Tributo a La Milagrosa

Foto: Yailín Alfaro

Foto: Yailín Alfaro

La tumba de La Milagrosa en el cementerio de Colón sigue llena de flores a más de cien años de la muerte de Amelia Goyri de la Hoz. Símbolo de la maternidad, del amor a los hijos, de la pasión eterna entre dos enamorados, el nicho es frecuentado a diario por curiosos, turistas y, en especial, por devotos. Visitarla es un ritual para pedir por la fertilidad, la salud de las criaturas y de los progenitores o para agradecer por el milagro concedido. Este Día de las Madres, como siempre, la leyenda se multiplicó, mientras un pueblo desfiló por un camino de flores, golpeó las argollas entre rezos y plegarias hasta retirarse sin dar la espalda nunca a la imagen de mármol de la joven Amelia, La Milagrosa de los cubanos.

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