El gobierno de Panamá informó este jueves de que construirá un albergue con capacidad para 400 personas en la frontera con Colombia, luego de que este fin de semana más de 700 migrantes quedasen varados en esa zona selvática.
El albergue se construirá en la localidad de Metetí, en la selvática provincia de Darién, y costará 8,9 millones de dólares, indicó la Secretaría de Comunicación del Estado en un comunicado.
Las instalaciones incluirán oficinas y dormitorios para 50 funcionarios, lavandería, cocina, clínica médica, generador eléctrico, planta de tratamiento de agua y zonas recreativas, entre otras facilidades.
Consejo de Gabinete aprueba construcción de albergue para migrantes a un costo de $8.9 millones https://t.co/9wryiFo6d3
— La Prensa Panamá (@prensacom) February 15, 2019
“A pesar de que el destino de estos migrantes no es Panamá (…) se requiere contar con instalaciones adecuadas que permitan garantizar un trato humanitario al migrante, cumplir con las verificaciones de seguridad y hacer cumplir las leyes migratorias del país”, explicó el ministro de Seguridad, Jonattan del Rosario.
El anuncio se produce días después de que una ola de 720 migrantes que buscaban llegar a Estados Unidos fueran interceptados por las autoridades panameñas en la selva del Darién y conducidos a un pequeño albergue en la localidad costera de Puerto Obaldía.
Del Rosario explicó el miércoles a Acan-Efe que el 57 % de los migrantes varados desde el fin de semana son de nacionalidad cubana, mientras que el resto procede de países como Haití, Camerún, Ghana, Eritrea o Etiopía.
Sin embargo, no aclaró cuántos de cada país serán destinados al nuevo albergue, aunque por la mayoritaria presencia de cubanos, al menos una parte de estos deben estar incluidos.
Los migrantes están siendo sometidos a exámenes sanitarios y biométricos que “toman su tiempo” y que determinarán si finalmente son deportados a sus países de origen, agregó el ministro.
Panamá analiza “caso por caso” destino de migrantes en tránsito
El Darién, el único punto del continente donde se interrumpe la carretera Panamericana, es un territorio inhóspito que hace de frontera natural con Colombia y que es usado por el crimen organizado para el tráfico de drogas, armas y migrantes.
La llegada masiva de cubanos en 2015 y el cierre de fronteras que ordenó Nicaragua generó una crisis humanitaria sin precedentes en Panamá y Costa Rica.
La oleada migratoria se consideró como una consecuencia del deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el fin de los beneficios migratorios para los cubanos en el país norteamericano.