Algo inaudito ha estallado dentro de la aparentemente blindada administración del gobernador de Florida, Ron DeSantis. La comisionada de Agricultura, Nikki Fried, se ha apartado del plan de distribución de las vacunas contra la COVID-19 y ha acusado a DeSantis de organizar una “distribución de vacunas de alfombra roja para los donantes” de altas sumas al partido republicano.
Según Fried, el gobernador ha favorecido las zonas de altos ingresos a través de los códigos postales y, en consecuencia, pidió al FBI que investigue este aparente caso de corrupción.
Citando su larga experiencia como defensora pública, la funcionaria demócrata electa de más alto rango del estado dijo en una carta a la oficina de investigaciones, citada por el Orlando Sentinel, que “el mensaje patrón es simplemente demasiado claro para evitarlo: contribuya (a las campañas republicanas), grandes dólares, (y) obtenga acceso especial a las vacunas, antes que las personas mayores, por delante de nuestros maestros, por de nuestros trabajadores agrícolas y de muchos de nuestros residentes aquí en el estado de Florida”.
“Si esto no es corrupción pública, no sé qué es”, acusó Fried, cuya oficina también es el organismo de control del consumidor del estado. Por eso, “no me quedaré al margen y dejaré que nuestras vacunas se utilicen como una ganancia política para ser subastadas al mejor postor”, agregó la funcionaria, quien es la única demócrata en un gobierno mayormente republicano liderado por DeSantis.
El llamado de Fried para una investigación del FBI siguió a un informe del Miami Herald de que casi todos los mayores de 65 años en la rica comunidad de Key Largo de Ocean Reef Club recibieron vacunas a mediados de enero.
El rotativo señaló que Ocean Reef es “el hogar de muchos donantes adinerados del Partido Republicano de Florida y candidatos republicanos, incluido el gobernador Ron DeSantis, y desglosó que las únicas personas de Key Largo que donaron al comité político de DeSantis viven en Ocean Reef.
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La nota cita a la División de Elecciones de Florida, que reveló la existencia de 17 residentes de la comunidad que habían dado contribuciones a DeSantis de 5.000 dólares cada uno hasta diciembre de 2020. Esos fondos están supuestamente destinados a financiar la campaña de reelección del gobernador, que comienza a inicios del próximo año.
Uno de los residentes de Ocean Reef es el exgobernador de Illinois, Bruce Rauner, un republicano que el 25 de febrero “aumentó su contribución y emitió un cheque de 250.000 dólares”, según el Herald.
De hecho, “desde que DeSantis comenzó a utilizar la iniciativa de vacunas del estado para dirigir vacunas especiales a comunidades seleccionadas, su comité político ha recaudado $ 2.7 millones solo en el mes de febrero, más que cualquier otro mes desde que se postuló por primera vez para gobernador en 2018, según muestran los registros”, indicó el diario del sur de Florida.
Tres comunidades en los condados de Charlotte, Manatee y Sarasota trabajadas por el recaudador de fondos republicano Pat Neal fueron elegidas por DeSantis para recibir las vacunas primero. Neal contribuyó con 125.000 a DeSantis en 2018 y 2019, según registros públicos. Esos hechos llevaron al exgobernador y actual congresista federal demócrata Charlie Crist, a solicitar una investigación especial al Departamento de Justicia.
En una carta dirigida al fiscal general interino Monty Wilkinson, con fecha del 21 de febrero, Crist expresó su preocupación sobre los planes de DeSantis de “establecer sitios de vacunación ‘especiales’ para administrar dosis a comunidades seleccionadas” y enfatizó que en “varios casos”, estos sitios parecen ser el objetivo a las comunidades adineradas con las que el gobernador DeSantis tiene claras conexiones políticas, lo que permite que algunos pasen al frente de la fila en los condados con listas de espera existentes”.
Este lunes y el martes la oficina de prensa del gobernador no contestó a preguntas de OnCuba al respecto.