ES / EN
- septiembre 7, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cuba Sociedad Historia

Un maestro oriental en La Habana: la visita de Jinarajadasa

Al sabio hindú le agradó el ambiente de Cuba y su gente. Aquí halló un hilo de espiritualidad, anhelos de saber y corazones abiertos a descubrir la verdad: esa que no se encuentra en templos ni en discursos de sacerdotes o gobernantes.

por
  • Igor Guilarte
septiembre 6, 2025
en Historia
0
Retrato de C. Jinarajadasa publicado por la Revista Teosófica Cubana en septiembre de 1929 para anunciar su próxima llegada a Cuba.

Retrato de C. Jinarajadasa publicado por la Revista Teosófica Cubana en septiembre de 1929 para anunciar su próxima llegada a Cuba.

Getting your Trinity Audio player ready...

El 5 de septiembre de 1929, cuando la mañana empezaba a dar color al mar, en el barco procedente de Yucatán llegó a La Habana un hombre de sonrisa suave y con la cabeza llena de una sabiduría ancestral sobre la evolución de la vida y la forma. Vestía a la europea, con traje, pajarita de cuello y sombrero de casco tipo explorador inglés, alejado de la bata típica del brahmán y del sayal azafranado que usaban los sanyasis para recorrer los caminos. Mas su rostro ambarino y liso, de cejas y pómulos prominentes, lo asociaba de inmediato con ese país mítico donde los ríos arrastran rituales sagrados y los hombres encantan serpientes con secretos antiguos.

El sabio rodeado por la comitiva que acudió a recibirlo en el puerto habanero. Foto: Revista Teosófica Cubana, octubre de 1929.

No es de extrañar que tuviera el don de la palabra y la capacidad de magnetizar a sus oyentes. Su fama de filósofo hindú y gran maestro de Teosofía lo precedía; por eso, en el puerto oloroso a salitre y tabaco lo esperaba una entusiasmada comitiva. Bien comprendía el peregrino que todas las preguntas tienen un muelle donde desembarcan, así que, al pisar el espigón de la Ward Line, no hizo esperar a sus adeptos ni a la prensa para revelar el motivo de su visita: “demostrar que hay un gran porvenir para el país y estudiar todo el idealismo hermoso que aquí existe y que, bien encauzado, puede contribuir al engrandecimiento futuro de esta tierra cubana, tan bendita”.

Cuba, última escala de una gira que lo llevó por dieciséis naciones de América a lo largo de un año, se le abrió como un libro de páginas en blanco. Convencido de que para aprender a veces hay que andar sin mapas, inició una marcha triunfal a través de la República, reuniendo en los diferentes auditorios a públicos selectos y tan numerosos como pocos lograban convocar. Era el momento esperado por muchos cubanos, ávidos de escuchar sus conferencias notables y su entretejido de preguntas que invitaban a reflexionar y a actuar con juicio, compasión y responsabilidad ante dilemas vitales.

¿Quién fue Jinarajadasa?

De nombre como desgajado de un trabalenguas, Curuppumullage Jinarajadasa fue un hombre cuyo destino transitó por la alquimia de ideas y los misterios de la modernidad. Nació en diciembre de 1875, en Ceilán Británico (actual Sri Lanka), la isla que parece una lágrima a los pies de la India.

Su primer contacto con el ámbito de la Teosofía ocurrió a los trece años, cuando conoció al gran místico y vidente C. W. Leadbeater. Este asumió su tutoría e influyó para llevar al chico a Inglaterra. Apenas un año más tarde, Jinarajadasa tuvo su primera prueba de discipulado al nadar de noche hasta el barco que lo llevaría a Londres. Dejaba atrás a su tierra y a su familia de filiación budista, al sentirse —alegó— llamado por la sabiduría y el deber.

Con dotes de clarividente, desde muy joven mostró una curiosidad voraz por entender las leyes del universo y alcanzar la verdad de las cosas. En ese camino de búsqueda permanente, pero sin prisa, las doctrinas de Tagore y Madame Blavatsky le sirvieron de brújula. En las aulas de su mente quiso equilibrar ciencia y creencia, mientras los cauces de su interés corrían entre religión, filosofía, literatura, arte, ciencia, química, francmasonería y espiritismo; hasta que su propia labor comenzó a proyectarse en la frontera de lo tangible y lo oculto.

La edición de octubre de la revista Social también registró la presencia del filósofo.

Se licenció en Lenguas Orientales y en Leyes en la Universidad de Cambridge. Esa etapa estudiantil resultó para él un trance —lo comparó con subir una montaña en agonía y crucifixión interior sin que nadie lo notase—, por el abismo entre su formación esotérica y la visión de los universitarios británicos.

De vuelta en Sri Lanka ejerció durante dos años como vicerrector en el Ananda College de Colombo, fundado por su maestro, y fue encargado de guiar al niño Krishnamurti, aquel de aura perfecta y pura —según Leadbeater— al que pretendían educar para que se convirtiera en un nuevo Buda. Pero Jinarajadasa abandonó el trabajo, desesperado por la rebeldía del chico, que no se sometía a ningún tipo de disciplina.

A inicios del siglo XX decidió cursar nuevos estudios en Italia. A pesar de las dificultades que imponía la Primera Guerra Mundial, en 1914 inició un periplo alrededor del mundo en una carrera prolífica de conferenciante y escritor teosófico que se extendió por casi cuarenta años y derivó en cincuenta libros y mil seiscientos artículos. “Amó los niños, el mar, Beethoven, el anillo de Wagner, los coros del Aleluya, y su Evangelio fue Ruskin”, reza el epitafio que él mismo escribió, como viva pincelada de su alma, poco antes de morir en 1953 en Chicago, Estados Unidos.

Jinarajadasa no era el prototipo de pensador sedentario en una academia o un palacio indio, meditando en la posición de un monje con la mirada perdida en el infinito. Siendo su principal objeto de estudio el mundo que lo circundaba, solía recorrerlo sin cesar. En el terreno práctico, esto le permitió comparar y analizar diferentes sociedades y, con la máxima de que la verdad se descubre a través del hacer, en cada lugar sembró la semilla de su movimiento espiritual.

Su método fue sencillo y riguroso a la vez: observaba sin juzgar, preguntaba sin imponer. Creía que las respuestas emergen cuando el “yo” (lo individual) se diluye en el “nosotros” (lo colectivo) y cuando la mente se apoya en múltiples tradiciones, culturas y tiempos.

Desde el enfoque típico de la Teosofía habló del ser, del tiempo y de la forma en que el mundo suele retorcerse cuando se mira de frente una idea nueva. Asimismo, habló de paciencia, de la belleza de lo sinuoso, de la necesidad de escuchar la tensión entre dos polos para entender la recóndita verdad. También de experiencias esotéricas; de sueños y estados de la conciencia que permiten vislumbrar patrones, relaciones kármicas y déjà-vus; de contemplaciones del alma.

Trazó técnicas guiadas y sistemas de autoayuda. Soñó con un mundo más humano y de paz, donde la ciencia dialogara con la intuición y lo espiritual no fuera sepultado por los dogmas. Sabía responder todo tipo de preguntas, incluso aquellas que otros preferían esquivar por resultar incómodas. Parecía abrir senderos donde otros veían muros, y por eso no tardó en convertirse en un puente: no solo entre épocas y sapiencias, sino también entre culturas.

Las conferencias del Doctor

Tan pronto como llegó a La Habana, Jinarajadasa pidió que lo llevaran al Parque Central para depositar, ante la estatua del Apóstol Martí, una corona de flores con las insignias de la Sociedad Teosófica. La misma tarde de su arribo fue recibido en audiencia privada por el presidente Machado, con quien departió largo rato sobre asuntos educacionales y el otorgamiento del sufragio a las mujeres. Luego se reunió con el general Alemán, secretario de Instrucción Pública, y con el alcalde municipal.

Apenas tuvo tiempo para llevar los baúles a la residencia del doctor Dámaso Pasalodos, en Jesús del Monte, donde se alojaría los ocho días que pasó en La Habana, y para cambiarse de ropa. Ataviado ahora sí con sus vestiduras blancas, estola franjeada de oro y sandalias bíblicas de profeta venerable, recobraba su aspecto de hombre obsesionado con la palabra de Dios y con la idea de la purificación de la humanidad.

Puntual, a las cinco del propio jueves 5 de septiembre, y sin mostrar señales de agotamiento tras el viaje en barco, el sabio hindú estaba en la Asociación de Repórters listo para pronunciar “La civilización hindú”, primera de su ciclo de conferencias en instituciones habaneras. En ella compendió la historia de la India y el salto experimentado en materia industrial; además señaló que cada individuo ocupa un lugar en la sociedad que debe aprovechar con el trabajo personal, pues este libera y conduce a un estado de superioridad.

Por la noche pasó a la Academia de Artes y Letras para ofrecer sus “Nuevas teorías sobre educación”. En síntesis, disertó sobre el magisterio y, entre otras ideas, criticó: “La enseñanza en Occidente no es universal, está exclusivamente dirigida a poner en manos de unos hombres armas especiales de lucha susceptibles de hacerles vencer con mejor facilidad. El ‘sentimiento de la guerra’, en todos sus matices, es lo que se enseña. Es una educación exclusiva del cerebro, con olvido del sentimiento”.

Momento de su conferencia en la Academia de Artes y Letras. Foto: Revista Teosófica Cubana, octubre de 1929.

Durante las siguientes jornadas impartió “Dioses encadenados” (que luego se convertiría en uno de sus libros más conocidos), “Los hombres de negocios”, “El idealismo de la Teosofía”, “Las enseñanzas de Krishnamurti”, “La ciudad perfecta de Dios y del hombre” y, para cerrar el ciclo, “Yoga verdadero y falso”, patrocinada por la Asociación Hispano-Cubana en el teatro Martí. Por los títulos puede apreciarse la diversidad y categoría de los temas.

Sus conferencias despertaron tal interés que, para beneplácito de sus oyentes, la Estación Radiotelefónica C.M.C. transmitió las cuatro que tuvieron como escenario la Academia de Artes y Letras. Disertó además durante media hora en el Club Rotario y también en el Unión Club, donde, en el éxtasis del té organizado en su honor, el filósofo lanzó una de sus enigmáticas sentencias: “¿De dónde vengo, quién soy, a dónde voy Riquezas ni salud implican felicidad. Opuestamente, hombres pobres considéranse felices. La dicha radica en la complacencia espiritual”.

“Un acto interesante”, valoró el cronista Enrique Fontanills. La detallada cobertura que dieron a dichas presentaciones el Diario de la Marina, Carteles y la Revista Teosófica Cubana nos permite hoy reflotar esa historia.

Cronograma de sus recorridos por el país. Foto: Revista Teosófica Cubana, septiembre de 1929.

Su nombre en la prensa

“Acercarse a Jinarajadasa es como asomarse a una ventana abierta sobre un infinito presentido en nuestros sueños, o como recordar vagas cosas olvidadas, acaso residuos de nuestras vidas. Sus palabras adquieren suavidades de seda, resonancias inesperadas de resaca marina sobre las playas de dorada arena. De pronto olvidamos que estamos hablando con un hijo de la India milenaria, y nos parece verlo en el ágora rodeada de mármoles bajo el sol de la Hélade, brindando a sus discípulos en lentos paseos la miel ática de su sabiduría”. Así, con la gracia de su pluma y la suerte de haberlo podido analizar con sus propios ojos, la periodista Mercedes Borrero presentaba a los lectores de Carteles a aquel entrevistado que dio en llamar “Escultor de almas”.

En la entrevista —publicada a página completa por la revista el 15 de septiembre— el filósofo agradeció al pueblo cubano las gentilezas dispensadas desde su llegada, compartió impresiones de sus viajes por América donde, aseguró, “el nivel cultural de la mujer es superior al del hombre” y agregó que, mientras no se concediera a las mujeres los derechos que les corresponden en la obra de colaboración social, “no podrá realizarse el ideal de una nueva moral humana”.

Sobre el problema de Palestina opinó que “no puede resolverse porque ni árabes ni hebreos están preparados para el gobierno propio”, expresó mensajes del evangelio hindú y manifestó su adelantada visión sobre pedagogía infantil. “Sostengo que el niño tiene un alma, algo sagrado, únicamente suyo, inviolable, y que el deber del maestro es dar al niño todas las facilidades para manifestar esa alma, sin que sean necesarias más disciplinas entre el maestro y el discípulo que las del amor. Así el niño será el escultor de su propia personalidad”.

La Revista Teosófica Cubana no se quedaba atrás en elogios y lo calificaba, en su número de septiembre de 1929, como “un verdadero filósofo y un científico notable, a la par que un gran pedagogo de los que cultivan no solo la mente sino también el espíritu, y que ha venido marcando nuevos derroteros en los asuntos educacionales. Ha merecido las más altas distinciones de educadores, gobernantes e intelectuales en todas las ciudades que ha visitado”.

En octubre la revista lanzaba a sus lectores una interesante encuesta: “Ahora bien, ¿qué nos ha quedado de la visita de Mr. Jinarajadasa? […] ¿Ha sido una emotividad pasajera, un entusiasmo espasmódico que ha durado solo el tiempo que lo hemos visto, o algo perdurable que pueda servirnos después de su partida? […] ¿Ha podido cambiar nuestro concepto de la vida y de las cosas? ¿Ha servido para inspirarnos a vivir más elevada y noblemente?”.

Si bien el Diario de la Marina conformó una bitácora registrando cada actividad del teósofo, en su tirada del 9 de septiembre no se anduvo con medias tintas al publicar un texto del reverendo H. Chaurrondo que le atribuía vulgares deslices de conceptos: “Pero dos puntos trascendentales de su conferencia no cabían dentro de la ideología de sus oyentes: son las doctrinas que separan fundamentalmente el Oriente y el Occidente: su concepto panteísta del mundo, y la negación de la individualidad del alma humana. El maestro hindú, al tratar de explicar esta separación y al mismo tiempo unión del alma del mundo y de Dios, asegurando que el alma humana es idéntica a la de Dios y es distinta, dos en una y una en Dios, lanzó sobre el público una ola de frío al decir: ‘No me lo preguntéis a mí, porque ya lo dice un antiguo himno de la India, que ni el mismo Dios lo sabe’. ¡Donosa explicación para estos tiempos y para estas gentes!”. Al día siguiente, Jinarajadasa remitió al diario su desmentido.

Carteles ofreció en su número del 15 de septiembre un amplio reporte gráfico de las actividades cumplidas por el teósofo en La Habana.

Hasta Santiago en tren

Cumplida la agenda habanera, el sabio hindú comenzó su incursión de divulgación teosófica por las provincias. Básicamente presentó las mismas conferencias impartidas antes en la capital. Por las fuentes a mi alcance no tengo detalles completos de las actividades realizadas en el interior de la isla, pero puedo decir —a juzgar por las fotos publicadas— que colmó el teatro Terry en Cienfuegos y que en Santa Clara lo recibió el alcalde. En dos días hizo excursiones a Unión de Reyes, Alacranes y Matanzas, donde hizo brillantes exposiciones.

Aspecto del teatro Terry en Cienfuegos durante la conferencia de Jinarajadasa. Foto: Revista Teosófica Cubana, octubre de 1929.

De camino a la región oriental se detuvo en varias ciudades y poblados. Como parte del periplo hubo comidas vegetarianas, charlas con niños, intercambios con damas defensoras del progreso de la mujer y encuentros con los Rotarios.

La mañana del 26 de septiembre de 1929, Jinarajadasa fue recibido en la estación de ferrocarril de Santiago de Cuba, donde se hospedó en el domicilio del médico César Cruz Bustillo. Por la noche, en los salones del Club Vista Alegre, dio su primera disertación. La segunda aconteció en un lunch de los Rotarios en el hotel Casagranda, al que asistió “ataviado con el traje típico de su país” y causó admiración entre los presentes al desarrollar El idealismo de la Teosofía.

Aún tuvo oportunidad de presentarse “ante un público inteligente, culto y comprensivo”, impartiendo otras dos conferencias con su castellano musical que encantaba: una en el teatro Vista Alegre y otra en la sede de la Sociedad Luz de Oriente. Luego viajó por vía aérea a Santo Domingo y Puerto Rico. Retornó a Santiago dos semanas después, para participar en la Convención Anual de la Sociedad Teosófica. El 15 de octubre tomó otro avión a La Habana, para dar esa noche en el Centro Asturiano su conferencia de despedida, esta vez bajo el título “Desarmemos la guerra”. Al día siguiente partió en el vapor Oroya a España, rumbo a la India.

En los salones del Centro Asturiano, donde tuvo lugar la despedida del ilustre visitante. Foto: Diario de la Marina, 20 de octubre de 1929.

A Jinarajadasa le agradó el ambiente de Cuba y su gente. Aquí halló un hilo de espiritualidad, anhelos de saber y corazones abiertos a descubrir la verdad: esa que no se encuentra en templos, ni en discursos de sacerdotes o gobernantes que la someten a la subjetividad y al error de lo humano; esa que subyace y se manifiesta de muchas formas: la cruda verdad de la vida. 

Etiquetas: Historia de CubaPortada
Noticia anterior

Nueva York: Crónica subterránea

Siguiente noticia

Muere cineasta brasileño Silvio Tendler, uno de los creadores de la EICTV

Igor Guilarte

Igor Guilarte

Santiago de Cuba, 1983. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Oriente (2007). Periodista e investigador histórico. Premio en Concurso Nacional de Periodismo Histórico 2020 y 2022.

Artículos Relacionados

La escultura del gallo de Morón, emblema de la ciudad avileña, da la bienvenida a los viajeros. Foto: Cubasí.
Historia

El día que desplomaron al gallo de Morón por “ser batistiano”

por José Antonio Quintana García
agosto 31, 2025
0

...

Maqueta del edificio polifuncional en cuya azotea radicaría la Terminal de Helicópteros de La Habana Vieja. Foto: “Información”, 25 de diciembre de 1958. Tomada de Repositorio Digital OHC.
Historia

Cuando La Habana quiso volar: el sueño del helipuerto de Vladimir Kresin

por Igor Guilarte
agosto 30, 2025
3

...

El garrote en el patíbulo de la cárcel de La Habana, 1899. Continuó utilizándose en Cuba hasta 1930. Foto: Archivo del autor.
Historia

Los verdugos del garrote vil

por José Antonio Quintana García
agosto 24, 2025
0

...

Amelia Earhart, la mujer piloto más famosa de todos los tiempos. Foto: Tomada de www.palmspringsairmuseum.org.
Historia

Amelia Earhart: una promesa del cielo en La Habana

por Igor Guilarte
agosto 23, 2025
0

...

En 1914 ya estaba bien conformado el poblado  de La Gloria, en Camagüey, con sus viviendas, comercios, pequeños establecimientos manufactureros, escuela, iglesias. Fotografía realizada por Mayhew Augustus C. www.digitalcollections.library.miami.edu.
Historia

La primera colonia de norteamericanos en Cuba (Il)

por José Antonio Quintana García
agosto 17, 2025
2

...

Ver Más
Siguiente noticia
Foto: tvtnews.com.br

Muere cineasta brasileño Silvio Tendler, uno de los creadores de la EICTV

El bloque averiado en Felton aporta de manera estable 230 MW. Foto: Portal Ciudadano Mayarí.

Generación eléctrica: Salida de una unidad en Felton hará que la afectación se acerque a los 2000 MW

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • El bloque averiado en Felton aporta de manera estable 230 MW. Foto: Portal Ciudadano Mayarí.

    Generación eléctrica: Salida de una unidad en Felton hará que la afectación se acerque a los 2000 MW

    466 compartido
    Comparte 186 Tweet 117
  • Investigan doble asesinato en la localidad artemiseña de Las Terrazas

    37 compartido
    Comparte 15 Tweet 9
  • Cuestionan operación militar de EEUU contra lancha venezolana en el Caribe

    60 compartido
    Comparte 24 Tweet 15
  • Parque Gonzalo de Quesada: del esplendor pasado a la decadencia actual

    22 compartido
    Comparte 9 Tweet 6
  • Pese a sanciones, Estados Unidos renueva hasta 2026 licencias para exportaciones a Cuba

    48 compartido
    Comparte 19 Tweet 12

Más comentado

  • Desfile que celebra el 80 aniversario de la independencia, el Día Nacional, en Hanoi, Vietnam, el 2 de septiembre de 2025. Foto: EFE/EPA/Athit Perawongmetha / POOL

    Aprender del Tío Ho. ¿Necesitamos ojos y oídos nuevos?

    183 compartido
    Comparte 73 Tweet 46
  • Vietnam, el milagro: algunas lecciones para Cuba

    871 compartido
    Comparte 348 Tweet 218
  • ¿Qué nos cuenta el ADN de Silvio Rodríguez?

    159 compartido
    Comparte 64 Tweet 40
  • Estudio y ensayo

    13 compartido
    Comparte 5 Tweet 3
  • Septiembre abre las aulas ¿cuáles y para qué?

    83 compartido
    Comparte 33 Tweet 21

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}