cuidador le han permitido entrar”.
Empatía, profesionalidad y vocación para servir, son las principales características que buscan en los miembros del equipo.
Fue la hija de Yadira y Rolando la que le puso el nombre a este emprendimiento.
“Nuestra hija le dice a la abuela Tata. Son muy cercanas y todo el rato se están hablando. Un día, luego de escucharla decir mil veces “Tata”, le dije que esa manía me tenía loco… Y así, juntando palabras, nos gustó mucho como sonaba TaTamanía”, confiesa Rolando dejando escapar una sonrisa.
Cuidados a domicilio
En TaTamanía hay algo muy claro: el cliente es el que paga y el que recibe el servicio es el usuario.
“El servicio consiste en acompañamiento y asistencia, que puede ser desde acompañar todo el día a esa persona a dar un paseo, a un turno médico, a hacer las rutinas cotidianas: regar las plantas, juegos de mesa; la asistencia consiste en brindar cumplimiento de tareas domésticas y practicar ejercicios de estimulación cognitiva, precisamente para que la persona mayor no pierda habilidades. Puede ser ejercicios para estimular la memoria, fomentar la lectura, entre otros. El servicio doméstico incluye solo el cuidado y la limpieza de las áreas de la persona mayor, así como el lavado de su ropa o la cocción de sus alimentos. Aclarando que no son servicios que estén en oferta para toda la familia, en caso de que el anciano conviva con otras personas en la misma casa”, especifica Rolando.
“La mayoría de nuestros cuidadores tienen un conocimiento sobre el área de salud porque vienen del área de la medicina, pero hay otros que no y son igual de buenos. En todo momento aclaramos que, aunque un cuidador sea médico, eso no lo faculta para medicar a la persona que está cuidando. Los medicamentos que cada persona adulta consume son recetados por su médico, con estricto cumplimiento”.
Supervisión constante
Las experiencias negativas han sido prácticamente nulas. “Esas son las ventajas de contratar a TaTamanía”, refiere Rolando y agrega que entre sus requisitos está la firma de un contrato con el cliente, pero también con el cuidador. “Es muy difícil que haya algún tipo de problema porque además tenemos una supervisión constante del trabajo”.
“La confidencialidad que deben mantener nuestros trabajadores es primordial. Es indispensable mantener en anonimato el entorno privado del hogar en el que laboran nuestros cuidadores. Hay que respetar mucho la confianza que depositan en nosotros las familias que nos abren las puertas de su casa”.
Y eso lo sabe bien Alina Estévez, anteriormente contadora en una empresa estatal, pero que ahora espera jubilarse en TaTamanía.
“Me gusta el trabajo que hago; lo de ser cuidadora creo que lo he practicado siempre porque mi familia es muy longeva y yo he cuidado a casi todos mis parientes. Ahora llevo dos meses cuidando a una señora, pero anteriormente había tenido experiencia en hospitales. En la agencia tenemos que estar listos para lo que sea”, explica Alina.
Marta Conde es la señora que Alina cuida, o más bien acompaña. Tiene 76 años y aún se mantenía trabajando cuando sus caderas, hace apenas unos meses, le exigieron un reposo indefinido. Ella sabe que no volverá a su centro laboral, a su sala del Centro Cardiovascular donde cuidaba a los pacientes extranjeros que reciben atención médica en Cuba.
“Si una cosa extraño es pasar por las salas y decirle a todos cuando llegaba: good morning, y luego cuando me iba: have a good day, sweet dreams. Desde que me operé de las caderas casi no salgo de la casa, solo a cosas muy específicas. Mi suerte ha sido Alina que desde que llegó me ha apoyado muchísimo. Yo no tengo familia en Cuba, soy viuda y mi único hijo murió hace varios años. Lo único que tenía era a mi nieta y a mi nuera, pero se fueron del país. Ellas fueron las que contactaron a la agencia y me pusieron una cuidadora. Se los agradezco mucho”.
Homólogos, no enemigos
TaTamanía no nació en La Habana, sino en la provincia más oriental del país, Guantánamo, de donde son los dueños. Por eso no fue casual que, cuando hubo posibilidad de ampliar la empresa, fuera allíí donde se abriera la primera oficina.
Yadira agrega que el temor de fracasar estuvo latente, porque su tierra es una de las más pobres del país, y el servicio que ofrece TaTamanía es de calidad pero no es económico. “Felizmente nos sorprendió y es una de las que mayores resultados tiene hoy en día”.
Luego se incorporaron oficinas en Granma, Holguín, Camagüey, Villa Clara y, últimamente, Santiago de Cuba.
Además de las oficinas de TaTamanía, hay otras cuatro pymes que ofrecen servicio similar en otras provincias. A ninguna Yadira y Rolando las reconoce como competencia; todo lo contrario.
“En Cuba hay 2,6 millones de personas mayores de 65 años, y actualmente solo existen cinco empresas de este tipo en el país. Es imposible abarcar las necesidades reales, porque por mucho que queramos hacer, entre las cinco solo podemos tener 500 trabajadores, 100 por cada una, como permite la ley”.
Y como no pueden modificar los permisos de trabajo, pues entonces tratan de aportar desde otras áreas. “Estamos humanizando más los cuidados y apostando por la tecnología —comenta Rolando—, por eso nos vinculamos al Instituto de Neurociencia y a SALYAN, para desarrollar una serie de productos que sirvan para los cuidados”.
Software para cuidados
Desde el área de la informática la familia también aporta. Rolando, además de ser el vicepresidente de TaTamanía, es el creador de SALYAN, dedicada al área tecnológica. “Cuando creamos la otra empresa de alguna forma también estaba conectada con el adulto mayor. No nos interesaba convertirnos en otra empresa de tecnología, si no perfilarnos para asesorar productos tecnológicos para el área del adulto mayor”.
“Desde el punto de vista cognitivo, existen herramientas en el mundo que en Cuba hasta el momento era imposible pensarlas. En nuestra empresa tenemos los recursos humanos suficientes para hacer tanto software como hardware, con productos que serán puestos en práctica en los clientes de TaTamanía, y que posteriormente serán comercializados en el mercado general”.
“Apostamos a que se creen más emprendimientos en torno al cuidado”, puntualiza Yadira. Por eso estamos organizando el “I Coloquio de técnicas y experiencias para cuidadores de personas mayores” para el próximo marzo. Creemos que compartir experiencias con todos los proyectos que hagan algo similar a nosotros será la clave del éxito”.
Yadira insiste en que los actores económicos de la Cuba de hoy tienen que unirse, no importa si son estatales o privados, porque somos una sola Cuba. “No podemos seguir de espaldas unos a otros. No podemos vernos como competencia sino como aliados”.
2025 promete
“El éxito de nuestra agencia indudablemente radica en la selección del personal”, dice con orgullo Rolando y agrega que “la comunicación ha sido otra de nuestras ventajas. Podemos decir que el ciento por ciento de los clientes llegan por redes sociales. Tenemos un equipo de marketing en el que confiamos y nos han respondido muy bien. Detrás de TaTamanía hay un grupo de trabajadores que no se ve, pero que ha apostado por el trabajo en equipo desde el día uno. Eso es un reto, mantener esa armonía para garantizar el ritmo de trabajo”.
Indudablemente, para Yadira y Rolando la tarea que aún no han podido cumplir como la soñaron es potenciar la responsabilidad social empresarial, porque primero hubo que capitalizar la empresa, para que sus propios ingresos facilitaran crear ayudas a personas vulnerables.
“Es esencial trabajar en la responsabilidad social. Nosotros tenemos cinco capacidades para aquellas familias que no tienen la posibilidad de pagar el servicio completo y les ofrecemos planes con descuentos. Ni siquiera los escogemos al azar, sino que, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública o de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), valoramos casos específicos que necesiten de nuestra ayuda”.
“Actualmente, el primer sábado de cada mes, en asociación también con la FMC, hacemos un grupo de acciones a personas mayores en casos críticos que viven en Marianao. Le lavamos, le limpiamos, le realizamos un aseo profundo, casi siempre le llevamos una caldosa y algo de donación. Para estas acciones nos apoyamos en la mipyme Mercatoria”.
Pero para mantener esas acciones la empresa tiene que seguir creciendo. Por eso el año próximo lanzarán un nuevo servicio de comercialización de productos para personas mayores o con discapacidades. Hoy en Cuba se dificulta mucho comprar una silla de ruedas, un bastón, una cama Fowler, material gastable desechable.
TaTamanía aspira también a convertirse en la primera tienda en Cuba que comercialice este tipo de productos. “Y no estamos pensando solo en la comercialización –exalta Rolado—, sino en la renta, y luego que el cliente no quiera seguir usando esos productos la tienda puede comprarlos y remanufacturarlos para volverlos a comercializar”.
“Tenemos muchos otros planes para el 2025, pero no los vamos a decir todos porque queremos que se den —dice supersticiosa Yadira— Hay sorpresas. ¡Todos se van a poder hacer!”
Las tarifas son muy elevadas para la mayoría de personas en Cuba.
En uruguay el gobierno socialista de Tabare Vazquez puso un sistema gratis de cuidado para enfermos cronicos y que no puefen pagar
Esto es muy necesario en casos especiales. El gobierno debería tomar alguna medida adicional a la mypimes pq hay muchos jubilados enfermos y con muy bajo nivel económico que malamente le da para comer..
Una idea genial con tremendas perspectivas . Es obvio que será un servicio que debe pagar la familia que vive en el exterior pero es magnífica
Excelente idea. Hace falta en la Habana.
Excelente, pensar en nuestros mayores.
Cómo contactar con una mupime de éste tipo en La Habana?
Quisiera contratar con ustedes tengo mi Madre Alzheimer