Dan Barry es periodista y fanático del béisbol. No solo eso. Dan Barry es reportero y columnista del New York Times y ha escrito varios libros de crónicas. Ahora está en Cuba para intentar descubrir los misterios de la pelota en la isla y su constante cortejo con las ligas en Estados Unidos.
Veinte años trabajando en uno de los periódicos más influyentes y leídos en Estados Unidos lo llevó a recorrer todo el país para narrar sus historias cotidianas en la columna This Land. También escribió un libro publicado en 2012 sobre el juego de pelota más largo del mundo, cuyo título traducido al español sería: La parte baja del ining 33.
Pero antes de todo esto ganó el Premio Pulitzer de reportajes de investigación junto a un equipo que sacó a la luz la corrupción en el sistema de tribunales de Rhode Island.
En la oficina de OnCuba, en La Habana, nos cuenta de su curiosidad sobre cómo los cubanos acceden a la información sobre béisbol, la posibilidad o no que tienen de disfrutar un partido de las Grandes Ligas en vivo o el seguimiento a los jugadores que abandonaron el país y hoy son estrellas en el norte.
“Hay mucho que contar sobre Cuba, sobre su transformación. Pero yo estoy aquí no para escribir sobre política, sino específicamente sobre béisbol. Tengo que descubrir todavía cuál será la historia, porque el tema del béisbol cubano es bastante grande. Estoy buscando la manera de contar cómo el béisbol puede ser un puente entre Estados Unidos y Cuba y cómo esto puede ser explorado por otros para mejorar las relaciones entre ambos países”, dice Barry.
Sin embargo, hablar sobre béisbol en Cuba es tener a la política agarrando la pluma mientras se escribe…
“Entiendo que la política es una parte importante de esta ecuación sobre el béisbol. Así que no la pienso rodear, sino buscar cómo es que se inserta dentro del tema y cómo se puede seguir adelante. Una de las razones por las que visité su oficina, por ejemplo, es porque estaba intrigado por la manera en que conducen los temas de béisbol en la prensa, cuál es la experiencia de los cubanos con respecto a la Serie Mundial y a los partidos de béisbol en Estados Unidos”.
El tema Cuba sigue despertando interés en el mismo diario que realizó varios editoriales sobre las relaciones entre Estados Unidos y la isla a finales de 2014, y donde de vez en cuando se publica un reportaje destinado a temas interesantes que ocurren a 90 millas.
Por lo pronto, sabemos que los lectores del New York Times tendrán en las próximas semanas un reportaje sobre el béisbol y su vínculo con ambos países. ¿Por qué? Pues porque “hay una apreciación muy alta sobre las habilidades de los jugadores cubanos en las ligas mayores y en el béisbol en general. Estamos hablando de Morales (Kendrys), Puig (Yasiel), Céspedes (Yoenis) y muchos otros. Pero soy lo bastante mayor para recordar, por ejemplo, a Tony Oliva en 1976, jugando con los Minnesota Twins, y a Camilo Pascual…yo los recuerdo a todos ellos. Excelentes jugadores de pelota. Los estadounidenses admiran a estos jugadores porque disfrutan verlos y demostrar sus cualidades en el terreno”.
Una breve oportunidad tuvimos de conversar con uno de los grandes del periodismo estadounidense actual. En su país lo reseñan con gran capacidad para notar los pequeños detalles, con una prosa comparable a la de Walt Whitman y con pericia de detective para la investigación. Así que no dudamos encontrarlo algún día en la peña de pelota en el Parque Central.
Pero el encuentro entre Barry y OnCuba se fue tan rápido, que quizás faltó mencionarle que no hay cubano tan apático como para no opinar sobre béisbol, que muchos tienen la solución a los problemas de la Serie Nacional y que otros dice garantizar la “fórmula” para que ningún pelotero abandone el país. Pero sobre todas las cosas, se nos pasó enseñarle esta caricatura sobre el gran Víctor Mesa.
Les sugiero llevar a este respetable periodista, a la comisión nacional de béisbol para que intente mediante entrevistas directas a los sesudos que dirigen el pasatiempo nacional, descifrar por que lo hacen tan mal, que ocurre que cada día está peor nuestro principal evento deportivo-cultural.
Aquí en Cuba ni Michel Contreras con sus acertados comentarios, logra esclarecer el misterio de la tortuga-béisbol cubano, quizás al Sr. Dan Barry le enseñen la bola escondida en la CNB.