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Cuba enfrentará este lunes prolongados apagones durante toda la jornada, con afectaciones que en el horario de mayor demanda energética llegarán a dejar sin corriente eléctrica de forma simultánea al 55 % del país, de acuerdo con datos de la estatal Unión Eléctrica (UNE) analizados por la agencia EFE.
Aunque la isla atraviesa una aguda crisis energética desde agosto de 2024, los niveles actuales de afectación se mantienen entre los más altos de las últimas semanas. El pasado 8 de diciembre se registró un récord reciente, cuando los cortes alcanzaron al 62 % del territorio nacional. Entre las principales causas figuran las averías recurrentes en centrales termoeléctricas obsoletas y las dificultades para importar combustible.
Las caídas ¿inevitables? del sistema eléctrico nacional en Cuba
En este último punto confluyen la escasez de divisas del Estado cubano para adquirir petróleo en el mercado internacional y la presión militar de Estados Unidos sobre los tanqueros procedentes de Venezuela, principal proveedor energético de La Habana.
Para el horario pico de la tarde-noche, la UNE —adscrita al Ministerio de Energía y Minas— estima una capacidad de generación de 1488 megavatios (MW) frente a una demanda máxima de 3250 MW. El déficit alcanzará los 1762 MW, mientras que la afectación real prevista —la energía que se desconectará para evitar apagones desordenados— será de 1792 MW.
Actualmente, seis de las 16 unidades termoeléctricas operativas están fuera de servicio por averías o mantenimientos. La generación termoeléctrica aporta alrededor del 40 % del mix energético del país.
A ello se suma la paralización de 91 centrales de generación distribuida y de la infraestructura de motores de Moa, en el oriente del país, debido a la falta de combustible (diésel y fuel oil). Además, una docena de motores permanece inactiva por carencia de lubricantes. Este tipo de generación representa también cerca del 40 % del sistema eléctrico nacional.
Expertos independientes atribuyen la crisis energética cubana a una infrafinanciación crónica de un sector controlado por el Estado desde 1959. Estimaciones externas calculan que serían necesarios entre 8 mil y 10 mil millones de dólares para sanear el sistema eléctrico.
Por su parte, el Gobierno cubano señala el impacto de las sanciones estadounidenses sobre esta industria y acusa a Washington de promover una “asfixia energética”.
Los apagones prolongados afectan de forma directa a la economía nacional, que se ha contraído un 11 % en los últimos cinco años y cerrará nuevamente en negativo este ejercicio. También han sido uno de los principales detonantes de las protestas sociales más significativas registradas en el país en el mismo período.
EFE/OnCuba











