Barack Obama reducirá el número de prisioneros que mantiene su país en la Base Naval de Guantánamo antes del fin de su mandato. Aun cuando no podrá cumplir su promesa electoral de cerrar la cárcel ubicada en ese territorio cubano, el mandatario estadounidense intentará dejar allí alrededor de 40 reos de los 242 que se encontraban en la instalación cuando llegó a la Oficina Oval.
Según lo informado por varios medios de prensa, el gobierno estadounidense trasladará a cuatro presos hacia Arabia Saudita en las próximas 24 horas. Hasta el momento, la nacionalidad de los prisioneros que serán transferidos no ha sido develada.
El anuncio se produce luego de las recientes declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien en su cuenta de Twitter se mostró contrario a las nuevas liberaciones por tratarse de personas “extremadamente peligrosas”.
There should be no further releases from Gitmo. These are extremely dangerous people and should not be allowed back onto the battlefield.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de enero de 2017
Este miércoles The New York Times había comentado en un editorial la intención de Obama de trasladar a unos 18 detenidos, autorizados a viajar a diferentes naciones que estuvieron de acuerdo en recibirlos. El diario señaló que la administración saliente no escatimaría esfuerzos para lograr su propósito en los próximos días y calificó de errónea la postura de Trump, sobre quien dijo “parece ajeno a los riesgos y costos que conlleva mantener abierta la prisión”.
De acuerdo con el periódico neoyorquino, entre los detenidos que permanecerán en Guantánamo se cuentan 3 que fueron condenados en cortes militares y otros 7 con cargos pendientes ante esa instancia. Por su parte, 26 reos son considerados demasiado peligrosos para ser liberados; pero, según funcionarios del gobierno, procesarlos resultaría casi imposible debido a su encarcelamiento sin juicio durante años, durante los que además fueron torturados.
En opinión de The New York Times “mantener a estos prisioneros para siempre en Guantánamo es insostenible para una nación que afirma adherirse al estado de derecho y solo puede alimentar la enemistad de grupos extremistas alrededor del mundo hacia los Estados Unidos”.
Desde que asumió la presidencia, Obama ha intentado cerrar la cárcel de Guantánamo sin éxito, en gran medida por la oposición de la mayoría republicana en el Congreso. Los representantes del llamado Grand Old Party han bloqueado los planes e iniciativas del mandatario al respecto, lo que, de acuerdo con el NYT ha costado a los contribuyentes norteamericanos más de 5.600 millones de dólares a lo largo de los años.
A pesar de ello, Obama logró reducir paulatinamente el número de detenidos con transferencias a terceros países, hasta dejar los menos de 60 que hoy permanecen allí. La cifra inicial de encarcelados tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 era de cerca de 800 hombres.
The New York Times dice que ahora lo más importante es la revisión en los tribunales de las demandas hechas a nombre de los detenidos sin un proceso previo. “Las cortes federales serán la última y mejor esperanza para los hombres de Guantánamo que Obama deja atrás”, dijo J. Wells Dixon, abogado del Centro de Derechos Constitucionales, citado por el periódico.
No obstante, el panorama es complicado como consecuencia de una decisión judicial de 2011 que ha hecho más difícil para los detenidos en la Base Naval impugnar su detención en tribunales civiles. A ello se une el hecho de que el gobierno entrante parece más proclive a mantener e incluso a ampliar la prisión que a encontrar una salida justa para los detenidos.
Consulte el especial de OnCuba sobre el tema:
Este editorial de la redacción de OnCuba es muy complaciente con el proceso ilegal e inhumano que encierra la detención de cientos de personas en la carcel de Guantanamo por parte de Estados Unidos, condenado por varios organismos internacionales. La concepción de esta prisión y las torturas dadas a los reos es propio de la naturaleza del sistema norteamericano, que en no pocas ocasiones actua con crueldad sin el mas mínimo apego a sus propias normas legales cuando se trata de lograr sus propósitos. Es la carcel ilegal de la base norteamericana de Guantanamo una violación flagrante de los derechos humanos, eso que tanto defiende y cuestiona Estados Unidos en otros países. Entonces porque no llamar las cosas por su nombre. El tratamiento dado por OnCuba obedece a la coincidencia con el gobierno norteamericano que pretende cerrar la base porque afecta su imagen ante la opnión publica internacional y resulta una gasto elevado para el contribuyente norteamericano. Sin el repuido mundial generado y los cuestionados gastos, cual sería la posición de Obama y la de OnCuba.