En un encuentro que marca un nuevo capítulo en las relaciones entre las dos mayores economías del mundo, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, sostuvieron este jueves una crucial reunión en la ciudad portuaria de Busan, Corea del Sur.
El objetivo de la cita era avanzar hacia un acuerdo que reduzca las tensiones comerciales y abordar temas sensibles como Taiwán, TikTok y la seguridad global, y según lo anunciado tras su conclusión ambos mandatarios llegaron a puntos de consenso.
Al terminar el encuentro, Trump dijo que reducirá del 20 al 10 % los aranceles específicos que impuso a China en represalia por el tráfico de fentanilo, lo que en total bajaría los gravámenes estadounidenses al gigante asiático hasta un 47 %, de acuerdo con la agencia EFE.
El republicano dijo que Xi se comprometió a “trabajar muy duro” para reforzar el control sobre el tráfico de fentanilo y a que China retome la compra de “enormes cantidades de soja” a Estados Unidos, que estaban suspendidas por la guerra comercial.
Además, dijo que ya no habría más restricciones chinas a las exportaciones de las llamadas tierras raras y detalló que habló con Xi sobre la venta de chips del gigante estadounidense Nvidia a China, aunque sin acordar nada en concreto.
Posteriormente también ha trascendido que ambos países suspenderán durante un año las tasas portuarias que se imponían mutuamente.
China y Estados Unidos suspenderán durante un año las tasas portuarias que se imponían mutuamente, después de la reunión que han mantenido en Corea del Sur Xi Jinping y Donald Trump.https://t.co/1Ig7IZHuE9 pic.twitter.com/AizfAVvLiH
— EFE Noticias (@EFEnoticias) October 30, 2025
Cordialidad inicial
El cara a cara, el primero desde que Trump regresó al poder, comenzó pasadas las 11:00 hora local en la Base Aérea de Gimhae.
Ambos líderes se estrecharon la mano frente a las cámaras, flanqueados por las banderas de sus respectivos países. “Tendremos una reunión muy exitosa, no tengo duda”, dijo Trump con una sonrisa. “Pero el presidente Xi es un negociador muy duro, eso no es bueno”, bromeó.
Ya en la sala de reuniones, acompañados por sus delegaciones, Trump elogió a su homólogo: “Es un gran honor estar con un amigo de tanto tiempo. Vamos a tener unas conversaciones; ya estamos de acuerdo en muchas cosas, pero el presidente Xi es un gran líder de un gran país y creo que vamos a tener una gran relación”.
Xi Jinping respondió con tono cordial: “Es normal que las dos principales economías del mundo tengan fricciones de vez en cuando”, afirmó. También agradeció a Trump su papel en el alto el fuego en Gaza y en la resolución del conflicto entre Tailandia y Camboya.
Allanando el camino de la cumbre
La reunión se produce pocos días después de que representantes de ambos países alcanzaran en Kuala Lumpur un “acuerdo preliminar” en la quinta ronda de negociaciones desde abril.
Anteriormente Washington aplicó aranceles del 30 % a los productos chinos, mientras que Pekín mantiene un 10 % sobre los estadounidenses, cifras que han bajado desde los picos del 145 % y 125 % registrados al inicio de la guerra arancelaria iniciada por Trump.
El presidente de EE.UU. ha manifestado su intención de reducir los aranceles a China, con el argumento de que “pueden ayudar a Washington con la situación del fentanilo”, un opioide sintético que, según EE.UU., es producido por carteles mexicanos a partir de precursores químicos provenientes de China.
Minutos antes del encuentro, Trump sorprendió al anunciar en Truth Social que había ordenado al Departamento de Guerra iniciar pruebas de armamento nuclear “en igualdad de condiciones” con países como Rusia y China, una declaración que genera inquietud sobre una posible nueva escalada armamentista.
Fuera del recinto, decenas de estudiantes chinos residentes en Corea del Sur mostraron su apoyo a Xi portando banderas. Según medios locales, tres manifestantes antichinos fueron arrestados en las inmediaciones.

Taiwán, la isla rebelde de China
Uno de los temas más delicados en la agenda era el de Taiwán. Trump había adelantado que no planeaba abordar directamente la situación de la isla con Xi, aunque según medios internacionales el gobierno taiwanés seguía de cerca su posible mención en el desarrollo de la cumbre.
“Seguimos con atención el diálogo entre los líderes de las dos potencias”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung. “Existe una estrecha cooperación con EE.UU. en seguridad, economía, tecnología y cultura, y mantenemos un canal de comunicación fluido”.
Lin también respaldó las declaraciones del presidente taiwanés, William Lai, quien llamó a oponerse con firmeza a los intentos de “anexión y promoción de la unificación” por parte de Pekín. “Eso que llaman ‘promover la unificación’ es, en realidad, un intento de cambiar el statu quo en el estrecho de Taiwán. Debemos seguir defendiendo la paz y la seguridad de la isla”, afirmó.
Sin embargo, una vez terminado el encuentro Trump dijo que aunque trató con Xi “muchas cosas en detalle” durante su “reunión larga”, el tema de Taiwán “nunca salió” en el diálogo. Ello mantiene viva la incertidumbre al respecto y enfría la esperanza taiwanesa de una presión estadounidense a las pretensiones de Pekín sobre la isla.
En la reunión entre Trump y Xi, la primera desde el G20 de Osaka en 2019, se esperaba también el abordaje sobre el futuro de TikTok en EE.UU., cuya presencia ha sido objeto de debate por motivos de seguridad nacional alegados por la Casa Blanca.
Sin embargo, ese tema tampoco parece haber tenido protagonismo de acuerdo con los trascendidos iniciales.
La comunidad internacional se ha mantenido atenta al desarrollo y resultados de esta cumbre, que podría redefinir el equilibrio económico y geopolítico en un mundo globalizado que Trump está zarandeando con sus caóticas políticas proteccionistas.












