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Son los únicos en utilizar en Cuba la técnica de estampación sobre cuero, tomando un material que es parte importante de las tradiciones artesanales cubanas y llevándolo a un nuevo nivel. Después de siete años de trabajo, Carenas es, sin dudas, alta costura cubana.
Frente a sus piezas, impresiona el diseño, el buen gusto, la sensibilidad, y el concepto. Podría uno imaginar que detrás hay una industria con una robusta infraestructura. Pero no.
Carenas reside en un pequeño taller con máquinas Singer de los años 20 del siglo pasado, con menos de cinco trabajadores, pero mucha pasión, entrega y una perspectiva muy bien trazada por las manos y las mentes de Raisa Cortina y Manuel Olivera, a pesar de que ninguno de los dos tiene formación profesional de base en el diseño o alguna rama asociada a la moda.
De ese pequeño taller y su arte han salido ya una decena de colecciones desde que en 2018 lanzaran la marca. Con un nombre ya ganado en el emergente ámbito de la moda en Cuba, han llegado hasta pasarelas de Francia, Ginebra e Italia, y en 2024 merecieron el Premio Internacional a la Mejor Colección del Concierto de Moda Internacional de Venecia.

“La idea de Carenas surge de la necesidad de encontrarnos con un producto, con una moda, que hablara en un lenguaje más cercano a nuestros tiempos. Comenzamos vendiendo en la feria de artesanía de las Asociación Cubanos de Artesanos y Artistas (Acaa), en Obispo, y ahí encontramos por primera vez un material con tanta riqueza como lo es el cuero”, nos cuenta Manuel Olivares.
“Carenas empezó siendo nosotros dos solos haciendo las piezas, trabajábamos toda la madrugada, no teníamos siquiera un taller, teníamos solo una máquina de coser, nos demorábamos una madrugada entera para hacer una billetera” —recuerda Raisa—. “Empezamos a aprender un poco, a nutrirnos del tema de la moda, también de lo que eran las técnicas para poder trabajar, y todo eso lo fuimos perfeccionando. Hemos sido todo en Carenas, desde community managers hasta directores, absolutamente todos los planos los hemos cubierto, pero ya hemos logrado tener un equipo de trabajo que realmente se complementa bien, y hemos ido transformando todo esto, profesionalizando la marca”.
Todo cambió
Las primeras colecciones de Carenas, presentadas en 2019, juegan con las formas, las geometrías. Quedaba claro que había un lenguaje específico con el cuero, y sobre todo una búsqueda de llamar la atención y mostrar que podía desprenderse al cuero de esa entrega “tradicional” que se asumió en el mercado cubano para este tipo de productos.
Empezaron entonces a abrirse las puertas y con ellas los retos. Así llegó la técnica y los conceptos que cambiaron toda la estética de la marca y ha brindado el camino certero hasta hoy.
“En 2019, se celebraban los 500 años de La Habana, e íbamos a inaugurar una exposición en Estudio 50 como parte del evento Arte y Moda. Nos tocaba compartir espacio de diseño con una profesora de la Parsons The New School for Design de Nueva York, que también tiene una marca de bolsos. Había que hacer algo representativo desde la obra de cada artista que tuviese parte de La Habana”, narra Raisa.
“Cuando nos hicieron la propuesta decidimos crear algo único. Queríamos que fuera una mirada a La Habana, pero desde lo conceptual. No tan descriptivo, no tan básico”, explica Manuel.
Así nació la idea de acercarse a la arquitectura habanera. Buscando un camino fuera de esas postales de siempre, llegaron al Hotel Inglaterra y sus mosaicos estilo mudéjar.

“La moda, como todas las manifestaciones del arte, es intentar comunicar tu visión, pero también desde un concepto. Nos gusta también que la gente tenga que descifrar”, detalla Manuel.
Así también “probamos en una máquina si se podía imprimir el cuero y funcionó”, dice Raisa. Llegaron a la estampación, una técnica que se usa en muchos lugares del mundo, pero hasta ese minuto nadie se había atrevido o lo había logrado en la isla.
Para esa muestra colectiva nombrada “Global Visual” presentaron entonces cinco bolsos. La aceptación del público los impulsó a ampliar la propuesta a una colección completa que tuvo por nombre “Grand Inglaterra”, pero para cuando estuvo lista era 2020, el mundo paró.
“Sacamos una colección de 12 bolsos, y justo empezó la pandemia. Teníamos que desfilar el fin de semana que cerraron todo, y en julio decidimos sacarlo online. Estaba hecha toda una sesión de fotos, y a partir de ahí se empezó a conocer”, cuenta Raisa.
El sello
“Grand Inglaterra” le dio a Carenas buena parte de sus esencias artísticas. Los mosaicos y vitrales de varias partes de la ciudad han sido hasta hoy la inspiración para mezclar arquitectura y moda. Pero visión y líneas claras a seguir han completado la clave que le ha dado a la marca su posicionamiento actual.
Manuel nos habla de esos aspectos, que obviamente, no han sido tampoco caminos lineales.
“Al principio era una marca más artesanal, y ahora estamos más ligados a la moda, pero siempre la misión ha sido la misma, poder ofrecerle, no solo a nuestra generación, sino al público en general, un producto de diseño cubano, hecho a mano, y rescatar la riqueza de un material tan antaño como lo es el cuero”.

Sin embargo la marca no renuncia al concepto artesanal a la hora de concebir sus producciones. “Carenas es una marca que produce a baja escala, o sea, no produce al por mayor y esa es una de las cosas a mantener como sello de calidad que no se puede perder”, explica Raisa.
“Cada pieza pasa por nuestras manos, tiene horas de trabajo y cuenta una historia y lleva un poco del espíritu nuestro”, reafirma Manuel.
Todo el material usado en Carenas es cien por ciento cubano. El cuero sale de otras manos artesanales, las de los curtidores, que a su vez trabajan con la piel excedente de los procesos cárnicos destinados a la alimentación. Simbiosis y sostenibilidad son evidentemente otros valores importantes de la marca.
Sus líderes nos hablan también de “la mirada y la visión de nuestros tiempos”, y ahí entran en juego entonces los diseños estructurales de cada pieza como enganche para conectar con la moda y los gustos del público de hoy.
“En un mundo que va tan deprisa, en el que cada día se consume y se consume, apostamos por los valores que tiene el cuero en cuanto a riqueza y durabilidad”, dice Manuel.
“No es solo un bolso, es todo lo que está detrás de ese bolso: personas que están trabajando, que se están esforzando, que están estudiando. Lleva una carga detrás que cuesta más que se llegue a descubrir y la gente empiece a aceptar que puede haber algo de mucha calidad, que esté hecho aquí, que no tengas que ir a buscarlo afuera”, opina Raisa.
Hasta hoy la marca solo comercializa de manera online, por encargos. Mantienen en catálogo de más de 70 diseños de todas sus colecciones y a pedido de cada cliente es elaborada cada pieza en un plazo de máximo 15 días y entregada personalmente.
Island
En junio de este año Carenas volvió a participar en el Concierto de Moda Internacional de Venecia, Italia. Después del éxito y premio de su presencia en el evento en 2024 sentían la necesidad de poder explorar conceptos y estéticas más diversas.

Asimismo, la experiencia de tres años en eventos foráneos les ha brindado las herramientas para entender en otras dimensiones el concepto de lo que es crear y presentar una colección.
“Cuando vas a participar en una pasarela internacional tienes que ir un poco más allá y no solamente llevar un accesorio. Hemos intentado crear vestuarios cada año con cada colección, no centrados en ser utilitarios, —aunque lo son porque cumplen los requisitos para serlo—, sino en dar una mirada a la máxima expresión artística de la colección.
“Es plasmar sobre la pasarela todo ese estudio que hacemos de historia del arte, arquitectura, de por qué vamos a elegir cada mosaico, por qué cada zona. Queremos que las personas que asistan a los desfiles se vayan sintiendo algo. Que no sea solamente vi un bolso bonito o vi una pieza, sino también que vean y sientan la narrativa que cuenta”, expresa Manuel.
Así nació “Island”, la más reciente de sus colecciones y que ya no solo habla de Cuba, sino de la región geográfica que habitamos. Así se sumó lo floral como nuevo elemento estético y artesanal.
Carenas presume con orgullo la realización de tres mil flores de manera totalmente manual para construir las verdaderas obras de arte que desfilaron en la presentación de esta colección en Venezia.

“Buscamos cuatro mosaicos que tenían una carga muy fuerte en los colores del trópico y formas muy florales, muy vegetativos. Con las flores quisimos rescatar esa tradición muy manual, pero a la vez desde una parte muy artística. Las piezas se concibieron casi como esculturas porque las mallas se hicieron, después se moldearon encima de los maniquíes para poder hacer la forma del cuerpo con todas las flores y escogimos flores que fueran del Caribe.
“Siempre habíamos hablado en todas las colecciones de este proceso de transculturación, de cómo se nutrieron las diferentes culturas. Nosotros del viejo continente, el viejo continente de nuestros colores y en esta fue como decir puramente ´nosotros somos el Caribe, tenemos esta riqueza y la vamos a realzar´. Destacar lo que significa nuestra propia esencia”, aclara Raisa.
Los creadores no pueden elegir una de sus colecciones como favorita. Sienten cada una de ellas como un nuevo escalón que les ha ido perfilando o redireccionando el camino, y esa es la única manera de crecer.
Cambios de técnicas, de inspiraciones, de lenguajes, amplitud en los tipos de piezas a crear, juegos con distintos materiales sin dejar de darle el total protagonismo al cuero, en fin, lo que es evolucionar, y que solo es posible cuando hay una visión y objetivos claros.
“La clave siempre va a ser el perseguir tus sueños por encima de todo, en cualquier contexto”, resume Manuel.
“Un emprendedor no descansa. Siempre tienes que tener nuevas ideas, siempre tienes que reinventarte con todo, con tu alrededor y con tu propia esencia, con tu propio trabajo. Es lo más importante. Y nunca dejar de soñar para que cuando vayas llegando necesites ir más allá. Que sepas y estés identificado con lo que quieres ser y enseñar al mundo realmente. Esa es la esencia de todo y a partir de ahí todas las ideas vienen, todo surge y despega”, es el consejo de Raisa.









