|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
El cierre del gobierno federal de Estados Unidos alcanzó los 35 días el pasado 5 de noviembre, al superar el récord de 34 días registrado durante el cierre de 2018-2019. Se trata de la parálisis institucional más extensa en la historia moderna del país.
El financiamiento gubernamental expiró a medianoche del 30 de septiembre de 2025, y desde entonces el Congreso ha sido incapaz de aprobar una resolución continua para reabrir las operaciones federales.
La crisis surgió cuando republicanos y demócratas no lograron acordar la extensión de subsidios de seguros médicos, los niveles de gasto federal y el alcance de las operaciones gubernamentales bajo la administración Trump.
El punto de fricción central gira en torno a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, y específicamente sobre la extensión de créditos fiscales para las primas de seguros médicos establecidos durante la pandemia.
Antes del cierre, republicanos y demócratas propusieron resoluciones presupuestarias en el Senado, pero ambas fueron rechazadas.
La propuesta republicana habría financiado el gobierno hasta el 21 de noviembre, manteniendo la mayoría de gastos en niveles de 2025 mientras extendía algunos programas de salud y veteranos; mientras que el proyecto demócrata incluía disposiciones de salud como una extensión de la expansión de créditos fiscales de primas.
Un bloqueo político sin precedentes
Desde el inicio del cierre el 1 de octubre, el Senado ha votado 13 veces sobre una resolución aprobada por la Cámara de Representantes para financiar el gobierno hasta el 21 de noviembre.
Con 53 republicanos en el Senado frente a 45 demócratas y dos independientes alineados con estos últimos, los republicanos no han logrado reunir los 60 votos necesarios para superar el llamado “filibusterismo”.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha criticado al presidente Trump por priorizar otros asuntos durante la crisis.
Los demócratas se niegan a votar la propuesta republicana mientras no se renueven los subsidios del Obamacare, argumentando que su eliminación encarecería significativamente las primas de seguro para 2026.
Por su parte, los republicanos acusan a los demócratas de intentar extender estas ayudas a inmigrantes indocumentados y exigen una reapertura inmediata antes de debatir subsidios.

Empleados federales sin salario
Aproximadamente 670 mil empleados federales han sido suspendidos temporalmente sin pago, mientras que unos 730 mil considerados esenciales continúan trabajando sin recibir salario.
Entre los afectados se encuentran 13 mil controladores aéreos y personal militar, cuya situación ha generado especial preocupación.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, habla de que se podría crear “un caos absoluto”.
“Habrá retrasos masivos, cancelaciones y podríamos cerrar parte del espacio aéreo, porque simplemente no tenemos controladores suficientes”, alertó el funcionario.
Esto podría significar la reducción de un 20 % de vuelos en EE.UU., según Duffy.
“Si el gobierno abre mañana —que no lo hará, no lo parece—, tardaremos días en evaluar a los controladores que vuelvan a sus instalaciones o a sus torres“, dijo Duffy a America Reports.
Una nota de EFE de este viernes indicaba que la Administración Federal de Aviación (FAA) había aplicado una reducción del 10 % en el tráfico aéreo en 40 de los aeropuertos más transitados del país como medida de seguridad ante el cierre parcial del gobierno.



Crisis alimentaria inminente
Por otra parte, uno de los efectos más graves que afecta el cierre del gobierno es al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP).
Aproximadamente 42 millones de estadounidenses dependen de los cupones de alimentos que llegaban mensualmente.
El Departamento de Agricultura anunció que los beneficios SNAP no se emitirían el 1 de noviembre, aunque posteriormente 25 estados solicitaron a un juez federal en Massachusetts ordenar al Departamento de Agricultura proporcionar beneficios de noviembre.
El presidente Trump desafió las órdenes judiciales al publicar en redes sociales que los beneficios SNAP “se otorgarán únicamente cuando los demócratas de la izquierda radical reabran el Gobierno“, pese a que dos tribunales federales ordenaron continuar la financiación del programa.



Impacto económico
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que este cierre podría reducir temporalmente la producción económica del país en 1 punto porcentual si dura cuatro semanas y 2 puntos si se extiende a ocho semanas.
Aunque gran parte de la caída se revertirá tras la reapertura, el PIB enfrentará una pérdida sostenida de $7 mil millones después de cuatro semanas, $11 mil millones tras seis semanas y $14 mil millones después de ocho semanas.
¿Posibles soluciones?
El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, ha expresado optimismo cauteloso. Thune manifestó que algunos reconocen la excesiva duración del conflicto y confió en que podría resolverse pronto. Sin embargo, las posiciones siguen siendo irreconciliables.
Una extensión de la expansión de créditos fiscales aumentaría el número de personas con seguro médico en 3,8 millones y elevaría el déficit en $350 mil millones para 2035, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Este es precisamente el núcleo del desacuerdo: los demócratas consideran estos subsidios esenciales para garantizar el acceso a la salud, mientras los republicanos los ven como un gasto excesivo.

Con el Día de Acción de Gracias aproximándose el 27 de noviembre y la urgencia creciendo por la suspensión de servicios críticos, la presión sobre ambos partidos aumenta día a día.
Sin embargo, hasta el momento no hay señales claras de un compromiso inminente que ponga fin a esta crisis histórica que mantiene paralizado al gobierno federal estadounidense.
Ningún partido quiere ceder porque considera que sería traicionar sus principios fundamentales. Al final, este conflicto entraña una batalla ideológica que va mucho más allá de los montos presupuestarios: es sobre qué tipo de país quiere ser Estados Unidos.












