En el verano, después de 16 años, regresé a los Estados Unidos. Esta vez pude viajar por siete estados, tomar muchas fotografías y entender un poco más la cultura norteamericana. Decidí que lo mejor para mostrar a mis amigos y seguidores en las redes sociales sería la bitácora de mi aventura. En estas páginas publico algunas de las impresiones e imágenes que compartí con ellos por esos días.
Opciones
Más de 100 sabores y combinaciones de helado… Eso es demasiado para una persona como yo. Las opciones han sido la principal y más espantosa experiencia para mí en este viaje. Viniendo de un país donde seleccionar no es un verbo útil, tratar de averiguar lo que realmente necesito, o lo que es bueno o malo, crea una gran confusión en mi cabeza. Ese es uno de los pilares de la economía de mercado que salta a mi vista en todas partes.
Los sin hogar
Estoy viviendo un momento interesante en Estados Unidos. Dos candidatos presidenciales: “El malo y el peor,” así le dicen la gente de por aquí. Mientras tanto, según mi experiencia como visitante, algunas personas están experimentando una especie de despertar político gracias a la propuesta de Bernie Sanders. Es tal la revolución, que los jóvenes son los protagonistas. Todo esto, que es nuevo para mí, está al mismo tiempo enriqueciéndome. De alguna forma, en Cuba también estamos viviendo una nueva revolución. Espero que sea para siempre.
Gente de Chicago
Estas dos personas estaban fumando vapores en la Avenida Michigan. Los miré dos veces. La imagen me resultó muy atractiva. No pude evitar el apuntarles con mi cámara. Solo unas pocas palabras y aceptaron que los fotografiara. Algunas manzanas más adelante, dos hombres negros, grandes, con llamativas motocicletas también posaron para mí. “La Ciudad de los Vientos es amigable. Es el Midwest (región central de los EE.UU.)”, dijo mi amigo. “¡Me gusta esta ciudad! Shikaakwa (cebolla maloliente, en el lenguaje Miami-Illinois de los indios nativos americanos). No apesta, no; es espectacular”.
El pionero
Paradójicamente, una de mis últimas fotos en Nueva York debía haber sido una de las primeras. No soy un pionero pero estuve al borde de una nueva experiencia en una jungla urbana. Este hombre con su vieja cámara acostumbra sentarse fuera de la B&H, una de las tiendas fotográficas mayores del mundo. Su presencia ahí es el gran contraste entre los tiempos nuevos y el comienzo de la fotografía.
Comida en Estados Unidos
Para mí la comida es siempre una aventura y aquí estoy viviendo una muy agradable. Estados Unidos es una nación de inmigrantes, por tanto la comida expresa esa variedad internacional. Durante mi estancia he probado comida de la India, de Irlanda, de Tailandia, de China, de Vietnam, de México, casera, y los clásicos perros calientes y pizzas. La que aparece en la foto es la tradicional pizza de Chicago, hecha en un recipiente hondo, gruesa y crujiente, riquísima… La gente de Chicago vive orgullosa de su comida. La califican como: “una de las mejores del país”. Y es verdad, yo mismo pude confirmarlo. Otro hecho curioso es que consideran casi una ofensa adicionarle cátchup a los perros calientes que comen con “relish”.
Nueva Orleans es música
Humedad y calor. Ese fue el primer impacto que causó en mí la ciudad. Nueva Orleans se mueve lentamente. Hay una gran diferencia si se compara con el norte, porque la música está dondequiera. Desde los Second Line Bands, los grupos de jazz, músicos en solitario o artistas improvisados, es imposible escaparse de la música aquí. Se puede encontrar en cada esquina a alguien cantando, bailando o actuando, la mayoría extraordinariamente buenos. Nueva Orleans perteneció a la Corona Española y aun conserva el espíritu y la arquitectura de España y de Francia. La convierto en mi campamento antes de llegar a Miami. Será el último pedazo de cultura estadounidense antes de mi reencuentro con Cuba.
Un regalo de familia
Mi viaje a Estados Unidos ha llegado a su fin. Regreso a Cuba. Después de esta experiencia, el último post de mi diario de viaje no es mío. Mi prima, de 14 años, me hizo un regalo extraordinario que resume mis sentimientos y me toca profundamente. En su cuenta de Instagram, ella escribió sobre nuestra reunión familiar: “La última vez que él me vio, yo tenía 4 años. No lo conozco mucho, solo sé que mantiene cerca a su familia. Ayer lo vi, después de casi 10 años, y es como si lo hubiera conocido la vida entera. Tiene una voz tan calmada y un corazón tan bueno que realmente atrae a la gente. Reunió a un grupo de familiares que no se han visto, ni comunicado, en años, y eso realmente me emocionó. La verdad es que nunca pienso en esas cosas, pero pequeños gestos como estos son verdaderamente agradables . ¡Y, honestamente, he pasado el mejor de los días viendo a mi familia reunida! ¡Te voy a extrañar, primo! ¡Espero puedas regresar pronto!”.