Concejales de Los Ángeles, la segunda mayor ciudad de Estados Unidos, aprobaron por unanimidad declararla santuario para los inmigrantes en momentos en que las jurisdicciones liberales se preparan la ofensiva de Trump una vez instalado en la Casa Blanca.
La medida prohibirá usar recursos o personal para llevar a cabo las leyes federales en materia migratoria.
Trump ha nominado a personal de línea dura para aplicar sus promesas de campaña sobre deportaciones masivas de indocumentados.
Los gobiernos locales de corte liberal, con el del estado de California al frente, tratan de establecer barreras contra lo que consideran excesos de la nueva presidencia de Trump.
Trump planea detenciones y deportaciones masivas de inmigrantes si regresa a la Casa Blanca
Los concejales también aprobaron una cláusula de urgencia para que la declaración de santuario entre en vigor diez días después de que la promulgue la alcaldesa Karen Bass.
El Partido Republicano en Los Ángeles no demoró en criticar la decisión municipal y dijo que favorece a gente que entró de forma ilegal y cometió otros crímenes.
El diario La Opinión señaló que los trabajadores agrícolas de California están preocupados por la amenaza de deportaciones masivas. Cerca de 50 %, unos 200 mil, son indocumentados.
De acuerdo con expertos, el sistema alimentario de Estados Unidos colapsaría si los inmigrantes que se emplean en ese sector fueran expulsados, dada la escasez de mano de obra.
California produce más de un tercio de las verduras y tres cuartas partes de las frutas y frutos secos de la nación, según informes oficiales del estado.