El Gobierno cubano reconoció este lunes que más de medio millón de personas en el país sigue sin servicio eléctrico a causa del huracán Melissa, que azotó hace 19 días el extremo este de la isla.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) actualizó en redes sociales los porcentajes de clientes que ya han recuperado la electricidad en las cinco provincias afectadas por este potente huracán que tocó tierra como categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson.
Así, la recuperación habría llegado al 100 % de los clientes en la provincia de Las Tunas, pero solo al 58 % de los de Santiago de Cuba, la región más castigada. En medio se situarían las provincias de Holguín (91 %), Granma (95 %) y Guantánamo (99 %).
Actualización recuperación eléctrica en el oriente de #Cuba
Holguín 91 %
Granma 95 %
Guantánamo 99 %
Santiago de Cuba 58% pic.twitter.com/u6uJZPLw90— Ministerio de Energía y Minas de Cuba (@EnergiaMinasCub) November 17, 2025
Comparando esas tasas con las estadísticas de población de la Oficina Nacional de Información y Estadística (ONEI), se desprende que —de forma aproximada— quedan aún unas 526 mil personas afectadas por las roturas de líneas de distribución que provocó el huracán.
De ellos, unos 399 mil residen en Santiago de Cuba, por los aproximadamente 85 500 de Holguín, los alrededor de 37 500 de Granma y unos 4 500 en Guantánamo.
Melissa, con vientos de hasta 200 kilómetros por hora y acumulados de lluvia de hasta 400 milímetros (o litros por metro cuadrado) provocó “cuantiosos daños” materiales, según el presidente Miguel Díaz-Canel.
Hasta el momento el Gobierno no ha difundido un recuento final de las afectaciones.
Los principales daños se concentran en las viviendas (unas 149 mil), los cultivos (unas 158 mil hectáreas) y la infraestructura pública, de centros médicos (600) a escuelas (2 mil), pasando por el Sistema Energético Nacional (SEN).
La reparación de las líneas, sin embargo, no significa que automáticamente vuelva la corriente a los clientes, ya que Cuba sufre una grave crisis energética y el SEN es incapaz de forma regular de producir la electricidad que demandan los hogares y la economía.
El déficit máximo previsto a diario para el momento de mayor demanda en la isla rondaba el 50 % en las últimas semanas, por los estragos de Melissa y la crisis energética nacional.











