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Escalando en las tensiones, el presidente Donald Trump intensificó su ofensiva militar en el Caribe al declarar un “conflicto armado no internacional” contra los cárteles de la droga, lo que ha desatado denuncias sobre una posible invasión a Venezuela, país al que Washington acusa de tener vínculos con estas organizaciones ilegales.
La Casa Blanca sostuvo que los cárteles del narcotráfico que operan en el Caribe deben ser considerados “combatientes ilegales”, legitimando así las recientes operaciones militares que dejaron al menos 17 muertos tras ataques a embarcaciones aludidamente involucradas en el tráfico de drogas.
Al menos dos de estas embarcaciones partieron desde puertos venezolanos, lo que ha profundizado la confrontación entre Washington y Caracas.
Según el aviso filtrado y consultado por medio locales, Trump ha oficializado que las acciones de estos grupos “constituyen un ataque armado contra Estados Unidos”.
Por tanto, esta declaración habilita el uso de poderes extraordinarios propios de situaciones de guerra, consolidando la legalidad de las ofensivas estadounidenses en la zona.
Músculo militar en el Caribe
Estados Unidos ha desplegado un significativo contingente militar en el Caribe, incluido al menos un submarino de ataque rápido, ocho buques de guerra y más de 4 500 soldados.
Además, trasladó cazas furtivos F-35B a Puerto Rico, una maniobra que el Gobierno venezolano ha calificado de provocación y amenaza directa.
La Administración Trump acusa al presidente Nicolás Maduro de liderar el llamado “Cartel de los Soles”, una red presuntamente terrorista y narcotraficante señalada por Washington como responsable del tráfico ilegal en la región, pero que algunas agencias estadounidenses, como la DEA, no pueden certificar su existencia.
Desde Caracas rechazan categóricamente estas acusaciones y denuncian que Estados Unidos utiliza la lucha contra el narcotráfico como excusa para intentar derrocar al Gobierno bolivariano y controlar las reservas petroleras venezolanas, certificadas como las más voluminosas del mundo.
Venezuela bajo asedio
El ministro venezolano de Defensa, general Vladimir Padrino, informó que el sistema de defensa aérea del país detectó vuelos de aviones militares estadounidenses cerca de sus costas.
Ante esta situación, denunció que Washington “se ha atrevido a acercarse” y calificó su presencia de “acosamiento” y “provocación”.
Padrino destacó que las fuerzas venezolanas están preparadas para defender la soberanía nacional y ordenó operaciones militares y movilización de milicias en respuesta al despliegue estadounidense.
El Gobierno venezolano también realizó ejercicios militares con buques, helicópteros y vehículos anfibios, además de simulacros para proteger infraestructuras estratégicas y capacitar a la Milicia Bolivariana, cuerpo que integra a millones de civiles armados.
Maduro anunció, además, un decreto para instaurar un estado de conmoción exterior que otorgaría poderes excepcionales en este contexto de conflicto.
Debate político en Estados Unidos
De cara a Estados Unidos, la escalada militar ha generado controversias. Legisladores de ambos partidos expresan preocupación por la falta de autorización explícita del Congreso para esta acción bélica, lo que ha sido calificado por algunos como una “guerra secreta” emprendida por la Casa Blanca sin supervisión democrática.
Los demócratas presionan para que Trump solicite formalmente poderes de guerra, lo que el Gobierno aún no ha hecho.
La incertidumbre legal rodea la designación de las organizaciones terroristas que constituyen el objetivo de este conflicto, un punto que desconcierta a muchos legisladores. Algunos senadores advierten las implicaciones de un marco legal que podría expandir el alcance de una guerra encubierta estadounidense.
La comunidad internacional observa con preocupación la escalada en el Caribe, donde se suma la crisis humanitaria y política venezolana. Las acciones de Estados Unidos, percibidas en Caracas como un intento de invasión, han tensado las relaciones diplomáticas y avivado el riesgo de un enfrentamiento militar directo.