La crisis de combustible en Cuba pica y se extiende. Tras varias semanas de visibles y crecientes problemas con el suministro, el propio gobierno confirmó que la situación se prolongaría al menos hasta mayo y la atribuyó principalmente al “incumplimiento” de los suministradores.
Ante este escenario, las autoridades anunciaron un grupo de medidas, como priorizar “sectores vitales”, distribuir “capacidades disminuidas” para evitar “llegar al punto cero”, y restringir la venta, tanto de gasolina como de diésel, a los vehículos particulares y a los estatales no priorizados, así como reorganizar el servicio por establecimientos y territorios.
“Esa no es la situación que vamos a tener en los días que quedan de abril y días de mayo. Vamos a seguir sacando combustible parcialmente, de una manera reducida para que no toque cero el suministro y se puedan garantizar los servicios vitales”, explicó el titular de Energía y Minas, Vicente de la O.
El ministro aseguró que hay una tendencia a la “mejoría a partir de decisiones, de cosas que se terminaron de negociar, de suministradores que ya están cumpliendo con sus compromisos”. Pero advirtió que eso “no quiere decir que vamos a tener combustibles como en el año 2017, 2018 o hace unos meses atrás”.
Mientras, las interminables colas en torno a los servicentros se han convertido en parte habitual del paisaje a lo largo de la isla. Tales escenas se repiten en La Habana y el resto de las provincias, a la par de otras imágenes de gasolineras vacías, desoladas, sin autos ni ningún combustible que ofrecer.
Allí donde hay —o, casi siempre, se espera que haya— las colas duran varios días y los choferes pasan hasta las noches en sus autos, se organizan y confraternizan entre ellos.
Los aspirantes a comprar se entregan, resignados, a la larga espera. Llevan su propia agua y alimentos para ahorrarle más disgustos a la billetera, se protegen lo mejor que pueden del sol inclemente durante el día y algunos hasta han improvisado partidos de ajedrez y dominó que se han hecho virales en las redes.
No es una situación inédita en Cuba, que ya ha atravesado “coyunturas” parecidas. Pero no por ello resulta menos difícil, estresante, para quienes se ven envueltos en las enormes colas. Y también para quienes, sin tener automóviles, sufren las consecuencias de esta crisis en su cotidianidad y sus bolsillos.
Acercándose a varias de estas colas estuvo esta semana nuestro fotorreportero Otmaro Rodríguez, quien nos propone sus instantáneas como testimonio de una dura realidad que golpea hoy el día a día de los cubanos.
En una semana es 1 de Mayo día que el gobierno para asegurar una imagen de apoyo a la revolución, gasta miles de litros de combustible en transporte, única y exclusivamente para una actividad política de imagen, y ………..