Una parte de la teoría del Estado usa el concepto de forma de Estado para abarcar la organización y funcionamiento de los aparatos de poder político en la sociedad. Este concepto estaría compuesto a su vez por la forma de gobierno, el régimen político y la estructura territorial del Estado.
La forma de gobierno nos informa de las relaciones entre los decisivos órganos de poder del Estado, de la manera en que estos órganos surgen, se constituyen, se establecen y se conectan entre ellos, de los principios por los cuales se rigen y se regulan.
Las formas de gobierno modernas son la monarquía y la república. La primera de ellas se caracteriza por que el jefe o jefa de Estado es un monarca, irresponsable ante las mismas leyes que el resto de la sociedad, con un cargo vitalicio y casi siempre hereditario.
En la república los órganos estatales fundamentales son electos, deben ser controlados por el pueblo, son renovables, deben rendir cuenta, y tienden a ser colegiados.
Las formas de gobierno se pueden mezclar, aparecer en tipos diversos, en cada modelo sociopolítico y constitucional, solo que la teoría del Estado las divide en monarquías absolutas y constitucionales o parlamentarias, y repúblicas parlamentarias y presidencialistas.
El régimen político o régimen estatal nos brinda las maneras de actuación del Estado, la forma en que ejerce sus funciones políticas, de defensa, jurídicas, económicas, educativas, de fiscalización, por eso se considera que los regímenes son hoy democráticos o no democráticos, con una amplia gama de versiones en ambos extremos de la clasificación.
Por último, la forma de Estado se completa con la estructura estatal, que nos permite entender la relación entre la soberanía estatal y el principio de territorialidad que define a todo Estado, lo que significa en la práctica distinguir estados federales, confederados y unitarios.
La Constitución de la República de Cuba consagra desde 1976 al Estado cubano con una forma republicana, democrática y unitaria, y lo hace en el primer artículo de la Carta Magna, pero no explica qué sistema de gobierno tenemos.
No dice una palabra la Constitución sobre el sistema de gobierno cubano. De ahí viene la confusión de funcionarios, medios de prensa, organismos internacionales, al tratar de clasificar el gobierno cubano mediante el uso de las tipificaciones usuales, pero que no sirven a la realidad política nacional.
El Estado cubano es una república. Hemos luchado por ella desde 1868 y es uno de los grandes logros de la cultura cubana de todos los tiempos, porque nos asegura el derecho a la demanda de democracia, de participación, de soberanía popular, de legalidad y de temporalidad del gobierno.
Los órganos estatales cubanos son electivos (menos el Consejo de Ministros), y deben rendir cuenta, además de su posible revocación. Menos republicana es la coincidencia de personas en cargos de gobierno, propiamente estatales y partidistas, así como el hecho de la reelección indefinida para ejercer los cargos más importantes del Estado.
La Constitución reconoce nuestro régimen político como democrático, para esto se consagra la soberanía popular, el derecho de resistencia del pueblo contra la tiranía, la iniciativa legislativa popular, el derecho a la revocación popular del mandato de todos los representantes electos del Estado, el derecho a que se nos rinda cuenta de la gestión política y el referéndum al que podemos ser convocados para consultas trascendentales.
El artículo 68 regula que el principio de organización y funcionamiento del Estado cubano es la democracia socialista, y los incisos que lo componen deberían conservarse en cualquier nuevo magno texto que Cuba adopte.
El Estado cubano se reconoce además como unitario, lo que es evidente dado que Cuba no funciona como una federación. Los órganos estatales superiores de Cuba son nacionales, únicos para todo el país. Los niveles de descentralización administrativa que disfrutamos no son tantos como para confundirnos con otra estructura territorial.
Pero, ¿qué sistema de gobierno tenemos? La prensa cubana usa todos los días la clasificación más atractiva al periodista, algunas veces llama “presidente” de la república al jefe de Estado cubano, en un país donde no existe el cargo de presidente de la república desde 1976; otras veces llama “parlamento” a la Asamblea Nacional, sin percibir que los parlamentos son bicamerales, compuestos por representantes de partidos políticos que contienden por escaños, y que conforman un tipo de institución de la que brota el gobierno porque tendrá derecho a formar gobierno en los sistemas parlamentarios el partido que haya alcanzado la mayoría de escaños, casi siempre en la cámara baja del parlamento.
Los gobiernos en los sistemas parlamentarios son derivaciones de la diversidad y fragmentación parlamentaria, de ahí que uno de sus problemas mayores sea el logro de la estabilidad política, casi siempre en vilo por las tensiones entre legislativo y ejecutivo.
Nuestra Asamblea Nacional es unicameral, se elige por el pueblo sin que los candidatos representen partidos políticos, el gobierno es designado por ella, pero no tienen que ser miembros del órgano legislativo, y además en Cuba el jefe de Estado es jefe de gobierno, cosa que el parlamentarismo no acepta.
Tampoco somos una república presidencial, no solo porque no existe la presidencia de la república, sino porque el jefe de Estado no se elige de forma directa por el pueblo sino por los diputados y diputadas a la Asamblea Nacional, cada vez que queda conformada una nueva legislatura cada cinco años.
El jefe de Estado en Cuba es el presidente del Consejo de Estado, que según la Constitución presidirá también el Consejo de Ministros, pero en ambos casos se trata de órganos colegiados y por lo tanto no son cargos unipersonales.
El sistema de gobierno cubano es semejante al que tenía la Unión Soviética, que nos dio en comodato la idea y el modelo para que lo usáramos, pero no pudimos devolverlo por muerte del comodante en 1991, sin olvidar que los herederos de aquel prestamista no han querido más ese modelo hasta el día de hoy.
No somos una república parlamentaria ni presidencialista. No tendríamos que avergonzarnos de nuestra rareza si el sistema de gobierno funcionara, si resolviera los problemas institucionales del Estado cubano, si fuera eficiente, fluido, seguro, democrático y legítimo.
Por ahora nuestro sistema no tiene nombre, nadie ha querido nombrar a un sistema que se caracteriza por estar encabezado por una Asamblea Nacional que no ha logrado dirigir el Estado en ningún momento en 42 años.
El principal problema es que quizás nunca hemos dejado de ser una “República Bananera”. Lo de tener un sistema político diferente, u original, que no es el caso, pasa no tanto por la indefinición ideológica sino por la imposibilidad de experimentar con nuevas formas de organización política, del estado, del gobierno, pero también del pueblo y la sociedad civil en su conjunto. El programa y proyecto político cubano es esencialmente conservador y continuista, por la vía hereditaria o la designataria. Que no hay muchas diferencias. Las elecciones donde no se contiende no pasan de ser una mera ilusión óptica, una farsa puesta en escena de cara a la opinión pública internacional, para simular ser un estado abierto, democrático y ejemplar. La no separación de poderes es absoluta e indiscriminada. Ni siquiera asumieron los que mandan en Cuba la supuestamente actualizada plataforma democrática del mal llamado del socialismo del siglo XXI, que de una forma u otra apostó por el tradicional juego de azar en las urnas. Por el contrario. Donamos a esos países que lo ensayaron el afán por el apoltronamiento perpetuo en el ejercicio del poder político. Al único de todos los que han gobernado y gobiernan desde esa postura que le guardo respeto es al señor Mujica. Hizo lo suyo y luego a casa a desandar guardarrayas acompañado por sus perros satos. Lo demás es soberbia.
Según el párrafo III nuestra forma de gobierno es monarquía…
En realidad nuestra forma de gobierno es una subcategoría de la monárquica; la pastoril. “El es mi pastor, nada me faltará, según el viejo salmista, es la divisa de las ovejas.
La realeza no es siquiera parte de nuestra sangre azul, sino un haz, fasces de mandones con un IQ promedio menor de 70 y regenteados por un estadista cuyo último título conocido es el de sexto grado.
En todo análisis histórico y político, todos caen en el error de utilizar universales: considerar que el ciudadano es una entidad constante en su naturaleza y sus reacciones. Alexis Carrel en su libro “La Incógnita del Hombre” fue el primero en definir el concepto: “La falta de éxito del médico viene de que vive en un mundo imaginario; en lugar de ver a sus enfermos, ve las enfermedades descritas en los tratados de Medicina. Es una víctima de la creencia en la realidad de los Universales”.
Igual que cada hombre tiene características esenciales diferentes y reacciona diferentemente a la enfermedad y la cura, así pasa con los pueblos. Los hay que prefieren la igualdad a la libertad, hay los que entregan al dictador mansamente sus destinos, sus armas y su voluntad. Pero los que alumbran el camino son no sólo rebeldes sino dueños de verdadera autoestima. Es realmente difícil no ver esa diferencia entre los pueblos de Burundi y de Polonia.
Cuba es un pueblo sin autoestima, conformista, poco original desde el punto de vista político.
Que haya aguantado una dictadura torpe y déspota (con la ilustración de sus intelectuales, artistas, músicos) y el retroceso material, siendo leal a un tirano por sesenta años pasa. Pero comenzar otro período histórico con un sustituto, no pasa.
“En suma, el cuerpo es una heterogeneidad anatómica y una homogeneidad fisiológica”, pensaba Carrel. El pueblo cubano también: compuesto de partes muy diferentes, por la mezcla racial, pero con funciones orgánicas similares, machaconamente planas.
El sistema es el de una república bananera…
A esa confusión añádale al partido; de manera que los ministros (del gobierno) ocupan cargos en el estado y a su vez en el partido. Es así como si una persona honesta del pueblo quiere criticar a un ministro, critica también al estado cubano y al partido. Obviamente entre ellos tampoco se critican, es como un dominó donde el blanco y el doble nueve se rotan entre los jugadores.
sea cual sea el sistema,ya muy pocos a dia de hoy se identifican con el.con una corrupcion rampante e impune,el pais se arrastra dia a dia,cunde la descopnfianza y las desigualdades entre las personas,unos autorizados a tener mucho dinero(alfredo despaigne) y otros (los jubilados) a sobrevivir con menos de un dollar diario.Tenemos un capitalismo estatal que ni almohadillas sanitarias es capaz de garantizar a las federadas,a ello se une que jovenes como Lionard Kindelan y Lenier Dominguez no desean vivir en su pais,lo cual habla muy mal del movimiento deportivo cubano.
¿Cuál es nuestro sistema de gobierno? …Eso es una pregunta tonta o una burla? Muy sencillo, una dictadura con un capitalismo de estado salvaje. Nada mas.
Excelente el artículo, pareciera que fuéramos una “Monarquía Caribeña Económicamente Quebrada”, con lo cual, las opciones sobre la mesa son pocas: o cambiamos a una verdadera República o mejoramos sustancialmente la economía. Parece que no hay más opciones, Gracias.
Y algo que jamàs se mienta es que la constitución afirma que el Organo dirigente del estado es El Partido Comunista de Cuba. Dicho partido, mientras conserve su nombre, se supone que aspira a la creación e instauración de un sistema comunista como fase superior del socialismo. Como bien sabemos, el sistema político-económico cubano actual es un capitalismo de estado bajo el nombre de ”socialista” aspirante a devenir comunista; en el cual el gobierno desaparecería una vez llegados a la meta.
Sabe alguien sobre como y cuando el gobierno rinde cuentas al pueblo sobre los avances o retrocesos en la realización del proyecto comunista? Acaso recuerda el Partido Comunista y su 1er Secretario cuàl es la razón de ser de dicho partido? Recuerda alguien a caso ya, de qué se trataba todo aquel asunto de la revolución y el alboroto de 1959?
Y como debía oír a Marta Prieto en clases defender el sistema de gobierno cubano en su asignatura Derecho Constitucional Cubano en fin toda una odisea. Después sales al mundo ves diversos sistemas de gobierno y su funcionamiento y te critican o apoyan (depende del foro donde te expreses) por decir la verdad que en Cuba ha regido una Dictadura por más de 5 décadas.
Tanto la monarquia como la llamada democracia representativa (vale la pena preguntarse a quien realmente representa) no han resuelto los problemas del tercer mundo. Las formas de gobierno pre 1959 eran un chiste de mal gusto. Lo que tenemos ahora hay que mejorarlo, pero creo que estamos en mejores condiciones que muchos otros paises para experimentar en la busqueda, probablemente eterna, de mejores formas de gobierno. No hay que copiar, hay que crear. Basta de perretas.
En Cuba existe lo que pudieramos llamar una seudo-monarquia. Donde hay un rey con su ejercito que les es completamente fiel y donde la legitimidad no es otorgada por la iglesia y la religion a la manera tradicional, sino por la prensa enteramente controlados por ellos y por una religion de tipo sectaria dirigida por el partido y la ideologia comunista que predice una futuro de glorias sin fin ( que nunca llega) muy similar a las sectas religiosas y tiene sus fieles seguidores como nuestro estimado Karel que nunca pierde la FE, finjese que la pongo en mayuscula por que efectivamente es una fe muy parecida a la de la religiones conocidas, hay que tener fe en nuestros dirigentes a pesar de que no salimos de un desastre para entrar en otro, ya no importan los hechos o los hechos como el desastre economico no lo son. Ya el comunismo dejo de ser una ideologia cientifica que se basa en hechos y ahora hay que tener fe como una religion
Para qué perder el tiempo en ponerle una etiqueta al sistema de gobierno cubano, la realidad lo que se pone de manifiesto aquello de que nadie toque nada, yo solo puedo tocar, nadie se mueve ni decide si el gran jefe no lo aprueba, de lo que no queda duda alguna es que una democracia no es, no pude serlo con un solo partido y el pueblo yendo a votar con miedo y sin saber por qué lo hace, es alucinante que Cuba tenga un parlamento que no aprueba leyes, que cuando las aprueba (y siempre el ponente es el mismo: los de arriba, el gran jefe, nunca algún parlamentario ha propuesto iniciativa legislativa) se hace por unanimidad, en lo que sin dudas es un récord, no hay una sola abstención ni un voto en contra desde que se creó: todos los parlamentarios piensan igual, ah, y se reúne dos días dos veces al año, así no se pude creer en serio que eso es un Parlamento. El sistema de elección al Consejo de Estado es tan pero tan indirecto, que los votantes no tienen nada que ver con eso, esto es alucinante, ni siquiera encaja bien el término de lo real maravilloso.
Pablo Milanés sobre la UMAP: “En la Cuba revolucionaria hubo campos de concentración”…” “ese es asunto muy oscuro de la historia de la Cuba revolucionaria”. ” la UMAP fueron campos de concentración adonde fueron enviados a “reeducarse” miles de jóvenes por órdenes de Fidel Castro”…”Fue condenar a miles de muchachos jóvenes a campos de concentración simplemente porque pensaban libremente, ni siquiera porque pensaban lo contrario, sino porque eran librepensadores y tenían opiniones”…”Siempre lo recuerdo, pero nadie lo refleja nunca. Hago muchas entrevistas en Cuba y cuando hablo de la UMAP es como si hablara del diablo, porque es una pena que se lleva dentro, no han podido corregirla ni pedir perdón tampoco por lo que hicieron”
Moraleja: Ese es el sistema de gobierno cubano.
El sistema de gobierno cubano es una aberracion.
En fin hay que cambiar la constitucion.
Excelente artículo, clase magistral de Teoría del Estado. Gracias Juli por escribir tan bien.
La forma de gobierno en Cuba es una donde se da la ironía de que la Constitución dice que el único partido permitido es aquel que históricamente y hasta la fecha ha demostrado, en cualquier país de la tierra en que ha accedido al poder, la más absoluta incapacidad para gobernar una nación, y mucho menos para crear la riqueza y la bonanza suficientes para satisfacer las necesidades y hacer realidad las aspiraciones de sus ciudadanos. El nombre es lo de menos: Póngale el que quiera. yo le digo “el socialcosadesa”
Geniall como siempre!!!
El sistema de gobierno de Cuba si tiene nombre, lo que pasa es que nadie se atreve a nombrarlo. Porque para mí, es un modelo absolutamente Estatista totalitariasta, que se caracteriza por un Estado superhipertrofiado que alcanzó grandes dimensiones y se superpuso al pueblo, como una estructura monolítica, que no acepta cambios morfológicos en su forma, se caracteriza además, por ser semidemocrática y representativa, donde el pueblo no decide dierectamente en los asuntos del país, pues es representado indirectamente y mucho menos decide en la elección o mejor dicho designación de los que conforman la cúpula de poder que dirige esa estructura rígida, arcaica, infuncinal y antidemocrática, que equivocadamente llamamos República, o peor aún, Socialismo. Quieren saber porque hoy en día la sociedad, el cubano, los jóvenes no quieren saber ni siquiera escuchar hablar de socialismo. Pues por más de 50 años hemos escuchado y creído que Cuba era un país socialista, cuando en realidad no es así. La Revolución Cubana, fue y es una gran revolución social, con muchos logros y cosas buenas en lo social, pero nunca llegó a ser una revolución socialista. Pues el socialismo verdadeo, sí existe democracia, ya que su estructura de poder esta sustentada en el poder popular real, no como el poder popular que vemos y conocemos en Cuba, sumiso al poder unipartidista ni a la gran cúpula de dirigencia, sino el más verdadero poder democrático que existe, que es el poder del pueblo, de una forma directa y efectiva. Por mucho tiempo se ha endemoniado la palabra Socialismo, hemos pensado que el modelo estatista totalitariasta, autoritario, monolítico, unipartidista, absolutista, verticalista y por supuesto, semi o antidemocrático que rige en nuestro país era socialista y de esa forma quien va querer hablar de socialismo en Cuba. Algo muy lamentable, pues creo rotundamente que un verdadero proyecto socialista, un socialismo de estos tiempos, respetuoso como debe ser de todos los derechos y libertades fundamentales del hombre, profundamente democrático, en donde decida verdaderamente el pueblo y se le entregué el poder soberano a él, un proyecto que busque armonía y felicidad tratando de construir una sociedad diversopolita, o sea, con respeto a las diferencias, tanto de pensamiento, creencias, culturales, pero que juntos todos quieramos impulsar el desarrollo del país en pro del beneficio general de la sociedad. Creo que un proyecto socialista así, que yo llamaría Socialismo Redentor o redentorista es posible y debiéramos intentarlo en Cuba. Pero intentarlo todos, sin excluxion, sin excepción de nadie, sin disputa, con tolerancia y respeto y sobre todo con mucha pasión nacionalista y patriótica que tanto hace falta en estos tiempos.
Es que Cuba es muy original, por que tendrìa que parecerse a lo establecido por otros sistemas de gobierno?Por supuesto que la democracia socialista cubana tendrà que evolucionar para ser màs eficiente, pero en realidad tampoco parecen muy eficaces los llamados sistemas parlamentarios o presidencialistas, ni la diversidad de partidos, como sabe cualquiera el dinero es fundamental en las elecciones, los candidatos suelen representar a los que màs dinero tienen gracias a lo cual el 1 por ciento de la poblaciòn mayorea las riquezas del mundo, Cada vez hay màs pobres en paìses riquisimos. Las estadìsitcas de la ONU son espeluznante sobre millones de niños esclavos en el mundo, millones de analfabetos, millones de hambrientos y esas estadìsticas salen de sistemas presidencialistas y parlamentarios.Y mire usted que ocurre cuando llegan polìticos como Lula, Dilma al poder en democracias como la de Brasil ,la presunta divisiòn de poderes produce golpes de estado de una forma tan descarada que da naùseas. Y mire usted los apuros de la Rusia capitalista simplemente porque Putin no se ha plegado al totalitarismo de E,U. Mire, usted es demasiado brillante para no saber que la democracia està en crisis en el mundo y que los sistemas de gobierno no han resuelto los problemas esenciales del ser humano en ninguna parte, no para todos, entonces por que tantos le exigen a Cuba que sea perfecta. Y no le voy a recordar las condicones anòmalas en que Cuba ha logrado sobrevivir no sòlo por los errores del sistema, porque usted las conoce perfectamete.Me encantarìa conocer sus ideas de como deberìa ser nuestro sistema de gobierno porque en verdad creo que hay muchas cosas que mejorar.
Oda, busco amikos, kieren cer mis amikos?
Si es perdada que el Estado cubano Si fuera eficiente fluido seguro democrático y legítimo