Bodegas y carnicerías por doquier, para comprar el pan de cada día y el mensual “pollo por pescado”, que aclara el dependiente, “sin libreta no se despacha”. Pesas, gatos, afiches y, sobre todo, pocos productos. Un ventilador empolvado, una grabadora en desuso y un busto de Martí. Surrealismo: mostradores cubanos.
Te dan ganas de llorar!
La viva estampa de la desolación. Una metáfora exacta e inclemente de la sociedad cubana contemporánea.
¡Que despapaye, Dios! Miseria, desidia, abandono… Estamos malditos.
parte el alma nagüe !!!
El pollo por pescado ya no existe, es solo pollo, aumentaron la cantidad de pollo por persona. Por favor, cuando vaya a criticar con esa mala leche pues asesórese bien. Sea más sutil, así es como mejor se manipula