Pasada la primera semana de competencias, la delegación cubana aún no cuaja en Río de Janeiro. Al parecer, las temperaturas relativamente bajas –16 grados es frío para nosotros- del invierno brasileño han “congelado” las articulaciones de los deportistas nuestros y solo unos pocos se han mostrado con todo su esplendor.
Esto quedó fatídicamente ratificado este jueves, cuando otra vez las medallas se nos resistieron. Solo el boxeo, ganador en sus dos presentaciones, la sorprendente dupla de voleibol de playa y una judoca guerrera llamada Yalennis Castillo lograron dividendos positivos. Mientras, el panorama continuó gris para el tiro deportivo, con una puntería tan desacertada que no asustaría ni al peor de los pistoleros del oeste.
Al momento de redactar estas líneas, 56 países presentan al menos una presea en la tabla de posiciones. Cuba no figura dentro de ese listado, porque todavía restan varias carteleras para las finales de los pugilistas. No obstante, federativos, periodistas y aficionados esperan desde este 12 agosto un repunte de la comitiva nacional. La anemia de rendimientos favorables debe acabar de un momento a otro, al menos eso se piensa.
Nivaldo y Sergio, el dúo de moda en Copacabana
Los protagonistas del show principal en la hermosa ribera de Copacabana son el habanero Nivaldo Díaz y Sergio González. Ellos le han puesto el sabor latino a la competencia de voleibol de playa en Río. Los cubanos no han creído en gigantes y su última presentación dejó un andar perfecto ante los canadienses Chaim Schalk y Ben Saxton.
Parciales de 21-15 y 21-18, en menos de una hora de juego, le dieron el tercer éxito a los antillanos, quienes han convertido sus salidas en sonrisas. Tales resultados certificaron el avance de la dupla a la próxima ronda como primera de la llave.
Cada exhibición ha sido contra los pronósticos pre-competencias, que los ubicaban como los “fáciles” del grupo. Pero, sin la más mínima gota de nerviosismo, Nivaldo y Sergio vencieron anteriormente a los bien ranqueados brasileños Pedro Solberg y Evandro y a los letones Aleksandrs Smailovs y Janies Smedins, parejas de un altísimo nivel.
El entrenador de los caribeños, Leonides Regüeifero, resumió el desempeño de los nuestros: “se están robando el show”, y es así, los ojos del mundo del voly playero están sobre el dueto cubano.
Según la página oficial del evento, los antillanos regresan este viernes a la arena en el match 42 en los dieciseisavos de final. Sus contendientes son los austriacos Alexander Huber y Robin Seidl.
Robeysi y Roniel, ¿cómo en 2012?
Los campeones olímpicos cubanos Robeysi Ramírez (56 kilogramos) y Roniel Iglesias (69) compartieron como hace cuatros años en Londres una velada dentro del boxeo olímpico. Dos pugilistas que desentonaron durante todo el cuatrienio, pero que este jueves tuvieron un accionar completamente diferente sobre el encerado.
El Pabellón 6 del Centro de Convenciones Riocentro fue sede de una pelea perfecta de Robeisy para dominar 30-25, 30-27 y 30-27 al indio Shiva Thapa, bronce del orbe en Qatar. El cienfueguero se mostró incisivo, rápido de manos y piernas, exacto en su golpeo y, sobre todo, confiado.
Tan destacado resultó su debut, que no pocos califican su demostración como la mejor de la armada boxística cubana hasta ahora. Destacó un hombre que fue el último en clasificar y que desde 2013 estaba lejos de su óptima forma deportiva.
Roniel, por su parte, casi ni sudó para avanzar en el organigrama. Solo un minuto y 27 segundos estuvo sobre el cuadrilátero ante el armenio Vladimir Margaryan. Una herida profunda en el arco superciliar izquierdo decretó el éxito por nocaut técnico en el primer asalto.
Finalizada la pugna, el pinareño expresó a la prensa que “hubiera querido pelear más en mi debut, porque es bueno para lograr el ritmo, pero lo importante fue que se diera la victoria”.
El camagüeyano Joahnys Argilagos busca este viernes su pase a la final contra el colombiano Yusberjén Martínez, mientras que el vueltabajero Lázaro Álvarez intenta asegurar bronce ante el estadounidense Carlos Balderas. Además, el monarca mundial Arlen López debuta frente al húngaro Zoltan Harcza. Todos tienen como objetivo mantener el invicto del boxeo cubano en la “Ciudad Maravillosa”.
Yalennis, cerca de levantar un Castillo
Ni Yalennis Castillo ni José Armenteros lograron escalar el podio de premiaciones durante la penúltima fecha competitiva del judo. No obstante, resultó digno de admiración el trabajo de la holguinera, subtitular olímpica hace ocho años en Beijing.
Castillo debutó en los 78 kilogramos ante la reconocida holandesa Marhiunde Verkerd, contra quien disputó un combate maratónico. Once minutos de intenso forcejeo protagonizaron estas gladiadoras, hasta que un shido –penalización-, cuando el dolor y el cansancio eran visibles en sus rostros, le dio la victoria a la cubana.
Casi sin recuperación, debió volver al tatami ubicado en la Arena Carioca 2 frente a la eslovaca Anamari Velensek, plata universal 2015. Yalennis tocó el colchón, tras una técnica de luxación ejecutada por la europea, y la jueza decretó el Ippon. La oriental nunca estuvo de acuerdo con el fallo.
Después derrotó a la húngara Abigel Joo en el repechaje y cedió por yuko ante la brasileña Mayra Aguiar en la disputa del bronce. Ya en la zona mixta, manifestó que había competido infiltrada, lo que demuestra su sed de triunfos y deseos de vivir emociones a granel.
“Me dolió mucho no coger la medalla. Quería retirarme con un gran resultado, pero ella (Mayra Aguiar) me conoce mucho y sabe mis debilidades. Estos tres años, después de la maternidad han sido muy duros, con las lesiones, con la atención a la casa”, expresó Yalennis.
Por su parte, el cienfueguero José Armenteros (100) comenzó con estridente éxito sobre el mongol medallista olímpico Naidanguiin Tüvshinbayar, pero perdió en su segunda salida frente al egipcio Ramadan Darwish para culminar a sus 22 años su primera experiencia en este tipo de certámenes.
Desde ya, el judo cubano firmó su peor presentación en cuanto a cantidad de medallas desde Barcelona 1992. Todo el peso recae ahora en la anatomía de Idalys Ortiz (más de 78), quien busca este viernes reeditar su oro de Londres. También combatirá el joven Alex García (más de 100), sin muchas expectativas.
El grueso falla
La mirilla del tiro deportivo debe ser calibrada. A los desenlaces negativos de fechas anteriores de Reynier Estopiñán, Alexander Molerio y Jorge Grau, se unieron nuevamente Eglys de La Cruz y Dianelys Pérez, décimo y trigésimosexto puestos, respectivamente, en el rifle 50 metros tres posiciones. El sábado competirá el pistolero Leuris Pupo, la mayor opción de medallas.
El voleibol cedió 3-0 ante Irán para extender a tres su racha de derrotas y en el remo Liosbel y Raúl Hernández clasificaron para la final C del doble par remos cortos peso ligero.
Pichardo, otro tren que no sale
Las bajas y las lesiones siguen siendo noticia dentro de la delegación cubana. A la ausencia notificada del vallista corto Dayron Robles –lesión del gemelo derecho-, se une ahora la del triplista Pedro Pablo Pichardo, quien tampoco competirá en Río de Janeiro, después de un sigilo infinito sobre su estado físico.
A Pichardo, subtitular mundial en 2015, el sueño olímpico se le convirtió en pura pesadilla. El santiaguero no se recuperó de la lesión en su tobillo derecho, a pesar de los múltiples intentos de rehabilitación en La Habana y en España, y de que no pocos especialistas ortopédicos dedicaron parte de su tiempo a estudiar una minúscula fracción de su anatomía.
Así, crece el listado de los deportistas cubanos con dificultades físicas antes o dentro de la competencia de los cinco aros en Brasil. Manrique Larduet es el más connotado de los que sí han tenido acción, pero otros como la gimnasta Marcia Videaux y la judoca Yalennis Castillo igualmente pugnaron con molestias.
Volviendo a Pichardo, su retirada fue informada la noche de este jueves por una nota de prensa de la delegación nuestra en una ciudad que ya no está siendo tan maravillosa para los de la mayor de las Antillas. Tal comunicado explica que los más recientes exámenes médicos practicados al saltador arrojaron que no debe intervenir en los Juegos Olímpicos.
Expresa que el indómito fue sometido a las pruebas necesarias para actualizar el diagnóstico sobre la contusión de su tobillo, resentido hace muy poco, y que la junta médica consideró imprescindible evitarle al atleta los rigores de la lid para evitar daños mayores.
Cabe mencionar que el monarca panamericano en Toronto 2015 arribó la tarde del pasado miércoles a Río, procedente de Europa, y que desde su llegada fue atendido, entre otros, por el doctor Pablo Castillo, subdirector del Instituto de Medicina del Deporte de Cuba.
El texto refiere, además, que en todo momento Pichardo insistió en participar, pero prevaleció la prioridad asignada por las autoridades a que la salud siempre está por delante de las medallas, tal como se indicó en el caso de Robles, oro en Beijing 2008. Queda entendido entonces que existió al final un común acuerdo entre atleta, entrenadores y personal médico.
La salida de Pichardo deja definitivamente a Cuba sin un deportista llamado a tributar a la comitiva. Si bien el oro parecía utópico, por la excelente forma mostrada desde 2015 y durante 2016 por el estadounidense Cristian Taylor, muchos pensaban que el santiaguero, a media máquina, era capaz de luchar por una medalla. Todo se diluyó. Adiós Robles, adiós Pichardo.
Que artículo tan mediocre, es todo lo que puedo decirle al autor.
Creo que el autor debió leerse el pronóstico de Sports Ilustrated sobre la actuación cubana.
Se daría cuenta de que realmente, esa revista marcaba la primera medalla para Cuba AYER.