Aunque ya no conserva todos los árboles que alguna vez tuvo, para muchos habaneros Santa Catalina sigue siendo la avenida de los flamboyanes.
Así la atesoran muchos en su memoria y así la siguen viendo quienes transitan por ella cotidianamente, aun cuando una parte de aquellos flamboyanes ya no esté.
Otros, en cambio, sí se mantienen. Perseveran a pesar de crisis y tempestades, y continúan embelleciendo con sus copas florecidas una de las avenidas más ilustres de La Habana.

De la Calzada de Jesús del Monte hasta la Avenida de Rancho Boyeros, o viceversa, Santa Catalina es una calle mayormente residencial, con una historia más reciente que la de muchas vías de otras partes de la ciudad, aquellas cuyo origen se remonta a los años de la colonia.
Construida en el período republicano, la avenida conecta los municipios de 10 de Octubre y el Cerro, y pasa por repartos como La Víbora, Mendoza, Palatino y Casino Deportivo. Fue y sigue siendo una obligada vía de tránsito para muchas personas que se mueven por la ciudad.

Calle de hermosas mansiones en su época de gloria —algunas mejor conservadas que otras—, Santa Catalina ha tenido también sus comercios y negocios, escuelas y otras instituciones.
Entre sus lugares más conocidos —algunos ya inexistentes o convertidos en otra cosa, y otros todavía en pie— están el antiguo cine Alameda, el grocery La Copa, la heladería Ward, la dulcería Franser, y el colegio Nuestra Señora de Lourdes, convertido en la escuela Mariana Grajales.

Forman también parte de la historia de Santa Catalina la iglesia de San Juan Bosco, con su empinado campanario; la cafetería Niágara, famosa en su tiempo por los sándwiches de un lunchero conocido como Paco; la Finca de los Monos —la Quinta Las Delicias de Rosalía Abreu, convertida hoy en Parque Tecnológico—; y los terrenos e instalaciones de la Ciudad Deportiva.
Estos y otros lugares de esta conocida calle son parte del día a día de muchos habaneros, y también una añoranza de muchos otros desde la distancia. A transitar por Santa Calina, la otrora avenida de los flamboyanes, te invitamos entonces este domingo a través del lente de nuestro fotorreportero Otmaro Rodríguez.
Le faltó el Instituto Superior de Cultura Física ” Comandante Manuel Fajardo ” donde muchos pudimos estudiar y nos trae unánimes recuerdos
Agradezco mucho este reportaje, la calle Santa Catalina corre pr mis venas, esta en mi ADN, en mi niñez, juventud y adultez transite mucho por ella, estudie en una escuela que estaba en esa calle, fui mucho a los cines, al Niagara, a la clinica Pasteur, en realidad es una hermosa avenida