Las noticias sobre el descarrilamiento de algún tren son cada vez más frecuentes en Cuba y aunque muchas veces sus consecuencias son menores, resultan reveladoras sobre el estado actual del ferrocarril en la isla.
La noche de este miércoles el tren accidentado fue el de pasajeros que cubría la ruta Holguín-La Habana. El hecho ocurrió en el patio de la comunidad Bartle, en Las Tunas, cuando el tren “circulaba a muy baja velocidad”, según informó el ministro cubano de transporte.
Como consecuencia, “la locomotora 52554 y el primer coche de la formación (que posee el equipamiento para la generación eléctrica del tren) se descarrilaron, aunque quedaron enganchados a los coches”, explicó Eduardo Rodríguez Dávila en Facebook.
De acuerdo con el funcionario, no se reportan heridos, “ni daños a la integridad de los pasajeros, ni de los tripulantes”, en tanto los coches restantes “no sufrieron daño alguno”.
El ministro confirmó que una locomotora adicional había llegado al lugar del accidente para trasladar al tren hasta la estación central de Las Tunas “para una mejor atención a pasajeros y tripulantes”. La nota no precisa la hora prevista para la continuación del viaje.
“Medidas correspondientes”
En su publicación Rodríguez Dávila afirmó que “desde el primer momento” se habían comenzado a adoptar las “medidas correspondientes en un caso como este”.
Al respecto, informó sobre la activación “de inmediato” de “un puesto de dirección en el ministerio de Transporte, en coordinación con las autoridades locales, en función de propiciar la continuidad de viaje de los pasajeros y el restablecimiento de la vía”.
También dijo que se conformaría “una comisión para investigar este hecho que lamentamos” y prometió brindar más detalles por los canales oficiales “en la medida que se disponga de más información”.
Aunque menor y afortunadamente sin consecuencias graves, el descarrilamiento de ayer es el más reciente de una serie de accidentes ferroviarios ocurridos en los últimos tiempos en Cuba, algunos de los cuales han dejado víctimas y daños de consideración en los equipos y las vías.
Entre los hechos de este tipo más recientes se cuentan el descarrilamiento de un tren de carga a inicios de septiembre en Mayabeque, que provocó un derrame de miel; y de el de esta misma ruta Holguín-La Habana en agosto a su llegada a la capital, aunque sin lesionados ni daños serios.
Descarrilamiento de un tren de carga provoca un derrame de miel en Mayabeque
También en agosto, pero en Matanzas, otro hecho de este tipo dejó al menos tres heridos leves y siete vagones descarrilados. Además de los daños en los coches, el accidente afecto unos 250 metros de vía férrea y obligó a interrumpir temporalmente el tráfico ferroviario.
Aunque las autoridades no han profundizado públicamente en la razón de estos accidentes, los informes apuntan principalmente a desperfectos en las propias vías, causadas por problemas de mantenimiento y presuntos actos de vandalismo.