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El Gobierno de Cuba desestimó las sanciones impuestas este viernes por Estados Unidos al presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, y otros altos cargos, por considerar que Washington “no tiene la capacidad de doblegar” al pueblo cubano y sus dirigentes.
“EE. UU. es capaz de imponer sanciones migratorias contra dirigentes revolucionarios y de mantener una guerra económica prolongada y despiadada contra Cuba”, denunció el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en la red social X.
Al reaccionar ante la sanción que prohíbe la entrada a Estados Unidos del mandatario cubano y dos ministros de su gobierno, el canciller recalcó que Washington “no tiene la capacidad de doblegar la voluntad de este pueblo ni de sus dirigentes”.
Estados Unidos sancionó por primera vez al presidente Díaz-Canel, y su anuncio coincide con el cuarto aniversario de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en la isla, una de las mayores registradas y por la que más de 700 personas fueron condenadas a penas de cárcel, algunos casos de hasta 30 años.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, informó en un comunicado de la designación de Díaz-Canel y otros “líderes clave del régimen” por “graves violaciones a derechos humanos”, lo que implica que queda prohibida su entrada a Estados Unidos.
La medida también aplicará a los titulares de los ministerios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), Álvaro López Miera, y del Interior (MININT), Lázaro Alberto Álvarez Casas, así como a sus familias.
Otras medidas del Gobierno de Donald Trump incluyen restricciones de visado a “numerosos funcionarios judiciales y de prisiones” que son presuntos cómplices o responsables “de la injusta detención y tortura de manifestantes de julio de 2021”, agregó Rubio.
Además, la Casa Blanca añadió 11 hoteles a su lista de propiedades restringidas y alojamientos prohibidos en Cuba, que incluyen empresas y propiedades vinculadas “al régimen” y al Grupo de Administración Empresarial, S.A. (GAESA), consorcio de las FAR del país caribeño.
Entre las nuevas prohibiciones se encuentran hoteles de lujo como el Torre K -de 42 pisos- recién construido en La Habana, para “prevenir que fondos de Estados Unidos lleguen a la isla de los represores corruptos”.
Esta nueva medida se suma al Memorando Presidencial estadounidense firmado por Trump el pasado 30 de junio para endurecer su política contra la isla y que el gobierno cubano calificó de “arma de agresión” para “recrudecer más la asfixia y guerra económica”.