El Ministerio de Salud Pública (Minsap) alertó este miércoles que los niños son grupo de riesgo en la actual epidemia de dengue y chikungunya, con 10 menores en estado “crítico” actualmente.
La viceministra del Minsap, Carilda Peña, señaló en la televisión que disminuyeron los pacientes en cuidados intensivos al reportar 77, once menos que la jornada del martes, pero insistió en que los más afectados siguen siendo los menores de 18 años, según reporte de EFE.
Peña refirió que de estas dos arbovirosis que circulan en el país, la chikungunya mantiene la mayor cantidad de casos, con un acumulado de 39 600 infectados. No ofreció un número exacto de contagios de dengue.
Cerca de la mitad de los infectados con chikungunya se han reportado en el mes de noviembre, ya que el acumulado de 2025 hasta octubre era de 20 062, según datos difundidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), citados por la agencia española.
Solo la semana pasada se comunicaron 5717 casos nuevos.
“Situación complicada”
Las autoridades sanitarias han reconocido que el país se encuentra en una “situación complicada” por la epidemia de dengue y chikunguña, y proyectan una evolución “desfavorable” del brote en las próximas semanas.
El Minsap confirmó el lunes un total de 33 muertos por chikungunya y dengue, de los que 21 eran menores de edad. También ha admitido que las estadísticas oficiales son un subregistro, ya que un buen número de enfermos no acude a los hospitales para tratarse por la falta de medicamentos.
Autoridades prevén una evolución desfavorable de la epidemia de dengue y chikungunya a corto plazo
El Gobierno cubano reconoció por primera vez el 12 de noviembre que el país sufría una epidemia de chikungunya y dengue, pese a que los primeros casos se diagnosticaron en julio y que las infecciones se habían disparado en septiembre y octubre.
La epidemia ha encontrado un terreno fértil para extenderse debido a la grave crisis económica que padece el país, que limita la capacidad de prevención -principalmente mediante la fumigación masiva contra los mosquitos-, control -con test para confirmar el tipo de enfermedad- y atención a los enfermos, por falta de medicamentos, apunta la agencia española.











