La primera edición del Premio al Mejor Emprendedor del Año 2024, convocado por OnCuba y la embajada británica en Cuba, recayó sobre Yucasabi SRL, una empresa privada que gestiona ya dos restaurantes y se especializa en la producción y comercialización del casabe, un pan ácimo hecho con harina de yuca que proviene de la dieta precolombina del Caribe.
“Se trata de un negocio con más de dos años de actividad, enfocado en el rescate y, por consiguiente, la estimulación de la producción del casabe a partir de la yuca, un producto de importancia nutricional, cultural e histórica”, fundamentó el acta del jurado del premio, anunciado este lunes en la residencia del embajador británico en La Habana, Sir George Hollingbery.
Integrado por la Dra. Ileana Díaz, profesora Titular, investigadora del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana; la MSc. Milena Recio, directora editorial de OnCuba y el Lic. Osvaldo Pupo, periodista, oficial de la UNESCO en La Habana, el jurado también ponderó las varias asociaciones y encadenamientos de Yucabasi, así como su capacidad distribuidora y exportadora hacia nichos locales y del Caribe.
“Esta primera edición del Premio nos ha dejado muchos aprendizajes y experiencias a quienes hacemos OnCuba. Nunca habíamos realizado una iniciativa como esta y llegamos a su final más conscientes de las posibilidades que tenemos para ayudar al crecimiento y la maduración del sector emprendedor cubano”, manifestó un comunicado leído por la periodista Lied Lorain, en representación de nuestra plataforma de comunicación.
“En nombre de Hugo Cancio, director general de OnCubaNews; de Milena Recio, directora editorial, y de todo nuestro equipo de trabajo, extendemos nuestro agradecimiento también a todos los concursantes que sometieron sus propuestas, y en particular al que ha resultado ganador”, enfatiza el documento.
Mantener a flote la tradición
Sorprendida por el premio, que fue disputado por una decena de finalistas, Yudisley Cruz, presidenta de Yucasabi, dijo que el equipo de trabajo del emprendimiento “se ha enamorado del valor cultural que tiene el casabe” y desde los inicios del negocio resolvieron unir esfuerzos para “que el producto sea uno de los platos que se reconozcan dentro de la cocina cubana”.
“Que muchas personas lo incorporen a su dieta y aspiramos a que sea tan reconocido culturalmente como lo es el taco entre los mexicanos”, citó a guisa de ejemplo y, embargada por la emoción, agradeció a las familias por mantener a flote la tradición culinaria del casabe como parte de una identidad de cinco siglos.
“Aspiramos también a que sea una parte de la diplomacia gastronómica de Cuba”, deseó Cruz, licenciada en Economía y oriunda de Isla de la Juventud, escoltada por su pareja y coemprendedor Herminio López Díaz.
El premio, dotado de 5000 USD que se entregan como fondo de inversión, permitiría al emprendimiento la diversificación de los productos derivados de la yuca y modernizar el proceso productivo que, potencialmente, lo conectaría con mercados en Europa y Estados Unidos.
Yucasabi pone a disposición productos libres de gluten dirigidos a celíacos, veganos y consumidores atentos a la salud alimentaria, y se alinean, en sus procesos, con estándares internacionales de sostenibilidad.
Patrimonio inmaterial
El negocio participó en los esfuerzos para que las prácticas asociadas al casabe fueran reconocidas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, lo cual le ha permitido a esta preparación reforzar su rol como embajador cultural.
Ese hecho fue encomiado en el acto de premiación por la directora de la oficina regional de la Unesco en La Habana, Anne Lemaistre.
“Desde diciembre fue reconocida la práctica del casabe en la lista compartida por cinco países de la región —República Dominicana, Haití, Honduras, Venezuela y Cuba— y eso fue el producto de años de colaboración y de preparación de este expediente”, consideró Lemaistre, quien agradeció a OnCuba y a la legación británica por la iniciativa del premio.
Igualmente, la funcionaria resaltó la herencia indígena africana del casabe, particularmente en las comunidades garífunas afrodescendientes de Honduras, que consumen el platillo, al tiempo que llamó la atención sobre su ingesta en el oriente cubano, en familias que descienden de las comunidades taínas.
Decisión correcta
Para el embajador Hollingbery, la entrega del galardón fue una de las últimas actividades al frente de la embajada, pues termina su servicio en la isla, un destino elegido por él.
“Tomé la decisión correcta. Muchos embajadores se toman mucho tiempo hablando con el gobierno y yo he tratado de ser algo más y al final resultó que hablar con las personas, con el pueblo, con los emprendedores particularmente, era la decisión correcta”, afirmó el diplomático, quien en su momento también fue un pequeño empresario en su país.
“Fervientemente, espero que el gobierno cubano comprenda que aquí, en este lugar, lo que hay son amigos y es con esos amigos con los que se puede promover el progreso”, concluyó Hollingbery.