En su tradicional mensaje de Navidad, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba llamó a construir de conjunto “una Cuba mejor” y pidieron que “las cosas cambien para bien y en paz”.
“El mensaje de la Navidad es una invitación al abrazo fraterno, al diálogo, a construir puentes en lugar de muros. A olvidar ofensas, acallar rencores y llamar hermano al otro para, juntos, construir una Cuba mejor”, afirmaron los religiosos.
Los Obispos Católicos reconocieron que “la Navidad será difícil para muchas personas y familias, especialmente las que fueron dañadas por el huracán Melissa, en el oriente cubano” y recordaron que “ellas han sido destinatarias de la solidaridad de muchos”.
“Todos continuaremos orando y ayudándolas en estos días santos”, aseguraron.
De igual forma, resaltaron que “la Navidad es fiesta de la familia” y apuntaron como una bendición “podernos reunir en este tiempo alrededor de una misma mesa o juntos en la iglesia”.
“¡Que todos sepamos valorar a quienes nos transmitieron la vida y, con esfuerzo y sacrificio, quisieron hacernos personas de bien! A ellos debemos nuestra gratitud y compromiso de ayuda”, dijeron.
“Cambios para bien”
En su mensaje, los Obispos cubanos recordaron su mensaje navideño de cinco años atrás.
Entonces consideraron que “una buena noticia para los cubanos sería que las cosas cambien para bien y en paz… que el agobio por conseguir alimentos se convierta en un sereno compartir el pan cotidiano… que el reajuste de la economía ayude a sostener a la familia con trabajo digno, salario suficiente y justicia social”.
También afirmaron “que la intolerancia dé paso a la pluralidad, al diálogo y la negociación… que los cubanos no tengamos que buscar fuera del país lo que debemos encontrar dentro; que no tengamos que esperar lo que nos den desde arriba… que cesen todos los bloqueos, externos e internos, y se dé paso a la iniciativa creadora y a leyes que favorezcan la iniciativa de cada cubano…”
“Todas estas siguen siendo ‘buenas noticias’ necesarias y actuales”, dijeron ahora, al tiempo que llamaron a “ser sembradores de esperanza, inspirando con nuestros actos la construcción de una Cuba nueva”.
Finalmente, pidieron por la protección y la bendición divina, y desearon a todos los cubanos una “Feliz Navidad y Bendecido Año Nuevo 2026”.
El mensaje de Navidad de los Obispos Católicos llega en momentos en que la isla sufre una agudización de su profunda crisis económica, marcada por la carencia de productos básicos, una elevada inflación y prolongados apagones.
A esta situación se unen las severas afectaciones causadas por el huracán Melissa, así como la infectividad de las medidas y planes gubernamentales para paliar la crisis y el impacto de las sanciones estadounidenses, en un contexto marcado también por la creciente agresividad de la Administración Trump contra Venezuela, el principal aliado y proveedor de petróleo a la isla.










