El expresidente de Perú Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, fueron condenados este martes a 15 años de prisión por el delito de lavado de activos.
El fallo, emitido por la Corte Superior Nacional, marca un nuevo capítulo en la lucha contra la corrupción en el país, donde varios exmandatarios han enfrentado procesos judiciales por delitos similares.
La sentencia llega tras un extenso proceso judicial que se prolongó durante más de tres años y una investigación que comenzó en 2016.
El tribunal halló culpables a Humala y Heredia de haber recibido aportes ilícitos de la poderosa constructora brasileña Odebrecht, actualmente conocida como Novonor, y del Gobierno venezolano de Hugo Chávez para financiar sus campañas electorales de 2006 y 2011.
La jueza Nayko Coronado, presidenta del tribunal, señaló que los acusados “se agenciaron dinero de procedencia ilícita” y que los fondos recibidos fueron legitimados mediante mecanismos fraudulentos, constituyendo así el delito de lavado de activos agravado.
Detalles de la condena
La condena impuesta a Humala y Heredia es de 15 años de prisión efectiva para cada uno. Además, el tribunal ordenó la captura inmediata de ambos. Humala, quien estuvo presente en la audiencia, fue escoltado por la policía y trasladado a una carceleta del Poder Judicial a la espera de que se defina el penal donde cumplirá su condena.
Se prevé que sea recluido en una base policial especial para exmandatarios, donde ya se encuentran Alejandro Toledo y Pedro Castillo.
Nadine Heredia, por su parte, no asistió a la lectura de la sentencia y el tribunal dictó una orden de captura en su contra. La exprimera dama se encuentra refugiada en la embajada de Brasil en Lima, a la espera de una respuesta a su solicitud de protección internacional.
El fallo del tribunal también incluye una reparación civil de 10 millones de soles (aproximadamente 2,7 millones de dólares) que ambos deberán pagar al Estado peruano.
El papel de Odebrecht y Venezuela
La investigación fiscal determinó que Humala y Heredia recibieron varios millones de dólares en aportes ilegales. En la campaña de 2011, la constructora Odebrecht habría entregado cerca de 3 millones de dólares al Partido Nacionalista Peruano, liderado por Humala, para financiar su candidatura presidencial.
La jueza Coronado destacó que durante el proceso se presentaron cientos de supuestos aportantes a la campaña, pero al menos 112 de ellos negaron ante la autoridad electoral haber realizado dichos aportes, lo que evidenció la falsedad de los registros y la existencia de fondos de origen ilícito.
Un caso de persecución política, denuncia Humala
Ollanta Humala, un militar retirado de 62 años que gobernó Perú entre 2011 y 2016, negó durante todo el proceso las acusaciones y calificó el juicio una “persecución política”.
Su abogado, Wilfredo Pedraza, consideró la condena “un exceso” y anunció que apelarán el fallo una vez que se conozca la sentencia completa, prevista para el 29 de abril.
La defensa argumentó que no se ha demostrado la procedencia ilícita del dinero y que, en todo caso, si Odebrecht envió fondos a Lima, estos habrían sido sustraídos por el entonces jefe de la empresa en Perú, Jorge Barata, y no entregados a la campaña de Humala.
La sentencia contra Humala y Heredia es la segunda que se dicta en Perú contra un expresidente vinculado al caso Lava Jato después de que Alejandro Toledo fuera condenado en 2024 a 20 años de prisión por recibir sobornos de Odebrecht a cambio de obras públicas.
El caso Odebrecht ha sacudido la política peruana durante la última década, involucrando a cuatro expresidentes: Alejandro Toledo, Alan García, Pedro Pablo Kuczynski y el propio Humala.
Por su parte, Alan García se suicidó en 2019 cuando la policía llegó a su casa para arrestarlo por las investigaciones de corrupción.
Pedro Pablo Kuczynski, de 86 años, renunció en 2018 acorralado por las pesquisas. Alejandro Toledo cumple condena en la misma base policial donde se prevé que Humala será recluido.
La condena a Humala y Heredia podría sentar un precedente para otros procesos en curso, como el que enfrenta Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, quien ha sido candidata presidencial en tres ocasiones y también está investigada por lavado de activos relacionados con aportes de Odebrecht.
El impacto del caso Lava Jato
Odebrecht, que fue uno de los gigantes de la construcción en América Latina, admitió haber pagado sobornos en varios países de la región. En Perú, sus directivos confesaron haber financiado las campañas de casi todos los candidatos presidenciales en las últimas tres décadas, lo que ha generado una crisis de confianza en la clase política y puesto en jaque la institucionalidad democrática del país.
La jueza Coronado subrayó que el proceso contra Humala y Heredia demostró la existencia de una organización criminal que operó para legitimar fondos de origen ilícito, utilizando mecanismos como la simulación de aportes y la falsificación de registros ante las autoridades electorales.
Próximos pasos
El tribunal anunció que la lectura completa de la sentencia se realizará el 29 de abril. A partir de esa fecha, la defensa de Humala y Heredia podrá presentar una apelación. Mientras tanto, ambos permanecerán detenidos y a disposición del Instituto Nacional Penitenciario, que definirá el lugar de reclusión.
La condena ha sido recibida con reacciones divididas en la opinión pública. Para algunos, representa un avance en la lucha contra la impunidad y la corrupción; para otros, es un reflejo de la politización de la justicia en el país sudamericano. Su presidenta, Dina Boluarte, también es investigada por la justicia.
La mandataria está acusada de presunto enriquecimiento ilícito, de una violencia estatal que dejó decenas de muertos y heridos y un presunto delito de cohecho pasivo impropio y omisión de funciones.