La industria biotecnológica cubana ha experimentado un significativo ascenso desde su boom, promovido en la década del 80 con la inauguración del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana. La creación de ambas instituciones está estrechamente ligada al ideario del ex mandatario cubano Fidel Castro, quien en 1960 vaticinó que: “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencias…”.
Siguiendo esta visión, y con la ayuda de especialistas foráneos como el profesor norteamericano Randolph Lee Clark, Cuba priorizó el entrenamiento y la preparación de jóvenes científicos y realizó una significativa inversión en el desarrollo de su industria biotecnológica. Solo en el período 1990-1996, el país invirtió alrededor de 1 billón de dólares que resultaron en el surgimiento del denominado Polo Científico del Oeste de La Habana,1 clúster de centros de ciencia que, en el año 2003, contaba ya con 52 instituciones. La creación del Polo modificó significativamente el panorama de las ventas por exportaciones de productos biotecnológicos en la Isla que pasaron de 100 millones de dólares anuales, durante los años 90, a cerca de 300 millones de dólares en 2005.2 Además, posibilitó que Cuba produjera aproximadamente el 60 por ciento del cuadro básico de medicamentos utilizados en el país.
Todos estos factores han permitido que, en la actualidad, Cuba comparta –junto con la India y Brasil– una de las mejores industrias biotecnológicas de países en vías de desarrollo.3
Dos estrategias distinguen la experiencia de la biotecnología cubana. Ellas son, la plena integración y cooperación entre los centros del Polo Científico, y de estos con otras instituciones nacionales –Ministerio de Salud Pública, de la Agricultura y de Educación Superior– y el enfoque de ciclo cerrado. Este último asegura la coordinación de las instituciones que participan en cada una de las complejas etapas para la obtención y licenciamiento de un producto biotecnológico. La vacuna Quimi Hib contra Haemophilus influenzae tipo B, primera en el mundo producida a partir de antígenos sintéticos, y obtenida a partir de la colaboración de cuatro instituciones del Polo y de la Universidad de La Habana, es un ejemplo que evidencia el éxito de estas estrategias.4 Un tercer elemento que singulariza la experiencia biotecnológica cubana es el hecho de priorizar el mercado nacional y, por tanto, los proyectos de investigación dirigidos a ofrecer soluciones a los principales problemas de salud pública y alimentación que afectan al país.
El aumento de la cartera de productos biotecnológicos cubanos y de las exportaciones transformaron la biotecnología en uno de los sectores estratégicos de la economía. Este factor –entre otros– motivó la creación, en diciembre de 2012, del Grupo Empresarial BioCubaFarma que integró el trabajo de 38 instituciones pertenecientes al Polo Científico del Oeste de La Habana y al antiguo Grupo Empresarial QUIMEFA.
Según palabras de su subdirector, el Doctor Eduardo Martínez Díaz, BioCubaFarma coordina hoy el trabajo de 31 empresas y 62 instalaciones productivas. El grupo cuenta con un capital humano de 22 mil trabajadores, sus instalaciones producen actualmente 569 medicamentos genéricos, de los 857 incluidos en el cuadro básico de medicamentos del país. La empresa trabaja con más de 450 productos correspondientes a programas de I+D, posee 900 registros sanitarios en más de 50 países y tiene concedidas más de mil 800 patentes en el exterior.
En una intervención reciente, el presidente del Grupo, Carlos Gutiérrez Calzado, informó que solo en 2015, BioCubaFarma ahorró al país unos mil 940, 7 millones de dólares en términos de sustitución de importaciones en el área de la salud. Este significativo aporte se une al anunciado en 2014 por el propio Gutiérrez Calzado, cuando informó que la empresa se proponía ingresar a la economía nacional cerca de 5 mil 076 millones de dólares por concepto de exportaciones de productos biotecnológicos.
Con estos indicadores, la industria biotecnológica se ha posicionado como un sector prioritario dentro de la Cartera de Oportunidades para la Inversión Extranjera (IE) en Cuba. La biotecnología cubana está encuadrada en el sector industrial, tercero en niveles de IE (10 por ciento) durante 2014. Según este informe, hoy existen en Cuba 9 proyectos de la industria biotecnológica con oportunidades para la inversión extranjera, 8 de ellos ubicados en el Sector A. Zona A-3 de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel. Estos proyectos incluyen la construcción de plantas de producción de anticuerpos monoclonales de uso terapéutico contra cáncer, de hemoderivados y de biomateriales.
Más de tres décadas de esfuerzo e inversiones han engrosado el portafolio de productos biotecnológicos cubanos con medicamentos de elevado interés tanto a nivel nacional como internacional. Ejemplo de ello es la vacuna Cimavax usada para el tratamiento de cáncer de pulmón, primera de su tipo, y el anticuerpo monoclonal Nimotuzumab, registrado para la terapia de cáncer de cabeza, cuello, cerebral, esófago y recientemente de páncreas. Ambos productos, obtenidos en el Centro de Inmunología Molecular (CIM), han alcanzado la licencia para la realización de ensayos clínicos en Estados Unidos, gracias a la firma de convenios con el Roswell Park Cancer Institute de Nueva York.
Mención aparte merece el Heberprot-P, producto líder de la biotecnología cubana que se usa para la terapia de la úlcera del pie diabético. Según datos recientes, más de 55 mil pacientes cubanos han sido tratados con el medicamento, lo que evitó cerca de 12 mil amputaciones. Este valor representa una reducción de más de 75 por ciento de los casos de amputación previstos antes de la existencia del producto. El Heberprot-P ha beneficiado además a cerca de 240 mil pacientes en más de una veintena de países de América Latina, Asia, África y Europa.
Especialistas cubanos y estadounidenses coinciden en afirmar que el uso del Heberprot-P representaría un significativo aporte al sistema de salud norteamericano. Según un informe publicado por The Huffington Post, que utiliza datos de la American Diabetes Association, más de 29,1 millones de estadounidenses (9,3 por ciento de la población) padecen de diabetes. De ellos, entre 70 mil y 80 mil son amputados cada año debido fundamentalmente a la aparición de úlceras de pie diabético –las estadísticas indican, además, que la mitad muere en los 5 años posteriores a la amputación. Estados Unidos gasta 250 billones de dólares anuales en tratamientos relacionados con la diabetes, sumando el gasto de los pacientes y el de Programas Federales. La American Diabetes Association asegura que 1 de cada 5 dólares usados en programas de salud, están destinados al tratamiento de la diabetes.
A pesar de estos datos, y del nuevo panorama en las relaciones Cuba-Estados Unidos, impulsado por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, el Heberprot-P no puede ser usado por pacientes estadounidenses. Las prohibiciones que persisten relacionadas con el bloqueo y ejecutadas por la OFAC, impiden su comercialización en territorio norteamericano. Recientemente, sin embargo, autoridades cubanas informaron que el medicamento obtuvo licencia para su evaluación clínica, una luz hacia la entrada en el sistema de salud norteamericano y en el beneficio de miles de pacientes estadounidenses afectados por úlcera de pie diabético.
Para conservar y ampliar los logros de la industria biotecnológica cubana el Grupo Empresarial BioCubaFarma, sus líderes administrativos y científicos deben atender factores externos e internos que lastran los resultados del sector. Dentro de los factores externos el más significativo es, sin dudas, el bloqueo comercial y financiero de los Estados Unidos que entorpece (o impide) la compra de reactivos, equipamiento y el acceso de productos biotecnológicos cubanos al mercado norteamericano. Dentro de los internos, se encuentran el marcado envejecimiento del capital humano –científico, fundamentalmente– asociado a los elevados niveles de emigración de jóvenes investigadores, la insuficiencia de los salarios, la desmedida politización en la dirección administrativa, el limitado número de investigaciones básicas que conduzcan a la obtención de productos de nuevo tipo, de alto valor agregado, los bajos niveles de acceso a Internet y de intercambio científico internacional de muchos de sus profesionales y, finalmente, el escaso impacto en otras esferas como la agricultura, y la alimentación.
Su éxito demuestra –quizás como ningún otro en la Isla– que la conjugación de una visión acertada, el diseño racional, la inversión sistemática y, sobre todo, la presencia de un excelente capital humano, garantizan una industria dinámica y con elevado impacto en las aspiraciones sociales, económicas y de desarrollo del país.
Notas
- 1. López Mola, E.; B.E. Acevedo; R. Silva; B. Tormo; R. Montero y L. Herrera (2003): Journal of Commercial Biotechnology, no. 2. v. 9., pp. 147-152.
- 2. Debra Evenson (2007): “Cuba’s Biotechnology Revolution”, MEDICC Review, no. 1, v. 9.
- 3. “Cuba’s biotech boom”, editorial (2009): Nature 457, 130.
- 4. Thorsteinsdottir, H.; W.T. Sáenz; U. Quach; P.A. Singer y A.S. Daar (2002): “Cuba-innovation through synergy”, Nature Biotechnology, 22 Suppl, pp. 19-24.
ahora oncuba publicando un artículo sobre la ciencia cubana después que lópez-collazo dijo que no sabía cuáles eran los muchísimos resultados de la ciencia cubana de los que tanto alardeaba el gobierno. pero bueno, mejor para el periodista, así tiene más artículos que publicar.
Puff un artículo tipo del tema. Siempre son iguales: Parece que la biotecnología se hizo sola o por unos dirigentes X. ¿Y los nombres de los científicos? Esa falta de valoración ha hecho que mas del 70% de los doctores del pollo se hayan ido (a corta o larga distancia) y si el número no es mayor es porque a pocos dejan hacer doctorado y a varios lo tienen con el chantaje de una casa
Felicidades Amilcar, buen artículo. Al César lo que es del César, si de logros se trata. Se ve que aparte de tus dotes periodísticas, nadas en aguas que conoces muy bien.
Y que nos podrías decir de la otra cara de la Luna???, lo que quiere saber “JJ”…
Estimados lectores:
No es estilo de esta Revista, ni el mío como autor, pagar deudas que por demás nunca existieron. No somos ni equilibristas de circo, ni lamentables versiones de árbitros de fútbol. Los criterios reflejados por el Dr. López-Collazo en la entrevista que le realizáramos fueron expuestos -y en consecuencia publicados- con total libertad y corresponden íntegramente a las valoraciones de Eduardo, las compartiéramos o no. Tanto como con total libertad, y sin relación de dependencia alguna fue escrito este texto. Los criterios del Dr. Collazo-López son a mi juicio muy válidos si somos capaces de analizar la dicotomía producción científica publicable en revistas de elevado factor de impacto -del grupo de Nature, Science, Annual Review of Immunology-obtención de productos biotecnológicos. Explicarlas acá extenderían demasiado esta nota así que le invito a la lectura de mi pequeño análisis al respecto, que OnCuba publicó en la sección de comentarios, al final de la citada entrevista. No existiendo contradicción, no siendo estilo individual ni política de la revista, usted -particularizo ahora en el lector el_cheo- con todo respeto, entabla un debate contra el espectro de una compensación. Saludos, Amilcar
Amilcar: ¿no estarás equivocado en algunas cifras, por ejemplo confundiendo el billón ingles (9 ceros), con el billón español (12 ceros). Es que me parece exagerado el billón de USD en inversiones (12 ceros), como también no suena lógico esperar exportaciones por 5 mil 076 millones, cuando se dice que en 2005 se exportó cerca de 300 millones. ¿Un crecimiento de casi 17 veces en 10 años? Confírmanos, por favor, que las cifras son correctas.
gracias
Estimados lector identificado bajo el seudónimo de cuidado con cifras:
Muchas gracias. Su comentario es doblemente válido. En efecto la referencia de un billón ( 1x10EXP12) no es correcta y es resultado de una traducción errada de la cifra en inglès, 1 billion (1x10EXP9), como usted señala. La cifra correcta es USD mil millones (1x10EXP9).
Con respecto a su segundo observación, la cifra es correcta y fue referida durante una comparecencia en el programa televisivo “Mesa Redonda”, 10 de abril de 2014. El error radica en que la oración que cita la cifra de USD 5 mil 076 millones debió esclarecer que se trataba de la proyección para un período de cinco años, a partir de 2014, y no sólo para ese año, como transmite el texto.
Una vez más muchas gracias. Saludos.
jj y que_cheo: Para Uds. hay algo en Cuba Socialista que sea bueno, mijitos ?
Muy buen artículo! Del respecto a los criterios, del debate sincero y apegado a la demostración científica surgen no pocos buenos artículos como estos. No dudo que el autor, a la luz de lo publicado, entablara un frutctífero debate con el Dr. López-Collazo sobre los resultados de la biotecgnología cubana e indagara en cifras para fundamentar sus ideas. Cosa que creo hace también, con total libertad y respecto el Dr. lLópez-Collazo en su blog: http://elcollazo.blogspot.com.br/ Acaso no es para eso que se escriben artículos de este corte? Ojalá a todos se les activara el cerebro (si es que lo tuvieran!) para pensar un poco… Hay que leer la prensa, pero tambien hay que LEER un poco más, no solo de wikipedia y pokemones vive el hombre! Felicitaciones para Amilcar por el texto!