Meses atrás fue noticia la ampliación del canal de acceso al puerto del Mariel y su terminal de contenedores, enclavados en la Zona Especial de Desarrollo (ZEDM) de esa localidad del occidente cubano.
Luego de poco más diez años de trabajo en el dragado y la profundización del canal, así como otras labores logísticas y de señalización, ya en los primeros meses de este año la terminal del Mariel estaba en condiciones de recibir buques de gran calado: los conocidos como Neo o Post Panamax.
Con sus dimensiones previas el canal permitía la entrada a los llamados buques Panamax, que cuentan con 294 metros de eslora (largo), 32.3 de manga (ancho) y 12 de calado (profundidad). Ahora, en cambio, puede recibir barcos de hasta 366 metros de eslora por 52 de manga y 15 de calado.
El objetivo de esta ampliación, según se explicó entonces, es posibilitar la llegada a la ZEDM de estos buques de mayor calado en escalas directas, lo que permitiría “en primer lugar, disminuir costos de transporte para el país y sentar las bases para ser un puerto de trasbordo cuando las condiciones lo permitan”.
Varios meses después, todavía la terminal del Mariel —que en 2024 cumplirá diez años de creada— espera por el arribo de su primer buque Post Panamax, aunque sus directivos confían en que estos llegarán más temprano que tarde y aseguran mantenerse “en conversaciones” con las navieras en este sentido.
El complejo escenario económico global, resultante de la pandemia, y las sanciones de Estados Unidos, que, entre otras dificultades, impiden que los barcos que lleguen a Cuba puedan tocar puertos estadounidenses en los siguientes 180 días, se cuentan entre las causas a esta situación, según explicó Martín José Spini, director general de la instalación, en un reciente intercambio con la prensa acreditada.
No obstante, Spini también ponderó la ubicación, la seguridad, la certificación y la infraestructura de la terminal del Mariel como razones para su elección por las navieras internacionales como lugar de trasbordo y escala, a pesar de los obstáculos referidos.
Según confirmó el directivo a una pregunta de OnCuba, la terminal del Mariel tiene un tráfico anual de unos 300 mil TEUs, unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies. No obstante, esa cifra está aún distante de su capacidad actual, cifrada en 800 mil TEUs, un número que planean incluso ampliar hasta los 3 millones en el futuro.
De superar estos obstáculos, y poder acercarse a lo previsto en su Máster Plan, la terminal de contenedores del Mariel se consolidaría como una de las más importantes en la región, y una pieza fundamental para la economía cubana, severamente afectada por la crisis y necesitada de una inyección comercial y financiera.
Además, reforzaría su significado dentro de la ZEDM, el principal enclave de Cuba para la captación de inversión extranjera —ya con una década en funcionamiento y con más de 60 negocios aprobados, 44 de ellos en operaciones—, aunque sin alcanzar todavía las capacidades y el impacto económico con que se concibió.
Cuba está en plena crisis económica y social nada funciona y sus mentes no dan soluciones para éstos problemas no hay solución visible