En 2016 el Comité Olímpico Internacional anunció que el skateboarding, la práctica de mostrar habilidades encima de un skate o patineta, sería una de las novedades en los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, a celebrarse en julio de 2021.
La noticia y la decisión de incluir al skateboarding en el más alto evento del mundo deportivo representaron un gran reconocimiento para esta práctica, surgida en la segunda mitad del siglo pasado en Santa Mónica, una playa al sur de California, en Estados Unidos. Entonces, un grupo de jóvenes surfistas salieron del mar e irrumpieron por la ciudad pilotando patinetas.
A partir de ese momento la novedad ya no fue desafiar las olas sino las calles, rampas, muros, veredas y escaleras encima de una tabla con cuatro ruedas.
En sus inicios los pioneros de este deporte extremo fueron marginados y estigmatizados. Con el tiempo y a fuerza de rebeldía, el skateboarding se convirtió en un movimiento urbano que se expandió por todo el planeta.
Así traspasó las fronteras del deporte para convertirse en un estilo de vida con códigos culturales propios.
Los skaters, como se les llama a los que practican el skateboarding, “Ocupan el espacio público movidos por un sentimiento de rebeldía que les impulsa a hacer realidad los principios de libertad, autorrealización y cooperación. Realizan una práctica cultural alternativa, de resistencia o contrahegemónica, desafiando los valores capitalistas y de los deportes que reafirman este sistema”, refiere un artículo publicado en la revista Lifeder.
El artículo prosigue detallando que “Los skaters funcionan bajo una jerarquía, siendo los lifers los mayores y por supuesto los más versados y conocedores de la práctica. Visten con ropa holgada, zapatillas anchas, accesorios como cachucha, cinturones con grandes hebillas y suelen utilizar un lenguaje distentido e informal. Se calcula que existen 13.5 millones de skaters en el mundo; el 80% tiene menos de 18 años y el 74 % son hombres. Generalmente los skaters tienen una actitud amistosa, evitan problemas, son pacíficos y su foco de atención está centrado en la práctica del skateboarding.”
Pasadas siete décadas de aquellos primeros skaters californianos, el skateboarding goza de un auge sin precedentes. Si en sus inicios fue una práctica desaprobada por la sociedad estadounidense, hoy no solo cuenta con millones de seguidores en todo el mundo sino que también ocupa un lugar en la mayor cita del deporte olímpico.