El grupo palestino Hamás responsabilizó este jueves al gobierno de Israel de los retrasos en la entrega de los cuerpos de rehenes israelíes fallecidos en Gaza, aún pendientes de repatriación.
En un comunicado difundido en sus redes sociales y recogido por la agencia española EFE, el grupo argumentó que algunos restos de los rehenes están atrapados en túneles “destruidos por la ocupación” o bajo edificios bombardeados, y acusó al Gobierno de Benjamín Netanyahu de impedir el acceso a equipos de rescate necesarios para recuperarlos.
“Cualquier retraso recae plenamente en Netanyahu, que bloquea los recursos humanitarios”, afirmó Hamás, en referencia a la prohibición israelí de entrada de maquinaria pesada a Gaza.
Mientras, el cruce de Rafah, en el sur, clave para el ingreso de ayuda, permanece cerrado, lo que según el grupo es parte de una estrategia para “castigar a los palestinos y manipular la crisis”.

Israel acusa a Hamás de “juegos políticos”
El ministro israelí de Exteriores, Gideon Sa’ar, declaró que el cruce de Rafah, que hace frontera con Egipto, podría reabrirse este domingo, pero acusó a Hamás de retener los cuerpos de 19 rehenes “como último recurso”.
“Sabemos que pueden entregarlos, pero eligen no hacerlo. Esto revela su naturaleza bárbara”, dijo, al tiempo que acusó al movimiento islamista de incumplir de esa forma lo pactado previamente. Netanyahu, por su parte, prometió a las familias traer de vuelta “hasta el último” de los fallecidos.
Mientras, el partido ultraortodoxo Shas, que forma parte de la coalición de Gobierno en Israel, pidió al primer ministro que detenga “inmediatamente” el acuerdo con Hamá y se impida la entrada de ayuda en Gaza hasta que el grupo no devuelva los cuerpos de todos los rehenes.
Una posición similar tienen los familiares de los rehenes que pidieron también al Gobierno suspender la implementación de las etapas restantes del acuerdo de alto el fuego mientras Hamás “siga violando el acuerdo y mantenga cautivos a 19 rehenes”, reseña EFE.
Hamás rechazó las acusaciones y aseguró que los cuerpos accesibles ya fueron devueltos, culpando al ejército israelí de haberlos “sepultado bajo escombros”. El grupo insistió en su compromiso con el acuerdo, pero señaló que Israel “obstruye los esfuerzos humanitarios”.
Israel prevé que el cruce de Rafah vuelva a abrirse «probablemente este domingo».https://t.co/I3lYhul7E6
— EFE Noticias (@EFEnoticias) October 16, 2025
Trump renueva amenazas: “los desarmaremos violentamente”
Mientras las tensiones persisten, el presidente Donald Trump lanzó una advertencia escalofriante desde Washington: “Si Hamás no cesa la violencia interna, no tendremos más opción que entrar y matarlos”.
Aunque el mandatario aclaró que no enviaría tropas estadounidenses —“serán aliados bajo nuestros auspicios”, dijo—, sus declaraciones en Truth Social añadieron leña al fuego.
Trump, quien días antes minimizó los enfrentamientos internos en Gaza, afirmó que Hamás debe desarmarse “rápida y violentamente”, si no lo hace por voluntad propia.
La Casa Blanca no ha ofrecido detalles sobre cómo se ejecutaría esta amenaza, pero el mensaje refuerza la presión sobre el grupo palestino, en medio de la creciente fragilidad de la tregua.
Trump amenaza con desarmar a la fuerza a Hamás si no entrega las armas rápido
El frágil alto el fuego y las negociaciones en El Cairo
El cese de hostilidades, vigente desde el viernes pasado, incluye la liberación de rehenes vivos y la entrega de cuerpos, además de una retirada parcial israelí. Sin embargo, el incumplimiento del plazo para repatriar todos los restos —vencido el lunes— viene generando crecientes roces.
En este contexto, una delegación de Hamás llegó a El Cairo para discutir con mediadores egipcios la seguridad posconflicto. Fuentes egipcias revelaron a la prensa que se negociará el despliegue de mil efectivos palestinos —entrenados en Egipto y Jordania— para mantener el orden en Gaza bajo supervisión de la Autoridad Palestina (AP).
El plan, respaldado por EE.UU., incluiría el desarme progresivo de Hamás y su salida del aparato de seguridad, una acción que aún se mantiene en un estado de indeterminación, pues algunos líderes del movimiento niegan la posibilidad de desarme de la milicia, que rápidamente ha llenado el vacío de autoridad dejado por la retirada parcial de los ocupantes judíos en el enclave.
La guerra, desatada el 7 de octubre de 2023, ha dejado más de 1200 israelíes fallecidos, sin contar más de 500 soldados muertos en operaciones militares en Gaza y en enfrentamientos en la frontera con Líbano.
Del lado palestino, se cuentan unos 68 mil muertos y 170 mil heridos, según autoridades gazatíes. Pese al alto el fuego, al menos 23 personas han fallecido y 122 resultaron heridas desde el 11 de octubre, lo que recuerda la fragilidad del acuerdo .