El Gobierno de Sudán del Sur confirmó este miércoles la llegada de los ocho deportados de Estados Unidos, entre los que se incluyen dos cubanos. El resto de los detenidos son de nacionalidad sursudanesa, mexicana, laosiana, birmana y vietnamita.
En un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur se indica que los deportados llegaron al Aeropuerto Internacional de Yuba el 5 de julio, bajo los procedimientos estándar de repatriación facilitados por las autoridades estadounidenses.
El grupo, donde se encontraban los cubanos Enrique Arias Hierro y José Manuel Rodríguez Quiñones, permaneció en una base militar estadounidense en Yibuti desde finales de mayo.
El arribo a Sudán del Sur de estas ocho personas sucedió dos días después de que el Tribunal Supremo de EE. UU. permitiera al Gobierno de Donald Trump continuar con su deportación, detenida por una moción del juez federal Brian Murphy, de Massachusetts.
Proceso de selección
Según el ministerio sudanés, los deportados estaban siendo sometidos a un proceso de selección y se encuentran bajo la supervisión de las autoridades competentes en la capital del país africano, de conformidad con la legislación nacional y las normas internacionales.
“La decisión de recibir a los deportados refleja el compromiso de la República de Sudán del Sur con la cooperación internacional y la responsabilidad humanitaria”, se lee en el comunicado.
Las autoridades señalaron que la medida también se alinea con los vínculos históricos y políticos del país con los países de origen de algunos de los deportados.
El anuncio se produce en medio de la continua interacción diplomática entre Sudán del Sur y Estados Unidos en temas como seguridad, cooperación humanitaria y asuntos consulares, según apunta EFE.
“En un espíritu de respeto mutuo y solidaridad, Sudán del Sur respondió positivamente a la solicitud de Estados Unidos como un gesto de buena voluntad y compromiso con los intereses comunes”, afirmó el comunicado.
El gobierno no abordó directamente las preocupaciones públicas sobre los antecedentes de algunos de los deportados, en medio de informes no verificados de que varios tenían condenas penales en Estados Unidos.
Sudán del Sur, que vive en un escenario de crecientes tensiones políticas, es el país más pobre del mundo, subraya la agencia española.