Con todas las provincias cubanas ya enlazadas al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), las autoridades cubanas reconocieron este jueves que el mismo se encuentra en “condiciones débiles” y que aún se investigaban las causas de su más reciente caída.
El ministro cubano de Energía y Minas, Vicente De La O Levy, señaló que la frágil situación del SEN contribuyó a su desconexión total y señaló como factores de esa “debilidad” el estado actual de las termoeléctricas y, en particular, el hecho de que en el momento del colapso estuviese fuera por mantenimiento “una de sus columnas vertebrales”: la unidad 1 de Felton.
A ello se suma, igualmente, la pérdida de potencia en la zona occidental por la salida de la mayoría de las patanas turcas con que contaba la isla, la última de ellas —y la de mayor capacidad que tenía el país (240 MW)— a inicios de agosto, recordó el titular del Minen.
Estos factores, que sirvieron como detonantes para la quinta caída total del SEN en poco menos de un año, siguen presentes tras su restablecimiento, lo que no solo mantiene un elevado déficit eléctrico en el país, sino que mantiene el riesgo latente de nuevas desconexiones.
“Es un tema latente la debilidad que tiene nuestra generación de electricidad”, admitió De la O Levy en el programa televisivo Mesa Redonda, citado por la agencia EFE, si bien dijo —como en comparecencias anteriores— que existe una “estrategia integral” en marcha “para su fortalecimiento”
El ministro aseguró que los colapsos totales del SEN, como el ocurrido en la mañana del miércoles, son “lo peor” que puede suceder a una empresa eléctrica, pero ponderó la labor realizada por los trabajadores del sector para enlazar nuevamente el país “a la mayor brevedad posible”.
La causa del colapso
En cuanto a la causa de la caída, el titular apuntó que aún no podía decirse con total certeza qué provocó la “salida imprevista” de la central termoeléctrica Antonio Guiteras que dio pie a la desconexión general del SEN.
El funcionario dijo que la investigación de lo sucedido “es un proceso que lleva tiempo” y que se trabaja en la misma “siguiendo los protocolos establecidos”, según reseña Cubadebate.
De la O Levy afirmó que aunque ya existía una “información preliminar”, se seguían evaluando todos los registros de la planta matancera para llegar “un veredicto mucho más preciso”. “Sobre eso se informará”, aseveró.
Inicialmente se había informado que la salida de la Guiteras, el principal bloque unitario de la isla, se debió a “una señal falsa de vapor sobrecalentado provocó que se desarmara el esquema automático de la caldera”, un problema que había podido ser resuelto posteriormente.
La unidad matancera, que había sincronizado ayer poco antes de las 4:00 PM —cuando ya se había logrado conectar todo el país al SEN—, sufrió una nueva falla mientras se transmitía la Mesa Redonda y debió comenzar un nuevo proceso de arranque. Luego de ese problema, volvió a conectarse ya tarde en la noche.
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Precario panorama energético
El nuevo apagón general en Cuba evidencia la precariedad del sistema eléctrico, que desde el pasado año ha sufrido otras cuatro caídas, tres de ellas ocasionadas por averías —incluidas dos de la Guiteras—, y otra debido al paso del huracán Rafael por la isla.
El fin de semana pasado la rotura de un cable de alta tensión ya había causado la desconexión durante varias horas de las provincias de la región oriental, en medio de un visible agravamiento de la prolongada crisis energética.
La antigüedad y mal estado de las termoeléctricas, el crónico desabastecimiento de combustible y la falta de divisas para reanimar el sector —catalizada por las sanciones de EE.UU.—, así como las hasta ahora fallidas acciones gubernamentales frente a la crisis, están detrás del oscuro escenario actual del SEN y los prolongados apagones que sufren los cubanos día tras día.
Cálculos independientes, referidos por la agencia EFE, coinciden en estimar que el Gobierno cubano necesitaría entre 8 mil y 10 mil millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico, una cantidad de la que La Habana no dispone.
Los cortes de electricidad son un enorme lastre para la economía nacional, que se contrajo un 1,1 % en 2024 y suma en los últimos cinco ejercicios una caída acumulada del 11 %, según datos oficiales.
Además, la crisis energética atiza el descontento social y ha sido uno de los detonantes de las principales protestas registradas en el país en los últimos años, como las de julio de 2021.
EFE / OnCuba