Getting your Trinity Audio player ready...
|
Portland, una de las ciudades con mayor presencia demócrata en Estados Unidos, vuelve a estar en el centro del debate político tras el anuncio del presidente Donald Trump de enviar tropas federales para “restaurar el orden”.
La medida, comunicada este sábado a través de Truth Social, se enmarca en lo que analistas consideran una ofensiva del mandatario contra bastiones demócratas, de acuerdo con varios medios de prensa.
En su publicación, Trump aseguró que autorizó “el uso de toda la fuerza, si es necesario” y ordenó al Departamento de Defensa desplegar “todas las tropas necesarias para proteger Portland, devastada por la guerra”.
El mandatario justificó la decisión alegando que las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) están “sitiadas por los ataques de Antifa y otros terroristas nacionales”.
Las tensiones en Portland se concentran en los alrededores del edificio de ICE, escenario de protestas recurrentes y enfrentamientos en los que tanto manifestantes como agentes federales han resultado heridos.
Presencia federal en Portland
La presencia federal ya era visible desde días anteriores, lo que provocó una reacción inmediata del alcalde de la ciudad, Keith Wilson.
“No les pedimos que vinieran. Están aquí sin un precedente ni un propósito claros”, dijo el viernes por la noche, al describir la llegada de vehículos blindados y agentes a las calles.
El envío de fuerzas federales a Portland no es un hecho aislado. En junio, se desplegaron tropas en Los Ángeles; en agosto, en Washington D.C.; y en septiembre, en Memphis, donde se prevé la llegada de 150 efectivos bajo condiciones restrictivas: sin arrestos ni armamento a menos que las autoridades locales lo soliciten.
Chicago, Baltimore, San Francisco, Nueva Orleans y St. Louis figuran entre las ciudades que podrían intervenir próximamente.
Todas tienen en común que son gobernadas por demócratas y presentan, según Trump, “altos niveles de delincuencia” que justifican una intervención federal decisiva.
La situación revive el debate sobre los límites de la autoridad presidencial frente a la autonomía de los gobiernos estatales y municipales.
En Portland, donde las protestas por justicia racial tras el asesinato de George Floyd en 2020 marcaron un punto de inflexión, la decisión del presidente reaviva viejas tensiones sobre la presencia de fuerzas federales en las calles.