Los 15 meses de guerra, en los que Israel aplicó el principio de tierra arrasada, convirtieron a la pequeña y superpoblada Franja de Gaza es un territorio inhabitable de 365 kilómetros cuadrados que ha perdido a cerca de 3 % de sus habitantes.
“No se pueden ignorar los retos políticos, dada la magnitud de la destrucción material y humana que ha vuelto Gaza inhabitable”, afirma Xavier Guignard, experto en cuestiones palestinas del gabinete de investigación Noria Research, citado por un despacho de la agencia francesa de prensa.
Con un caos reinante en todo el enclave, la situación humanitaria es catastrófica. Sus antecedentes antes de esta última guerra eran alarmantes, dado el alto nivel de pobreza y desempleo derivados del bloqueo israelí impuesto en 2006, a partir del triunfo en las urnas del movimiento de resistencia Hamás.
La ONU estima que la reconstrucción del territorio, con más de la mitad de sus estructuras destruidas, llevará hasta 15 años y costará hasta 50 mil millones de dólares.
A los severos y extendidos daños a las infraestructuras básicas, incluida la red de distribución de agua, se suma que la casi totalidad de una población de 2,4 millones de personas se ha visto desplazada al menos una vez por los bombardeos y los combates, según la ONU.
La mayoría de los niños no fueron a la escuela durante más de un año, y solo un puñado de hospitales permanecen parcialmente operativos.
Cuantificaciones de la devastación
De acuerdo con UNITAR, el centro de investigación de la ONU, se calculó que al año de la guerra en toda la franja de Gaza se habían destruido 163 778 edificios, es decir, 66 % del total.
Una estimado de la Universidad estadounidense de Oregón apunta a una cifra parecida: el 58,7 %.
Empero, la destrucción en Gaza no se limita a las ciudades. Dicha fuente estima que entre 64 % y 70 % de los campos de los cultivos de árboles han sido destruidos.
A finales de abril, el Monitor Euro-Med de Derechos Humanos estimó que se lanzaron aproximadamente 70 mil toneladas de bombas sobre Gaza, durante el período de seis meses comprendido entre el 7 de octubre y el 24 de abril.
“Se estima que Israel ha arrojado más de 70 mil toneladas de explosivos en la Franja de Gaza, además de sus operaciones de demolición, lo que ha provocado la destrucción de todos los edificios a una distancia de hasta un kilómetro en el este y el norte de la Franja para crear una llamada zona de amortiguamiento”, según la organización de vigilancia de los derechos humanos con sede en Ginebra.
“A menudo, los planes de reconstrucción dependen de las monarquías del Golfo, en particular Arabia Saudita, que intervienen con apoyo financiero. Pero estas naciones insisten cada vez más en que la era del financiamiento incondicional ha terminado”, consideró Xavier Guignard.
Fuentes diplomáticas confirmaron a AFP que los países árabes han exigido, como condición para una ayuda financiera, que se emprenda un proceso político para crear un Estado palestino.
Reconstrucción postconflicto: ¿ Qué actores la gestionarán?
Otras de las cuestiones peliagudas a determinar es qué entidad gestionará la reconstrucción del enclave, pues Israel se niega a un gobierno postbélico en manos de Hamás, el cual por otra parte afirma estar de acuerdo, según fuentes palestinas citadas por AFP, en trasferir los asuntos civiles de Gaza a una entidad civil palestina.
“En 2014, después de la guerra anterior, Hamás no se involucró directamente en la reconstrucción y mostró flexibilidad al aceptar un comité externo”, recordó Yaser Abu Hein, un analista político palestino.
Los líderes palestinos de todas las facciones han enfatizado durante mucho tiempo que el futuro de Gaza es una decisión que les corresponde a ellos, rechazando cualquier interferencia extranjera, resaltó el despacho de AFP.
Sin embargo, esa posición choca frontalmente con Israel, cuyo primer ministro, Benjamin Netanyahu, se ha negado hasta ahora a que Hamás o Al-Fatah tengan un papel en la gobernanza de Gaza postconflicto.
Durante las negociaciones en El Cairo, los representantes de Hamás y Al-Fatah acordaron que Gaza podría ser gobernada por un comité de personalidades independientes bajo la égida de la Autoridad Palestina.
Mundo árabe, reacciones
Varios países árabes pidieron este miércoles a la comunidad internacional iniciar la reconstrucción del enclave palestino.
El ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, Abdalá Bin Zayed, reiteró la firme posición de su país respecto a la necesidad de “entregar de forma urgente y sostenible ayuda humanitaria a los necesitados y permitir su flujo por todos los medios y sin obstáculos”con el objetivo de poner fin a las críticas condiciones humanitarias que enfrentan los civiles desde más de 15 meses.
En paralelo, su homólogo jordano, Ayman al Safadi, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para poner en marcha una operación inmediata a fin de ingresar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, y subrayó la importancia de iniciar un esfuerzo real para reconstruir el enclave.
Ambos coincidieron en reivindicar nuevos esfuerzos para consolidar la creación de un Estado palestino independiente, con Jerusalén este como capital, sobre la base de la solución de dos Estados “para vivir en seguridad y paz junto a Israel” y “como única vía para lograr una paz justa e integral en la región”.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí destacó “la necesidad de respetar el acuerdo y poner fin a la agresión israelí contra Gaza, así como la retirada completa de las fuerzas de ocupación israelíes de la Franja y de todos los demás territorios palestinos y árabes, y el retorno de los desplazados a sus zonas”.
Por lo pronto, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, de viaje oficial en Líbano y Siria, confirmó este miércoles en Beirut que España tiene preparado un primer paquete de ayuda humanitaria por valor de 24 millones de euros, que podría alcanzar los 50 millones “con mucha rapidez”.