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La ofensiva de Donald Trump contra la inmigración está dañando la famosa industria turística de Las Vegas y asustando a los trabajadores que la mantienen en funcionamiento, según líderes sindicales y de empresarios del sector.
Se estima que el 25 % de los trabajadores de Nevada nacieron en el extranjero, en comparación con el 17 % en Estados Unidos en general.
Los trabajadores inmigrantes son particularmente predominantes en los sectores del turismo y la hostelería, con el 74 % del personal de limpieza de hoteles nacido en el extranjero y el 51 % de los cocineros de restaurantes.
La Administración Trump ha puesto en la mira hoteles, restaurantes y granjas para hacer redadas de inmigración, en un intento por cumplir la promesa de “deportaciones masivas”.
De acuerdo con reportes de prensa, las detenciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el sur de Nevada han aumentado aproximadamente un 40 % en comparación con el año anterior. El 69 % de los detenidos no tienen antecedentes penales.
Esto ha generado un clima de temor entre los trabajadores inmigrantes, especialmente en el sector hotelero, lo que ha llevado a algunos a evitar trabajar por temor a la deportación. El sector hotelero se enfrenta a una escasez de mano de obra.
En Las Vegas, el miedo a la deportación ha reducido la participación en actividades comunitarias y los trabajadores indocumentados evitan acudir a espacios públicos, enviar a sus hijos a la escuela o buscar atención médica debido a la eliminación de las protecciones de “lugares sensibles” que antes limitaban las acciones de ICE en lugares como escuelas e iglesias.
Esas políticas han fomentado un clima de miedo que afecta no solo a los inmigrantes indocumentados, sino también a los residentes permanentes legales.