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La Oficina de Derechos Humanos de la ONU condenó este lunes el asesinato a última hora del domingo “de seis periodistas palestinos a manos del Ejército israelí”, hecho que eleva a 242 las bajas entre los profesionales de la prensa palestinos desde el inicio de la guerra en Gaza, hace veintidós meses.
El grupo de profesionales de los medios, entre ellos Anas al Sharif, uno de los informadores más conocidos de Gaza, se encontraba en su tienda de campaña cuando fue bombardeada por las fuerzas de Israel.
El organismo de derechos humanos dijo que con esta acción Israel ha violado una vez más el derecho internacional humanitario, subraya un reporte de EFE.
En esta línea, exigió que se respete y proteja a los periodistas, así como a todos los civiles que no participan en las hostilidades.
“Pedimos acceso inmediato, seguro y sin obstáculos a Gaza para todos los periodistas”, añadió la Oficina de Derechos Humanos en el contexto del bloqueo total que mantiene Israel desde el inicio de este conflicto a la entrada de la prensa internacional en Gaza.
Las únicas y contadas excepciones han sido las de reporteros que han entrado de forma puntual “empotrados” con las tropas israelíes y sin libertad de movimiento.
Las víctimas de este último ataque contra la prensa en el territorio palestino formaban un equipo de la cadena de televisión catarí Al Jazeera, que acusó a Israel de haber cometido un “asesinato selectivo”.
Funeral por muerte de periodistas palestinos
Decenas de personas acompañaron los féretros hasta el cementerio Sheikh Redouan de Ciudad de Gaza, según constató un camarógrafo de AFP.
Las víctimas son los reporteros Anas al Sharif y Mohammed Qreiqeh, y los camarógrafos Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal y Moamen Aliwa.
En el mismo ataque perdió la vida el periodista independiente Mohammed Al Khaldi, colaborador ocasional de medios locales, de acuerdo con el hospital Al Chifa.
El Ejército israelí reconoció que el ataque estuvo dirigido contra Al Sharif, a quien calificó como “terrorista” que “se hacía pasar por periodista”, una postura que rechazaron varias organizaciones internacionales de prensa.
“Los periodistas son civiles. Nunca deben ser objetivo en una guerra. Y hacerlo es un crimen de guerra”, declaró Jodie Ginsberg, directora ejecutiva del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), a AFP.
El Sindicato de Periodistas Palestinos calificó el hecho como un “crimen sangriento”, mientras que Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo estar “horrorizado” por la muerte de los comunicadores.
Por su parte, Al Jazeera condenó lo ocurrido como “un intento desesperado de silenciar las voces que denuncian la ocupación israelí”.