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El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, prestó juramento ayer sábado para un segundo mandato.
Hizo la promesa de “salvar” de las “mafias” al país sudamericano, golpeado por los grupos narcotraficantes aliados con organizaciones ilegales extranjeras.
“Esta es una confrontación directa con estructuras criminales organizadas”, dijo el mandatario de 37 años tras tomar posesión en Quito ante la Asamblea Nacional. Garantizó que “no habrá tregua contra la delincuencia”.
Reelegido en abril tras derrotar a Luisa González, ejercerá un mandato de cuatro años hasta 2029.
Liderada por el expresidente en el exilio Rafael Correa, la oposición sigue denunciando fraude electoral y se ausentó este sábado del acto de la investidura.
Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador oficializa victoria de Daniel Noboa en segunda vuelta
Las acusaciones fueron desestimadas por observadores internacionales.
El empresario llegó por primera vez a la presidencia ecuatoriana en 2023 luego de unas elecciones anticipadas y en medio de una ola de violencia sin precedentes atribuida al narcotráfico.
Durante su primer año de mandato los homicidios cayeron, lo que atribuyó a su política de mano dura contra el crimen y a la declaratoria de conflicto armado interno, que le permite al presidente desplegar a las Fuerzas Armadas en las calles y cárceles.
Entre enero y abril de 2025 Ecuador registró 3 084 homicidios, lo que convierte este inicio de año en el más violento desde que se tiene registro.
“Yo sé que mi deber no es alejarme de un conflicto porque nunca se había resuelto antes. No es mirar hacia otro lado para ahorrarme el desgaste que significa luchar contra criminales que se han creído dueños del país durante años”, recalcó.