El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, mantuvieron este jueves una conversación telefónica centrada “casi exclusivamente” en la guerra comercial entre ambos países, la cual fue calificada por Trump como “muy positiva”.
Justo este miércoles, Trump había dicho que le gustaba el presidente chino, pero era “muy duro y extremadamente difícil llegar a un trato con él”. Sin embargo, tras la llamada, el estadounidense ha suavizado la postura.
Durante el intercambio, que duró aproximadamente una hora y media, Trump informó a través de Truth Social que ambos mandatarios se invitaron mutuamente a visitar sus respectivos países.
“El presidente Xi nos invitó amablemente a la Primera Dama y a mí a visitar China, y yo le correspondí. Como presidentes de dos grandes naciones, es algo que ambos deseamos hacer”, escribió el mandatario estadounidense.
Añadió que “ya no debería haber ninguna duda respecto a la complejidad de los productos de tierras raras” y anunció que los equipos comerciales de ambos países se reunirán “en breve en un lugar por determinar”.
Trump: entre la crítica y el elogio a Xi Jinping
Donald Trump calificó la conversación de “muy positiva” y confirmó que estuvo centrada casi exclusivamente en asuntos comerciales.
Sin embargo, la llamada también abordó otros temas sensibles. De acuerdo con la agencia Xinhua, Xi advirtió a Trump sobre el manejo de la situación en Taiwán.
“Washington debería tratar la cuestión de Taiwán con cautela para evitar que los separatistas de la ‘independencia de Taiwán’ arrastren a China y Estados Unidos al peligro del conflicto y la confrontación”, afirmó el mandatario chino.
Xi también hizo un llamado a mejorar las relaciones bilaterales entre Pekín y Washington.
“Corregir el rumbo del gran barco de las relaciones chino-estadounidenses requiere que lo gobernemos bien y que establezcamos su dirección, sobre todo para eliminar todo tipo de interferencia e incluso destrucción”, declaró, según informó Xinhua.
Xi llama a que EE. UU. y China “corrijan el rumbo”
Por su parte, DW también destacó que Xi enfatizó la necesidad de que ambas potencias “corrijan el rumbo” de sus relaciones, señalando que China y EE. UU. deben evitar provocaciones que escalen a un enfrentamiento.
Mientras tanto, en una rueda de prensa ofrecida en Pekín, el Ministerio de Comercio de China manifestó su inconformidad ante nuevas medidas comerciales estadounidenses.
Según recogió Xinhua, la portavoz He Yongqian instó a Washington a “abandonar el uso generalizado y excesivo del concepto de seguridad nacional” y a colaborar en el mantenimiento de “un sistema multilateral de comercio basado en reglas”.
La declaración ocurre luego del anuncio estadounidense de aumentar del 25% al 50% los aranceles sobre el acero, el aluminio y sus productos derivados.
La vocera advirtió que tales medidas “perturbarán gravemente la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales” y denunció que Estados Unidos ha violado los consensos alcanzados en negociaciones previas al imponer nuevas restricciones.
“China expresa su firme descontento y enérgica oposición ante esto”, declaró, y agregó: “Si Estados Unidos insiste en su actitud, China tomará medidas resueltas y efectivas para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”.
También reiteró que China exige la revocación total de los aranceles impuestos bajo la Sección 301, advirtiendo que esos costos recaen finalmente sobre “las empresas y consumidores estadounidenses”, reportó Xinhua.
En este escenario, si bien los líderes de ambas potencias coinciden en mantener el diálogo, los roces comerciales y geopolíticos siguen siendo un foco de tensión en la relación bilateral entre EE. UU. y China.