El gatico Vinagrito no existió solo en el imaginario colectivo que forjó la canción infantil de Teresita Fernández.
El gatico de algodón vivió de verdad y atravesó muchas dificultades en sus múltiples vidas gatunas. Sobrevivió a la toma de Santa Clara en el 59, a un ataque de otro gato poco después y a la rotura de su columna en un accidente doméstico.
Teresita Fernández y su gatico “Vinagrito” además de ser una joya de la canción infantil cubana, es símbolo de amor y preservación de la naturaleza.
Acompáñanos a conocer esta historia, que no es solo sobre Vinagrito, sino sobre la vocación animalista y protectora de una de las más grandes trovadoras cubanas de todos los tiempos.