Se le vió interesado por la imagen de Ozzy Osbourne en la portada de OnCuba esa mañana. El mito del heavy metal estaba en La Habana también, como él. Llegó a nuestras oficinas bien temprano y mientras conversaba con el equipo de trabajo daba la impresión de estar suficientemente informado sobre Cuba y sobre las nuevas circunstancias abiertas por el 17D. Cuando comenzamos a conversar fue lo primero que dijo: “Esta es mi cuarto viaje a Cuba en los últimos 12 meses.”
Es el ex senador republicano por Tennessee, Harrison Bill Frist. Durante 12 años fue miembro del Congreso de Estados Unidos, con cargos en el Comité de Finanzas, en el de Relaciones Exteriores, de Comercio y el Comité Bancario. Llegó a ser Líder de la Mayoría del Senado desde 2003 hasta 2007, cuando retomó su actividad como médico, pero en el sector empresarial. Hace 9 años, dice, trabaja “construyendo empresas de salud como médico en todo el mundo.”
En las visitas anteriores a Cuba, este cirujano especializado en trasplantes de corazón y pulmón trajo a varios grupos de doctores y otras personas interesadas en el sector de la salud cubano, para sostener intercambios culturales y cara a cara. “Para que comprendieran mejor la magia de Cuba”.
En Estados Unidos, después del 17D ha habido un giro en ciertos aspectos en la forma en que se interpreta el deber ser de la relación con Cuba, desde el gobierno federal, desde Washington. Pero también tenemos diferentes formas en que esto se manifiesta localmente desde los distintos estados. Algunos van más rápido que otros, algunos demuestran más interés que otros por el curso de estos cambios…
Como ex funcionario público y como ciudadano norteamericano, he tenido la oportunidad única y la responsabilidad de examinar las relaciones entre los pueblos y entre los gobiernos. Me identifico mucho con el sentimiento de soberanía de Cuba y su pueblo, de su educación, su salud y su cultura. Y soy partidario de que son ellos quienes deben determinar su futuro. Pero estoy trabajando muy duro para mejorar esas relaciones y ese intercambio tanto a nivel diplomático como de persona a persona, mediante el intercambio de información sobre ciencia, medicina, sobre arte, tanto las artes visuales como escénicas. El pueblo norteamericano está a favor de la eliminación del embargo. Nuestro proceso político se ha retrasado en lo que respecta a la eliminación del embargo, pero ahora mismo está experimentando una aceleración, en este punto de la historia.
Tenemos una elección presidencial dentro de 12 meses, así que el gobierno de Obama avanzará mucho con el apoyo del pueblo norteamericano para incrementar las interacciones, los contactos y las relaciones. Las elecciones conllevarán a reexaminar esta posición, pero yo personalmente, basándome en lo que sé, confío en que habrá más y más interacción, habrá un movimiento hacia el levantamiento del embargo con el tiempo, algo en lo que en gran medida influirá el pueblo de Cuba, y al gobierno de Cuba, en lo que toca al ritmo al que eso avanza. Los cubano-americanos jóvenes están muy a favor de la eliminación del embargo. Todo el mundo, incluso los funcionarios del gobierno que no ven ningún problema con el embargo quiere ver más interacción, más intercambio, más comercio entre ambos países.
Si llegara a ocurrir que en las próximas elecciones llegara a salir electo un candidato republicano ¿correría el riesgo de ser reversible el curso de la actual política que promueve la administración de Obama?
Creo que en las campañas hay mucha retórica, tanto de los demócratas como de los republicanos. Gane el partido que gane, no creo que la posición de Obama vaya a revertirse. Creo que va a continuar el incremento de los contactos, habrá más interacción, más comercio, más negocios, más viajes, independientemente de si el presidente es republicano o demócrata. Hemos estado escuchando discursos de algunos candidatos republicanos que pueden parecer intolerantes. Mi predicción es que –dado el fantástico potencial de las relaciones comerciales, relaciones de viajes– incluso el discurso republicano más extremista se moderará. El factor decisivo no será el presidente de EE.UU, será el Congreso. Es por eso que es cada vez más importante que los congresistas de EE.UU. vengan a Cuba, que vean el entusiasmo de Cuba, la alegría del pueblo, las increíbles obras de arte, y un sistema de atención primario de salud preventivo que es de los mejores del mundo. EE.UU. puede aprender muchísimo de Cuba en cuestiones de salud, de su sistema de prevención y atención primaria, donde la gente sabe cuál es su médico de familia. Contrastantemente, en EE.UU. nuestra atención primaria es deficiente.
Esa comprensión y ese aprendizaje harán avanzar el proceso político. Entonces, el próximo Presidente es importante. Si es un republicano con una posición negativa hacia el embargo, predigo una moderación de ese discurso. Pero la fuerza motriz no será el Presidente, será el Congreso.
Mucha gente no entiende que es el Congreso el que tiene que escribir la ley sobre el embargo, no el Presidente. La gente cree que el presidente es el líder del Congreso, el presidente es co-igual del Congreso, pero el Congreso controla la ley, el dinero, los impuestos… no el Presidente.
Quien sea el Presidente es importante. El presidente Obama ha hecho grandes cambios, cambios enormemente positivos y constructivos, que yo apoyo. Pero sea quien sea el próximo Presidente, eso no va a revertirse, va a continuar la liberalización, con los viajes, avanzando hacia la eliminación del embargo, los intercambios… El Congreso es el que jugará el papel más importante en la determinación de esas relaciones.
El Congreso, de mayoría republicana, por dos años consecutivos, ha sido convocado por el Presidente durante el discurso del Estado de la Nación, para que tome acciones contra la política del embargo. Pero esto no ha ocurrido. ¿Qué expectativa podrían tener el gobierno y el pueblo cubanos en cuanto a que los “hombres del Congreso” –que usted bien conoce– tomen decisiones positivas respecto a esto?
Con el Congreso será un proceso evolutivo, de más educación, de más intercambio de información. Nuestro Congreso, integrado 535 personas (435 en la Cámara de Representantes, 100 en el Senado) representa la voluntad del pueblo norteamericano. Y a medida que el pueblo norteamericano entienda, a través de los intercambios de pueblo a pueblo, intercambios culturales, personales, a medida que traigamos más artistas cubanos a EE.UU. se conseguirá más comprensión y cambios en el Congreso. Traer líderes del Congreso aquí será importante. Mientras más vengan e interactúen con la gente, no solo con el gobierno, eso es lo que va a cambiar el Congreso. No será la voluntad de un Presidente que intentará aprobar una ley inicialmente, será un proceso evolutivo, y puede que tarde un año, o puede que tarde cinco años.
El Congreso también responde a intereses comerciales, así que mientras más intercambio comercial haya, ya sea intercambios en el área de la pequeña empresa, los alimentos, el comercio, la salud, las telecomunicaciones; en la medida en que se incrementen los vínculos comerciales, se van a acelerar los cambios en el Congreso. Yo predigo que los cambios van a ser relativamente rápidos.
Probablemente en marzo próximo el presidente Obama realizará una visita a Cuba que hace dos años era sencillamente inimaginable. Significaría un acto de acercamiento bastante contundente en términos políticos y diplomáticos. ¿Qué impacto cree usted que esto podría tener en la activación de los intereses empresariales? ¿Podría esto dar más vigor a las presiones para que Washington desmantele el bloqueo?
La visita del presidente Obama sería muy importante desde el punto de vista práctico y simbólico. La visita de un presidente de EE.UU a Cuba, algo que desde 1959 ha sido bastante inimaginable, le dice al mundo, que el Comandante en Jefe, el líder de Estados Unidos entiende la importancia de Cuba, del pueblo cubano, de los valores y la riqueza del pueblo cubano. Y el simbolismo que eso tiene ante el mundo es muy, muy importante. Yo creo que todo el mundo va a darse cuenta de que algo está cambiado, de que Cuba tiene una cultura rica, la riqueza del pueblo, que está siendo receptiva con las inversiones, pero también la protección de su soberanía, de su cultura, que no se perderá.
En segundo lugar, desde el punto de vista práctico, la visita del Presidente a Cuba va servir de inspiración a los 535 miembros del Congreso, que van a decirse a sí mismos: “El Presidente está yendo a Cuba, un lugar a donde yo no he podido viajar hasta ahora por las restricciones legales que existían. Ahora puedo ir; ahora se puede, y es algo bueno”.
Por eso yo creo que tanto lo simbólico como lo práctico en este caso es muy importante para acelerar la eliminación del embargo, en la comunicación con nuestros periodistas, y con los norteamericanos que necesitan comprender mejor qué es Cuba.
Y yo creo que es lo mismo para los jóvenes cubanos: ver al Presidente de EE.UU. aquí les dirá que estamos cambiando nuestra política y que queremos trabajar juntos, que queremos escucharles, como señal de respeto. Eso, va a ser muy buena señal, no solo para el gobierno, sino para el pueblo cubano también.
Hay sectores en ambos países que temen que el acercamiento entre un país tan grande con una economía tan poderosa, y un país tan pequeño con una economía tan débil, produzca un efecto muy negativo en la soberanía de Cuba…
Yo creo que la belleza de los debates que se están sosteniendo actualmente está en el hecho de que cada país tiene su propia soberanía, su propia cultura, sus propios valores, y el contacto entre ambos al final tendrá que respetar la del otro: la cultura cubana, los valores del sistema económico cubano y del de EE.UU.
El propósito, el verdadero valor está en que ambos están en línea, no en paralelo, sino alineados: son intereses mutuos. Por ejemplo, en salud actualmente EE.UU. tiene la más alta tecnología, más curas para el cáncer, para enfermedades del corazón, tratamientos. Mientras que Cuba tiene la ventaja de un mejor sistema de atención primaria, prevención, el poder detener las enfermedades antes de que se produzcan haciendo promoción de salud. Poder intercambiar (ambos valores) beneficiará al pueblo norteamericano y al pueblo cubano sin sacrificar su cultura, su legado, los valores de ambos pueblos. Es una relación donde todo el mundo gana.
La educación es otra área increíble en mi criterio. La enseñanza primaria, la enseñanza de especialidades, y en medicina los científicos que Cuba puede aportarle a la comunidad científica de EE.UU., y que EE.UU. puede aportarle a Cuba también. Las ventajas de esa relación son de ganancia para ambos sin poner en peligro la cultura y lo que hace que Cuba sea Cuba.
El gobierno desempeña un papel importante en el establecimiento de ese marco, es el que tiene que asegurarse, por ejemplo, con esos grandes influjos de miles de personas de todo el mundo, de EE.UU., cómo combatimos el terrorismo, cómo impedimos que el dinero sucio no sea invertido en Cuba. Cómo Cuba puede no perder su cultura, su arte, su música y sus compromisos con la salud y la educación una vez que comience a recibir el influjo de toda esa gente venida de fuera, algunos de ellos muy ricos. Y ahí es donde el gobierno es importante. Es por eso que los presidentes Raúl y Obama se están dando la mano y expresando su compromiso de preservar lo mejor de Cuba y EE.UU. maximizando ese contacto. Ver eso, ver que es real, que está pasando, le dice algo al cubano promedio y al norteamericano promedio: ver ese apretón de manos, esa confianza, esa comprensión, esa tolerancia, es muy emocionante.
Va a tomar tiempo, va a haber obstáculos en el camino, pero el pueblo norteamericano está muy entusiasmado con esto. No solo por el dinero y los negocios, sino también por la comprensión entre los pueblos, que comparten sueños para el futuro de una vida mejor, su trabajo esforzado, y ver que el resultado de esos esfuerzos es el premio de que sus hijos puedan ir a buenas escuelas y vivan una vida mejor.
¿Cómo podría fortalecerse ese “compromiso” con Cuba, desde su Estado, Tennessee?
Tennessee es el estado de la música en EE.UU. Nashville, en Tennessee, es la Ciudad Música de EE.UU., cuna de compositores y músicos. Taylor Swift es vecina mía. Pero Nashville, Tennessee, también es la capital de la salud en EE.UU. así que esas dos cosas son perfectas para interactuar con Cuba.
Nashville que es una ciudad de 800 000 personas, en Tennessee, produce los mejores músicos, la mejor música country y el mejor rock alternativo en EE.UU. En salud es lo mismo, en Nashville las empresas manejan 300 hospitales en todos los EE.UU. Grandes hospitales. Algunas de las empresas tienen 2 000 centros de cirugía ambulatoria en todo el territorio nacional, todas con sede central en Nashville.
Así pues nosotros somos el centro de la salud y la música, que son muy importantes aquí en Cuba, así que hay muchísimas oportunidades de intercambio. Yo he estado viajando a Cuba cada tres meses, ocupándome de cuestiones en educación y salud, y voy a seguir viniendo. Vamos a llevar artistas cubanos a Nashville, y vamos a continuar con este intercambio. Luego, traeremos a la gente del gobierno, que son amigos míos, porque yo dirigía el Congreso.
Ex-senador Frist, es cierto que Obama no lo puede hacer todo. Como bien dice el dicho americano; “It takes two to Tango”, (hacen falta dos para bailar el Tango). Obama avanza, pero no lo hace el gobierno cubano. Y si avanza, lo hace a pasos de hormiguita. Lo importante no es tanto el “avance” como la Velocidad con que se avanza. Hace mas de un año que los 18 puntos del Departamento de Estado están vigente y son ley. Liberaron restricciones en el comercio con Cuba en una serie de renglones de la economía, (Industria textil, agrícola, etc), pero el gobierno cubano no ha hecho absolutamente nada para aprovecharse de esta oportunidad inicial, donde se decía claramente que se iba a revisar periódicamente según Cuba liberaría las fuerzas productivas.. Los cubanos en la isla ni se enteraron. Nunca fue publicado en la isla. Esta oportunidad se pudo haber aprovechado mediante la creación de cooperativas que encajan perfectamente bajo “sector privado”. El restablecimiento de relaciones creo mucha esperanza, pero al paso del tiempo se ha ido apagando. Y ha sido resultado del inmovilismo del gobierno de Cuba. Los granjeros americanos pueden estar muy contento con la posibilidad de venderle al Estado cubano, pero no tanto el pueblo que ve que el gobierno no lo deja ni participar en el crecimiento económico de su país.
Los últimos polls en EUU, indican que la posible candidata por el partido Demócrata sera Hillary Clinton y por el Partido Republicano, Donald Trump, esta por ver que pasa en las primarias de los partidos, pero también arrojan que los dos únicos candidatos Republicanos que le ganarían a la señora Clinton en unas elecciones Presidencial son los cubanos-americanos Marco Rubio y Ted Cruz, uno por dos puntos y el otro por uno. Existe la muy real posibilidad que el próximo presidente de los Estados Unidos sea un cubano-americano Republicano, o el que sea nominado por el partido Republicano como candidato presidencial escoja a uno de ellos como Vice-presidente debido a su popularidad a nivel nacional.