Los puentes nos persiguen desde la prehistoria, nuestra necesidad de acortar las distancias, de cruzar riachuelos y ríos fue el nacimiento de los puentes. Según los dedicados a descifrar la historia, el primer puente pudo haber sido un árbol que se usó para entrelazar dos orillas de un río. Luego se usaron tablones de madera, piedras y, con el tiempo y la necesidad de conectar dos orillas y facilitar la transportación, se fue perfeccionando la técnica hasta llegar a los grandes puentes que hoy día entrelazan montañas, cruzan bahías y conectan grandes ciudades y hasta países.
Entre los puentes más famosos del mundo está: el más antiguo, Ponte Vecchino, en Florencia, Italia; el más largo, Lake Pontchartrain Causeway, en New Orleans, EEUU; el puente de estructura más alta, Millau, en Aveyron, Francia; el más fotografiado, el Golden Gate, en San Francisco, EEUU; y cómo no mencionar el Ponte del Sospiri —el puente de los suspiros—, en Venecia, Italia. Sin dudas grandes obras maestras, dignas de admiración e inspiración.
Sin embargo, a mi humilde parecer, las distancias más incómodas de superar no son las derivadas de la naturaleza, sino las creadas por el hombre, las que dividen a los seres humanos, las que te ponen del lado contrario de tus deseos, de la felicidad, ejemplos: la incomprensión, la soberbia, el rencor, las diferencias políticas e ideológicas, la apatía.
Y cómo no mencionar las distancias y la separación impuestas y autoimpuestas, las restricciones y medidas separatistas y divisorias como las que nos impiden desplazarnos libremente a nuestro antojo, ejemplo: la medida que no le permite a mis amigos Jonathan, Edward, Félix y Dan, conocer conmigo la playa de Varadero, debido a las actuales restricciones que impiden a ciudadanos norteamericanos viajar libremente a Cuba.
No hay que ser un gran ingeniero o arquitecto para entrelazar nuestras orillas, para contrarrestar estas distancia psicológicas y deformes, para esto solo es necesario encontrar la voluntad individual de construir firmes y verdaderos puentes de diálogo y comunicación, integración, participación, amistad y amor.
OnCuba pretende de alguna forma acortar un poco la distancia, construir puentes de enlace, de entendimiento y comprensión, ojalá lo estemos logrando.