Varias provincias y municipios de Argentina tuvieron que dar marcha atrás con la flexibilización del aislamiento y la reanudación de actividades debido a la aparición de nuevos contagios de Covid-19, informaron el miércoles las autoridades. El país registra más de 33.000 infectados y 886 muertos.
En la norteña provincia de Jujuy, limítrofe con Bolivia, las autoridades dispusieron que la capital y las localidades de Palpalá, Yala, Perico y La Quiaca regresen por siete días a la fase inicial del aislamiento social obligatorio. En la sureña de Chubut, las ciudades de Trelew, Puerto Madryn, Rawson y Comodoro Rivadavia, entre otras, suspendieron durante 14 días las actividades recreativas, deportivas y familiares que habían sido autorizadas semanas atrás. Otras provincias que revirtieron medidas de flexibilización son Neuquén, Chaco y Entre Ríos.
La ciudad de Buenos Aires y la treintena de localidades cercanas que se encuentran en la provincia homónima siguen siendo las que padecen la mayoría de los casos. La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, la opositora María Eugenia Vidal, informó que sufre Covid-19, y varios correligionarios que residen en ese distrito y en la capital argentina se vieron obligados a someterse a pruebas.
El ministro de Salud capitalino, Fernán Quirós, advirtió que si la zona metropolitana “toma una velocidad superior de contagios” las autoridades tendrán “que pedirle a la ciudadanía un mayor esfuerzo para bajar bruscamente la curva”, en referencia al posible regreso a una cuarentena más estricta.
Por su parte, Chile reportó 232 fallecidos adicionales, totalizando 3.615, mientras los expertos estiman que aún está por venir el periodo más difícil de la pandemia. El Ministerio de Salud dijo que en las últimas horas se sumaron 4.757 nuevos contagiados, elevando el total a 220.628.
“No hemos logrado disminuir los contagios”, admitió la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.
El gobierno atribuye la escalada de infecciones a la movilidad de las personas a pesar de las cuarentenas vigentes, especialmente en el gran Santiago, que concentra más del 80% de los enfermos. El miércoles se agregaron otras cinco comunas (municipios) y disminuyeron los permisos para moverse en la capital.
El doctor Sebastián Ugarte, jefe de pacientes en estado crítico de la Clínica Indisa, opinó que la decisión de endurecer la cuarentena que rige desde hace más de un mes “llega tarde” porque sus efectos tardarán al menos dos semanas en visibilizarse. Cada día aumentan los médicos y expertos que claman por una “cuarentena efectiva”.
Los contagiados graves presionan el sistema hospitalario, que en Santiago mantiene una ocupación del 96% en sus unidades de terapia intensiva.
En El Salvador, el director de uno de los hospitales más grandes del país que atiende pacientes con Covid-19 advirtió que el sistema de salud está al borde del colapso.
“Hemos estado muy al límite como hospital y como sistema de salud para atender de forma eficiente a nuestros pacientes”, manifestó el director del Hospital San Rafael, Leerles Luis Ramírez, en una entrevista con la televisión local.
El ministro de Salud, Francisco Alabí, advirtió antes que se tienen 105 camas de cuidados intensivos, pero ya están ocupadas 90. Consideró que con la apertura económica habrá mayor exposición de la población. Se espera un repunte de la enfermedad.
El país cumple el segundo día de la primera fase del levantamiento de las restricciones impuestas a las operaciones comerciales en una reactivación gradual de su economía. Según información oficial, los casos recuperados superan a los activos y las personas que han vencido la enfermedad son el 52% de todos los casos confirmados. El Salvador registra 4.066 casos y 78 muertos.
En Colombia, el director de Migración del país, Juan Espinosa, señaló que más de 24 mil venezolanos quieren retornar a su país, pero por las nuevas restricciones de su gobierno debido a la pandemia —que limita el ingreso a solo 1.200 personas tres días a la semana— el proceso será lento. Hasta la fecha 76 mil venezolanos han regresado a su país y aún quedan 1,8 millones en Colombia.
El presidente Nicolás Maduro se mostró alarmado por el incremento de los casos en Venezuela y dijo que evaluará adoptar medidas más severas para romper la cadena de contagios. Dijo que durante la última jornada se registraron 232 infecciones. En total suman 3.358 contagios y 28 fallecidos.
El ministro de Salud de Guatemala, Hugo Monroy, anunció el registro de 545 casos positivos en el día, “superando con este dato la cantidad de casos diarios”. Con esto el país alcanza los 10.819 casos más 432 fallecidos.
En México se anunció que los casos confirmados aumentaron a 159.793 con al menos 19.080 muertos, pero el Instituto Mexicano del Seguro Social, la principal institución de salud pública del país, indicó haber detectado 957 muertes por Covid-19 que no se habían agregado a las estadísticas oficiales.
Esos decesos se comenzaron a incorporar en los últimos días a las bases de datos de la Secretaría de Salud, dijo Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del IMSS. Por lo tanto, el número final de fallecidos una vez que estén todos incluidos rondaría los 20.000.
Las dos mayores ciudades del país después de la capital, Monterrey en el norte y Guadalajara en el oeste, no habían excedido las estimaciones, pero seguían en fase de contagios crecientes. Uno de los pocos lugares de éxito mencionados fue la ciudad fronteriza de Tijuana.
Pese a estas noticias, que no parecen indicar que la pandemia esté “domada”, como ha dicho en varias ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador, la reapertura de actividades avanza y algunos gobernadores han anunciado nuevas medidas para reactivar la economía que rompen con la política de austeridad del gobierno federal.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, emitió un decreto por el cual se condona parcialmente el pago del impuesto por bienes inmuebles, así como el 100% de recargos y multas. Y gobernadores de cinco estados del centro y el occidente del país reunidos en el estado de Jalisco apostaron por incentivar la infraestructura y la inversión y por pedir créditos a bancos de desarrollo sin temor a endeudarse.
En América Latina se han registrado casi 1,8 millón de contagios y cerca de 85.000 muertos.