El gobierno estadounidense, a través del Departamento de Seguridad Nacional, anunció este fin de semana que planea expandir a otros cinco estados gobernados por republicanos su controvertido modelo de detención migratoria masiva, inspirado en el controversial “Alligator Alcatraz”, inaugurado recientemente en los Everglades, Florida.
Según el periodista Zach LaChance, de Washington Examiner, la secretaria del Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que ya están en conversaciones con líderes estatales para implementar centros similares al de Florida, en una estrategia que busca reforzar la capacidad federal de detención de inmigrantes irregulares.

Por ahora no se conocen cuáles serían los estados implicados, pero Noem anticipó que los anuncios formales se realizarán en los próximos días.
“Hemos tenido mucho éxito con la instalación en Florida y tenemos cinco estados más listos para iniciar una colaboración parecida”, dijo durante una comparecencia en la sede del Departamento de Seguridad Nacional en Washington.
Un modelo cuestionado
La primera instalación de este tipo fue construida en tiempo récord en el aeropuerto de entrenamiento Dade‑Collier, dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, en el corazón de los Everglades, una de las zonas ecológicas más sensibles del sur de Florida. El centro fue apodado “Alligator Alcatraz” por su ubicación remota, su alta seguridad y por la presencia de caimanes en sus alrededores, lo que impide cualquier intento de escape.
Inaugurado el pasado 3 de julio, el complejo tiene capacidad para alojar hasta 5000 personas y forma parte de un plan más amplio para incrementar la capacidad de detención migratoria en el país, que pasaría de 41 000 camas a más de 100 000 entre 2025 y 2029.
La instalación ha sido objeto de duras críticas por parte de congresistas demócratas y organizaciones defensoras de los derechos humanos. La representante estatal de Florida, Angela Nixon (demócrata), criticó el centro, calificándolo como campos de concentración modernos.
“No se trata de seguridad. Se trata de que Donald Trump construye campos de concentración modernos con el objetivo de desaparecer a personas de nuestras comunidades. El plan de Donald Trump para Estados Unidos se ha convertido en alambre de púas y familias rotas”, declaró Nixon en el programa “Out Front” de CNN.

“Atacan a los inmigrantes, separan a las familias y someten a las personas a condiciones que equivalen a tortura física y psicológica en instalaciones que solo pueden describirse como el infierno en la Tierra”, dijeron varios congresistas demócratas en Washington hace algunas semanas.
“Ahora quieren instalar tiendas de campaña bajo el sol abrasador de los Everglades y lo llaman control migratorio. No les importa si la gente vive o muere; solo les importa la crueldad y el espectáculo”, añadieron.
Más poder para ICE
En medio de toda la polémica, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) será la mayor agencia de seguridad de Estados Unidos, pues contará con un presupuesto estimado de 75 000 millones de dólares, superior al de casi todos los ejércitos del mundo, según advierten especialistas.
Medios como CNN subrayan que sus agentes y la agencia misma “ya viene actuando con impunidad durante el segundo mandato del presidente Donald Trump”.
El organismo, detalla EFE, recibirá 45 000 millones de dólares hacia 2029 para construir nuevos centros de detención, un 62 % más que todo el sistema federal de prisiones y que resultaría en la detención diaria de 116 000 personas, según un análisis del American Immigration Council (AIC).

Además, obtendrá casi 30 000 millones de dólares para operativos, que le permitirán contratar a 10 000 agentes, as sumar a los 20 000 ya existentes para así alcanzar el ritmo de un millón de deportaciones anuales, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Pero, incluso habrá otros 4100 millones de dólares para contratar a 3000 nuevos elementos de la Patrulla Fronteriza y 3000 oficiales de aduanas, según el DHS.
Los agentes migratorios tendrán más presupuesto que el resto de las agencias del orden público en conjunto, como el FBI, el Servicio Secreto, el Departamento de Justicia, el resto del DHS, la Agencia Antidrogas (DEA) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), describió un reporte del Instituto Cato.