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Estados Unidos negó la visa a estudiantes cubanos de la Escuela Nacional de Arte, quienes visitarían la Escuela Secundaria Berkeley de ese país a través de un intercambio cultural.
Según Berkeley High Jacket, la decisión, enmarcada en restricciones migratorias que incluyen a Cuba en una lista de 43 países con veto total, afecta un programa de intercambio entre estudiantes de jazz.
“Para quienes realmente nos preocupamos por el pueblo cubano, Trump ha revertido todo eso”, dijo Sarah Cline, directora de jazz en Berkeley, cuya comunidad escolar lamenta la pérdida de esta conexión.
Las autoridades estadounidenses rechazaron las solicitudes, citando restricciones migratorias. Cuba, incluida desde el 15 de marzo de 2025 en una lista de países con prohibición total de viajes, enfrenta un veto que impide visitas, incluso con fines educativos.
La noticia afectó profundamente a los estudiantes de Berkeley, quienes han viajado a Cuba durante años para colaborar con sus pares cubanos.
A Nicolás Hernández, bajista de último año, le preocupa mucho porque “probablemente no podrán venir aquí durante mucho tiempo debido a los conflictos políticos, y nosotros podemos venir dos veces al año”. Esta disparidad, según Hernández, resalta los privilegios de los estudiantes estadounidenses.
Tanvi Kumar, otra estudiante, destacó las diferencias en recursos. “En Cuba, les costaba encontrar un buen arco para un violín o cuerdas adicionales”, comentó, contrastando esto con las instalaciones de Berkeley.
La experiencia ha sensibilizado a los jóvenes sobre las realidades de la escena musical cubana, marcada por limitaciones materiales pero rica en talento.
Los estudiantes cubanos, formados en un riguroso sistema educativo musical, han inspirado a los de Berkeley. “Sus estudiantes son increíblemente avanzados. Son realmente buenos”, afirmó Cline, subrayando el impacto de los intercambios en el aprendizaje de música latina bailable.
Los viajes previos han permitido a los estadounidenses aprender de maestros cubanos, fortaleciendo su aprecio por géneros auténticos. Sin embargo, las restricciones actuales amenazan con interrumpir este diálogo cultural.
La denegación de visas refleja el impacto de las políticas migratorias en las relaciones culturales entre Cuba y Estados Unidos.